Ganancias de Pfizer aumentaron por venta de un medicamento para la miocarditis provocada por la vacuna contra el Covid

Como es habitual durante la pandemia, las redes sociales se prestan para una serie de casos falsos, y que de paso desinforman sobre el Covid-19. En esta oportunidad, en Facebook y Twitter (ver enlace a continuación) indican que Pfizer aumentó sus ganancias con la vacuna por un medicamento para la miocarditis.

“Fuerte estrategia de venta cruzada, destruye los corazones de las personas con su vax y cúralo con su otra droga”, sostienen algunas de estas publicaciones. Esto es falso.

Vyndamax (el medicamento en cuestión), cuyas ventas efectivamente han aumentado en el segundo trimestre de 2021, no está indicado para tratar la miocarditis, sino otra enfermedad cardíaca que no figura entre las reacciones adversas a los inmunizadores de ARN mensajero, explicaron a AFP desde el grupo farmacéutico y médicos cardiólogos.

Ignacio Silva, infectólogo Hospital Barros Luco y de la Facultad de Ciencias médicas de la Universidad de Santiago, señala que efectivamente es falso, “porque los fármacos aprobados que tiene Pfizer, son fármacos pensados para una enfermedad cardíaca muy específica y muy poco frecuente. Es extremadamente rara y hereditaria”.

No tiene nada que ver con la miocarditis asociada a vacunas. “No hay como unir una cosa con otra. Además que la miocarditis por vacunas es muy poco frecuente”, añade Silva.

Hay un país que decide no vacunar más a su población

Publicaciones compartidas en redes sociales aseguran que el presidente croata, Zoran Milanovic, anunció el final del programa de vacunación contra el Covid-19 en ese país. Pero tal afirmación surge de una interpretación distorsionada de las palabras del mandatario. Es falsa.

Además, de acuerdo con la Constitución croata, el presidente no tiene los poderes para tomar tales decisiones, y el Ministerio de Salud confirmó a AFP que el programa de vacunación no concluyó.

Silva establece que se trata de un caso sacado de contexto, “ningún país en el mundo ha detenido su proceso de vacunación, en la medida en la que ha tenido disponibilidad de vacunas. Tal vez la discusión es cuál es la real disponibilidad en los países más pobres, que concentran una proporción de la población mundial importante”.

Sabemos que más de la mitad de las personas que habitan la Tierra han recibido al menos una dosis de la vacuna, “y solo un 4% de las personas que vive en estos países (los más pobres) han recibido una dosis, osea la gran mayoría de las vacunas se concentran en la población de los países con mayores ingresos. Esto es un tremendo problema por la densidad poblacional en algunas de esas naciones”, añade Silva.

Ningún país se ha negado a vacunar a sus ciudadanos, “hay distintas políticas públicas en relación al manejo de la pandemia, con estrategias más permisivas como Chile y otras estrategias más restrictivas, apuntando a la circulación mínima del virus. No es de extrañar que algunos mandatarios tengan opiniones un poco más permisivas, pero eso no significa que estén en contra de la vacunación. El caso es falso, incluso el mismo presidente se vacunó”, señala el infectólogo.

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