Fact Checking: ¿Contagios de Covid-19 se reducen un 92%? ¿Comer este alimento a diario puede ser peligroso?
Las muertes y contagios bajaron, pero en algunas regiones las cifras de coronavirus se mantienen estables. En algunos casos, este fruto podría producir células precancerosas o cálculos. Revisa la veracidad de estas informaciones.
Los contagios de Covid-19 se redujeron en un 92%
En redes sociales señalan que en los últimos 28 días se redujeron en un 92% los contagios de Covid-19 y un 47% las muertes en todo el mundo, según se desprende del último informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta información es verídica.
Hasta el pasado 12 de febrero se notificaron más de 755 millones de casos y más de 6,8 millones de muertes a nivel mundial, si bien el organismo de Naciones Unidas pidió valorar “con cautela” estos datos porque puede haber retrasos en las notificaciones.
En concreto, a nivel regional el número de nuevos casos notificados a los 28 días se redujo, o se mantuvo estable, en todas las regiones de la OMS: la Región del Pacífico Occidental (-96%), la Región de Asia Sudoriental (-59%), la Región de Europa (-52%), la Región de las Américas (-46%) y la Región de Asia Meridional y Oriental (-59%).
Además, el número de nuevas muertes notificadas también disminuyó, o se mantuvo estable, en la Región de Asia Sudoriental (-60%), la Región del Pacífico Occidental (-58%), la Región Europea (-50%) y la Región de las Américas (-1%). No obstante, aumentó en la Región de África (+22%) y en la Región del Mediterráneo Oriental (+33%).
A nivel de países, el mayor número de casos nuevos se notificó en Japón (1.627.259), China (1.272.035), Estados Unidos (1.165.050), la República de Corea (543.308) y Brasil (332.404). El mayor número de muertes se produjo en China (20.979), Estados Unidos (14.326), Japón (8.294), Brasil (2.426) y el Reino Unido (2.269).
El consumo diario de tomate puede ser dañino para la salud
Algo que muchos no saben es que el tomate no es una verdura, sino una fruta. Más precisamente, es una hortaliza que proviene de la planta Solanum lycopersicum y, además, está calificado botánicamente como una baya.
Algo en lo que otros pueden concordar, es que este alimento escaso en calorías es bastante más rojizo y sabroso si se cosecha de forma directa en el campo, en lugar que comprarlo en los supermercados. Sin embargo, el indispensable fruto -utilizado como verdura-, ¿puede provocar dañinos efectos secundarios si se consume en exceso?
Primero, es necesario repasar algunas propiedades de esta fruta, que no son menores. De acuerdo al Instituto Interdisciplinario para la Innovación de la Universidad de Talca, a partir de la obtención de extracto de la tomasa (piel, pulpa y semillas del tomate), descubrieron cualidades asociadas con la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Entre las propiedades y beneficios se encuentra una fuente de antioxidantes como el licopeno, por lo que el consumo regular del tomate reduce los nieveles colesterol malo (LDL). Además, la fruta contiene vitamina A, vitamina C y abundante potasio. También vitamina K, esencial en la coagulación de la sangre. Según el instituto, el tomate mejora la visión, mantiene la piel y el intestino sano -elimina toxinas del cuerpo y previene el estreñimiento y la diarrea-, reduce la hipertensión, previene cálculos biliares y las infecciones del tracto urinario.
No obstante, en internet uno encuentra más de un enlace que lleva a sitios que explican porqué el consumo de este alimento, supuestamente, podría causar efectos negativos para la salud. Entre éstos está la diarrea, para las personas intolerantes al fruto; cálculos renales, debido al índice alto de oxalato y calcio, que no se descompondrían fácilmente; dolor articular por la solanina, que provoca acumulación de calcio en los tejidos. Además, que causaría reflujo y reacciones alérgicas, debido a la acumulación de sustancias como el ácido cítrico y málico en el estómago, e histaminas.
¿Qué dicen los expertos?
“A nivel mundial no ha existido una toxicidad que sea manifestada directamente por el alto consumo de tomate, así que no se puede aseverar nada por el momento”, aclara la académica de la Escuela de Nutrición y Dietética Universidad de Las Américas (UDLA), Francisca Rivas.
Además de las cualidades nombradas con anterioridad, la académica suma las propiedades anticancerígenas debido a su alto nivel de antioxidantes, principalmente de carotenoide, licopeno. El tomate contiene entre un 80 o 90 por ciento de esta sustancia. Independiente de sus bajas calorías, grasas y sus altos índices en vitaminas y minerales, la fruta es internacional, de fácil acceso y tiene diferentes métodos de preparación. De esto última dependerá la biodisponibilidad de sus propiedades.
Según Rivas también depende cuán procesado esté el tomate, además advierte que es recomendarle consumirlo mediante un tratamiento térmico de cocción porque permite mejorar la absorción del tomate en el sistema digestivo. Es preferible incorporar aceites de oliva, girasol o canola en su preparación, como acompañarlo -en el caso de una ensalada- con lechuga y limón, junto a un jugo de otra fruta, como la naranja.
“Solo se absorbe aproximadamente entre el 10 al 30 por ciento de estos nutrientes”, agrega, el resto se excreta dependiendo de factores biológicos como el sexo, estado hormonal, el estilo de vida, entre otros.
Sobre la supuesta toxicidad del tomate, la especialista de la UDLA comenta que podría deberse a las altas concentraciones de carotenoide; sucede específicamente con el betacaroteno y se relaciona a la población fumadora. Estudios demostraron que “la exposición al humo de cigarro y a una dosis farmacológica de 30 miligramos de betacaroteno por día, o su tratamiento combinado durante seis meses, disminuye las concentraciones de ácido retinoico significativamente y esto, puede conducir a la aparición de células precancerosas”, explica.
En nutriólogo y diabetólogo de la Uc Christus, Javier Vega, esclarece que una persona sana, es decir, sin comorbilidades, no debería tener ningún tipo de inconvenientes al consumir este alimento: “Podría estar consumiendo el equivalente a un tomate al día todos los días, y no debería pasar nada”.
Por otro lado, las personas con alguna patología deben cuidar el consumo excesivo de la fruta. Algunas personas no tienen el colón en forma completa, en ese caso puede aumentar el riesgo de cálculo de oxalato.
“Nadie come dos o tres tomates por comida. Medio tomate es suficiente para el aporte de vitaminas que necesita”, afirma este último.
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