En la intensidad del sexo fingir no es algo que tenga mucho sentido. Pero ocurre. Fingir orgasmos, en el caso de las mujeres, ocurre pese a que la investigación sexual sugiere que tiene un impacto negativo en la satisfacción sexual.
¿Por qué las mujeres fingen? Un estudio en mujeres entre 18 y 94 años en Estados Unidos, publicado recientemente, indica que 58,8% de ellas reportó haber fingido un orgasmo. De ellas, un 3% admitió que alguna vez lo hizo, pero ya no. Es decir, un 55% lo hace como práctica frecuente.
La investigación, desarrollada por investigadores del Centro de Promoción de la Salud Sexual de la Universidad de Indiana, ahondó en la prevalencia y las razones dadas para fingir y dejar de fingir el orgasmo. También analizaron historias de mujeres que relataban que no sabían cómo comunicarse a nivel sexual, y las razones de ellos. Asociaron además, la relevancia que tiene la no comunicación sexual con la satisfacción sexual y el orgasmo falso.
Las encuestadas fueron 1.008 mujeres adultas que completaron una encuesta confidencial en Internet. El factor comunicación, detectaron en el estudio es un elemento clave. Las que continuaron simulando orgasmos tenían más probabilidades de indicar vergüenza al hablar sobre sexo con su pareja de manera explícita y eran menos propensas a aceptar que ellas y su pareja podían hablar específicamente sobre lo que hace que el sexo sea más placentero para ellas.
Más de la mitad (55,4%) informaron que habían querido comunicarse con una pareja con respecto al sexo, pero decidieron no hacerlo. ¿Las razones? Entre las más comunes estaban el no querer herir los sentimientos de una pareja (42.4%), no sentirse cómoda al entrar en detalles (40,2%) y vergüenza (37,7%). En la otra vereda, la mayor satisfacción sexual autoinformada se asoció con una comunicación sexual más cómoda.
A la hora de "fingir", las razones que entregaron las mujeres estudiadas, variaban de querer que su pareja se sintiera exitosa, querer que el sexo terminara porque estaban cansadas y porque les gustaba la persona y no querían que se sintieran mal.
Ego y ser "buen amante"
Odette Freundlich, kinesióloga especialista en sexualidad y disfunciones del suelo pelviano, y directora de Centro Miintimidad, indica que en Chile lo que se aprecia en consulta, es que en general, las mujeres fingen orgasmos para complacer y dejar tranquilos a sus parejas. "La presión que ejercen los medios de comunicación, la falta de educación en el área de la sexualidad, la falta de comunicación, el concepto de ser un buen amante y tener una buena performance en la cama, logrando que su pareja alcance orgasmos espectaculares en cada encuentro sexual, la falta de conocimiento de su propio placer, son algunos de los motivos por los cuales las mujeres fingen orgasmos", dice.
Este comportamiento impacta en la satisfacción sexual, pues en vez de entregarse y soltar el control en la experiencia sexual, la mujer está monitoreando desde afuera si logrará experimentar la anhelada explosión de fuegos artificiales, detalla Freundlich, "y así deja de vivir la experiencia en forma plena".
Si no se conecta el cerebro en los encuentros íntimos, difícilmente se logrará el placer deseado, especifica Freundlich, "pues no se trata tan sólo de presionar un botón, de estimular el clítoris o estar durante un largo período con un pene erecto, controlando la eyaculación dentro de la vagina, sino muchísimo más que eso". Agrega que es importante que quede bien claro que la vagina tiene muy poca sensibilidad, que la zona más sensible al placer es el tercio más externo y que un mínimo porcentaje de mujeres logra experimentar orgasmo sólo con penetración vaginal. Por lo tanto, no tenemos que olvidarnos que la piel es el gran órgano sexual, lleno de zonas placenteras. Algunas mujeres logran incluso sentir orgasmo con caricias fuera de la zona genital, conectándose con el momento presente e integrando el cerebro en esta experiencia.
¿Influirá el machismo? "Sí, lamentablemente", admite Freundlich. En consulta se ven relatos de muchas mujeres que para cumplir la tarea, para que la pareja quede tranquila y no le siga preguntando en cada encuentro si tuvo un orgasmo, ellas lo fingen, "para dejarlo contento y sienta que es un buen amante. Muchas pacientes que asisten a Centro Miintimidad dicen, 'prefiero que él la pase bien y crea que yo tuve un orgasmo, así se sentirá contento y me dejará tranquila por un rato'".
Una práctica, dice, en la que también incluye la pornografía. La pornografía no es una buena fuente de educación sexual, pues lo que ocurre en las películas no es la realidad. "Casi ningún hombre logra mantener un pene erecto sin medicamentos, por tanto tiempo, muy pocas mujeres logran experimentar un orgasmo tan rápido y sin un juego preliminar antes de la penetración, pues no se producen los cambios fisiológicos generados en la respuesta sexual", detalla la especialista.
Hay varios estudios que muestran que las mujeres necesitan aproximadamente 20 minutos para experimentar un orgasmo y que sin estimulación en el clítoris, además de muchos otros factores, es muy difícil lograrlo. Pero además, señala Freundlich, mientras los hombres no comprendan que no es necesario experimentar orgasmos en todos los encuentros, "que la vagina tiene poca sensibilidad y el clítoris es el gran señor del placer femenino, que la respuesta sexual femenina es distinta a la masculina, que a las mujeres no les gusta que vayan directo a los genitales y que la sexualidad no es sólo el coito, se encontrarán con mujeres que fingen orgasmos".