Un solo huevo concebido por una pareja unida por un nido. Esta es la historia de la fardela blanca, una fábula familiar casi perfecta que peligra a causa de ocho amenazas que podrían destruir la especie, la cual ha desarrollado un comportamiento defensivo contra animales que, antiguamente, no habitaban las tres islas que visita en período de nidificación. Oikonos, organización que se dedica al estudio y conservación de ecosistemas insulares, trabaja junto al Ministerio de Medio Ambiente en el marco del plan Recoge, que pretende recuperar (RE), conservar (CO) y gestionar (GE) esta y otras cinco especies endémicas que están siendo amenazadas.
La Ardenna creatopus -nombre científico de la fardela blanca- se distribuye a lo largo del océano Pacífico del Este, desde Canadá hasta Chile. La mayor parte del tiempo vive sobre el mar, en las costas de Baja California, Estados Unidos, y solo toca tierra después de viajar más de 20.000 kilómetros durante cinco meses para anidar durante el verano austral, exclusivamente, en isla Mocha, isla Santa Clara y en el archipiélago Róbinson Crusoe. Desde noviembre, hasta mediados de mayo, la fardela inicia su período reproductivo conviviendo en colonias que construyen nidos en forma de madriguera en las laderas de los cerros, donde dejan un solo huevo hasta que las crías puedan emigrar. La fardela blanca es considerada una especie nidificante endémica que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), a nivel internacional, ha catalogado como "vulnerable", mientras que en Chile, según el Reglamento de Clasificación de Especies, se encuentra en la lista de animales en peligro desde 2008.
Parte de la investigación del plan Recoge estuvo en isla Santa Clara, lugar donde la especie amenazante era el conejo, que logró erradicarse en 2003. El resultado: 40% de aumento de parejas reproductoras en tres años. La directora operativa de Oikonos en Chile, Valentina Colodro, cuenta que parte de la investigación que se realizó en 2017 en isla Mocha arrojó que de los animales introducidos que afectan a la fardela, el 52,1% corresponde a gatos y 16% a perros. Parte de los objetivos del plan Recoge es educar a la población que comparte espacio junto a la fardela para disminuir las amenazas terrestres y marítimas que afectan la migración, alimentación y nidificación de la especie.
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