La curiosidad es el origen del conocimiento. Sin asombro no hay preguntas y sin preguntas no hay ciencia. La técnica nos entrega un conocimiento práctico, pero sólo la ciencia nos permite conocer la esencia, las causas y los primeros principios. Ella es una respuesta a la curiosidad, pues busca satisfacer las ansias de conocer, a través del uso de la razón.

Fomentar la ciencia a edad temprana es una de las tareas fundamentales del Programa Explora de Conicyt y ello, sólo puede lograrse, si se despierta y fomenta la innata curiosidad de nuestros niños y jóvenes. Esa es la importancia que tiene el Congreso Nacional Escolar de Ciencia y Tecnología, cuya versión XIX tendrá lugar entre el 26 y 28 de noviembre, en Concepción.

Este Congreso es el mayor evento de divulgación de ciencia y tecnología escolar en Chile y tiene por objeto incentivar el desarrollo de proyectos científicos y tecnológicos en las escuelas, por parte de estudiantes de 5° básico hasta 3° medio de todas las regiones del país. Los protagonistas son los estudiantes que, a lo largo del año, han desarrollado sus propios trabajos de investigación científica y tecnológica, con proyectos que abarcan desde las ciencias naturales hasta las ciencias sociales, como el impacto de la inmigración, el control de los incendios forestales o energías renovables.

Durante las jornadas, los estudiantes seleccionados presentan sus trabajos, comparten experiencias y conocimientos con otros jóvenes y asisten a conversaciones con científicos destacados. Los premiados tienen la oportunidad de realizar pasantías científicas, tanto dentro del país como en el extranjero. Cada año, son más los jóvenes que participan de este gran festival científico y, cada vez, con una mayor presencia de mujeres. Los proyectos que desarrollan nuestros niños y jóvenes son asombrosos. En 2016, el proyecto ganador fue un alertador sísmico, capaz de detectar temblores con nueve segundos de antelación y que, actualmente, se encuentra en uso en la ciudad de Talcahuano.

En un sistema educacional rígido y aburrido, iniciativas como éstas traen frescura a la sala de clase, alientan la curiosidad y el trabajo en equipo, promueven la creatividad y el pensamiento crítico, convirtiendo a nuestros niños en verdaderos innovadoras y hombres de ciencia.