Plantas traídas directamente de la Antártica chilena, que se cultivan in vitro, son la base de novedosas innovaciones: filtro solar y aromatizador antibacterial. Esos productos, elaborados en Chile, se realizan gracias al trabajo con nanopartículas en las que se incorporan extractos de especies nativas chilenas, entre las que se incluyen plantas que crecen en la Antártica. ¿El resultado? Productos no tóxicos y sin residuos contaminantes.
Gustavo Zúñiga, decano de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago, científico colaborador en Cedenna, es el científico detrás del filtro solar y aromatizador antibacterial con plantas de la Antártica. Cedenna es un centro de investigación y formación científica de Chile que trabaja a escala nanométrica, es decir, en dimensiones de millonésimas de milímetros, en el cual un equipo multidisciplinario de científicos nacionales busca soluciones focalizadas en la realidad chilena.
El proceso mediante el cual se elaboran no es complejo y resulta muy atractivoúñiga. "Logramos sacar plantas de la Antártida y las reprodujimos en nuestros laboratorios en iguales condiciones, para que crezcan en un ambiente controlado y libre de contaminantes", explica. Con esa misma técnica han producido plantas como boldo, quillay y maqui.
Zúñiga, lleva al menos dos décadas estudiando el comportamiento de plantas en Antártica, pero en los últimos años se ha concentrado en un grupo en particular. "Los musgos son plantas más primitivas que los cultivos, tienen la ventaja de perder sobre el 90% de su agua, permanecer secos por largos períodos, y recuperarse cuando las condiciones son favorables", destaca.
Su estudió se ha enfocado en la respuesta a la radiación ultravioleta, la respuesta a la falta de agua o a la desecación y la respuesta al exceso de sales, "que son tres condiciones que se dan de manera simultánea en algunas de las especies de musgos que estamos investigando", dice el investigador.
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Musgos antárticos que investigan científicos en Cedenna.[/caption]
100% natural
El trabajo que realizan es extraer de las plantas algunos principios activos que, incorporados en nanopartículas, favorezcan su efecto antioxidante, antibacterial y antifúngico. Eso permite, en el caso del aromatizador, que tenga propiedades antibacterianas. Su efecto es tan potente, que incluso podría utilizarse en centros de atención de salud para reducir los niveles de infecciones intrahospitalarias, destaca.
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Musgos in vitro.[/caption]
Por otro lado, el desarrollo del filtro solar es en base a nanopartículas de una flor muy singular de la Antártica, que se conoce como el clavel antártico. Esta es una de las dos únicas plantas con flores que crecen en esta zona y que se caracteriza por tener moléculas altamente resistentes a los efectos del cambio climático, sobre todo a la radiación de filtros UV. A partir de ella, se aislaron moléculas que actúan filtrando los rayos UV-B lo que ha permitdo generar un filtro solar natural.
Los bloqueadores disponibles en el mercado contienen químicos que pueden producir alergias y tener contraindicaciones. Sin embargo este desarrollo no contiene alcohol y es 100% natural. "Este filtro impide que los rayos UV atraviesen la superficie de la piel, reduciendo el daño y los niveles de quemadura producidos en las primeras capas de piel", explica Dora Altbir, directora de Cedenna, sobre el funcionamiento del filtro solar.