Físicos chilenos y cómo evitar el colapso: “Debimos tomar medidas drásticas hace tres días”
Un estudio elaborado por doctores en física -incluyendo un Premio Nacional de Ciencias Exactas- señala que si en pocos días no se instauran condiciones distintas a las de otros países, el sistema de salud chileno podría colapsar.
Según el último informe del Ministerio de Salud (Minsal), hasta este miércoles en Chile habían 1.142 casos de coronavirus, contabilizando tres fallecidos. La cifra aún parece lejana si observamos a países como Italia (81 mil casos, 6.820 muertos), EE.UU. (55 mil casos, 802 fallecidos), y España (47 mil casos, 3.434 víctimas fatales), ubicados en los primeros lugares de un listado que aumenta día a día.
Pero según un grupo de destacados científicos chilenos, la posibilidad de acercarnos a ese grupo de países podría ser una realidad, siempre que no se instauren medidas más drásticas que las tomadas hasta ahora.
Así lo revela un estudio publicado en la Universidad de Cornell por los doctores en física Pablo Moya, Miguel Kiwi y Francisco Muñoz (Universidad de Chile), que junto a Rafael González (Universidad Mayor) plantean la posibilidad de una cuarentena en Chile y otros países, a través del cálculo de un “índice de carga”, que relaciona las capacidades del sistema de salud de un país para tratar casos graves y críticos.
“A partir del 23 de marzo de 2020, mostramos que Chile, EE. UU. y Reino Unido, entre otros países, deben reducir la tasa de infecciones en este momento. De lo contrario, en menos de 7 días podrían estar en una situación catastrófica como Italia, España e Irán”, plantea la investigación.
El domingo
Miguel Kiwi, doctor en física, profesor de la Universidad de Chile y Premio Nacional de Ciencias Exactas en 2007, señala a La Tercera que “el estudio se basa en los datos duros que se tienen de los casos y fallecidos. Lo que establecemos, es que hay un sólo factor importante que determina todo: la relación entre el número de enfermos, camas UCI y camas de hospital. Si ese número se excede, el sistema hospitalario colapsa y se produce la hecatombe”, afirma.
Para el físico, el inconveniente es que en muchos países el número de enfermos está creciendo muy rápido, y en Chile, en no muchos días llegaremos al punto de sobrecarga hospitalario, a menos que se tomen las medidas correspondientes.
El problema, asegura, se encuentra especialmente con la cantidad de respiradores mecánicos.
"Aunque pocos pacientes requieren de ventilación mecánica, si ese numero excede al de respiradores disponibles, la situación no pinta bien", dice.
Y la falta de respiradores mecánicos es una realidad, tanto en Chile como en el mundo. Hasta la semana pasada, sólo un 5% de los pacientes había requerido hospitalización, y de ellos apenas seis personas necesitaron ser conectados a ventilación mecánica.
Según el Minsal, existen 2.500 ventiladores mecánicos en el sistema público, añadiendo 800 equipos adquiridos por el organismo debido a la pandemia en el país. En EE.UU. tienen el mismo problema, ya que con una población mayor, apenas cuentan con 160 mil de estas máquinas, según cifras del New York Times.
“Por el momento, en los países que no han tomado medidas drásticas -como una cuarentena-, el crecimiento de los casos ha sido exponencial”, indica el físico de la U. de Chile.
“Mientras antes se tome una medida seria, más chances tenemos que no se produzca una hecatombe, pero se ve difícil. Y si no es una cuarentena, al menos que la gente tome conciencia que no puede salir a la calle o a reuniones sociales”.
-¿Y cuándo debimos tomar esas medidas drásticas?
“El domingo pasado”, asevera.
Aplanar la curva
“Para nuestro análisis tomamos los datos de infección del covid-19 -sólo datos, sin simulaciones- y los cruzamos con información de la capacidad del sistema de salud de varios países”, puntualiza Francisco Muñoz, doctor en física y académico de la Universidad de Chile. “Consideramos qué porcentaje de los infectados necesitan cuidados críticos, y la capacidad disponible de camas UCI”.
“Esto nos da un número, el indice covid-Burden (carga del covid-19 an sistema de salud): Si es 0, todo es normal. Si llega a 1, el colapso del sistema de salud es inminente y la tasa de muertes aumentará drásticamente”, apunta.
El físico señala que por ahora es imposible realizar predicciones sobre el número de contagiados, ya que en los próximos días se sabrá si seguimos la curva de Italia o de Corea del Sur.
Muñoz indica que casi todos los países se acercan como Chile al ‘burnout limit’ (punto de colapso del sistema, en la curva todos similares siguen el mismo patrón). De ellos, el único que se ha mantenido por debajo de ese límite es Corea.
"¿Las medidas de Chile se han parecido más a las de los países occidentales o a las de Corea del Sur? Chile reaccionó mucho más rápido que Europa en muchos aspectos -cierre de colegios y fronteras, etc.- pero no tan rápido, ni tan efectivamente como Corea”, asegura.
Pablo Moya, doctor en física y académico de la Universidad de Chile, cuenta que “al ver la situación de países como España, Irán e Italia, siempre se recalcaba que lo más importante de ‘aplanar la curva’ no es evitar los contagios, sino evitar el colapso del sistema de salud. En ese caso, la pregunta que nos hicimos fue ‘¿por qué ocurre?’ Y la respuesta más simple es: el sistema colapsa cuando la cantidad de personas enfermas que necesita atención intermedia o intensiva es mayor que la cantidad de camas hospitalarias disponibles para ese tipo de enfermos”.
En relación a la posibilidad de predecir el número de contagios y estar tranquilos con las medidas actuales, Moya indica que los datos oficiales y estimaciones sencillas dicen que no.
“Estamos muy preocupados porque la evidencia indica que mientras más se demoran las autoridades en tomar medidas de distanciamiento social efectivo, es peor para ese país. Además, como lo estima el índice que creamos, el problema no es necesariamente el número de contagios totales sino que la cantidad de casos que necesita hospitalización versus la capacidad hospitalaria”.
Complejo escenario
Para los científicos, un escenario como el de España o Italia es en absoluto descartable para Chile.
“Los datos muestran que los modelos de ajuste de la progresión de casos en la etapa inicial del brote casi siempre fallan. Eso significa que no es posible predecir la situación a mediano y largo plazo, por lo que lo responsable es no descartar de antemano los peores escenarios”, dice Pablo Moya.
Francisco Muñoz agrega que “según los gráficos, cuando el sistema de salud colapsa, la mortalidad aumenta fuertemente. España, Italia e Irán fueron particularmente lentos con las medidas de contención, y sus índices de mortalidad se dispararon. De los datos no podemos inferir si ocurrirá lo mismo en Chile. Personalmente, me inclino a pensar que la situación no será tan grave como en esos países -donde lo peor aún no llega-, pero creo que será una tragedia terrible”.
“No estoy tranquilo con las medidas actuales, tal vez el panorama nacional no sea tan malo como en Europa o EE.UU., pero creo que el sistema de salud chileno va a colapsar. Ojalá nuestro trabajo aliente a las autoridades a tomar medidas más fuertes”, sentencia el doctor en física de la Universidad de Chile.
Paños fríos
Sin embargo, los expertos afirman que aunque este tipo de análisis complejos puede ser elaborado por otro tipo de profesionales, un cálculo simple con pocas suposiciones demuestra que si el índice de carga explota, el sistema de salud también.
"Los físicos somos bastante prágmaticos al estudiar datos, y tenemos una capacidad de abstracción muy desarrollada", indica Francisco Muñoz.
“Un ejemplo: en nuestro estudio consideramos mil camas UCI con una ocupación “normal” del 75% (cifras OCDE), ¿Qué pasaría si en realidad Chile tiene o habilita 500 camas UCI extra, esto nos salvaría del colapso? Claramente no tendría ningún efecto en evitar el colapso del sistema de salud, debido a que el contagio es exponencial, y en pocos días esas camas no darán abasto. A lo que voy, es que estamos acostumbrados a realizar aproximaciones y ‘descubrir’ qué es lo mas importante de un problema”.
“Un buen modelo físico es el que logra separar los detalles irrelevantes para abstraer el objeto de estudio, tratando de extraer lo realmente medular”, dice Pablo Moya.
"Esa experiencia nos ha permitido aportar respecto de la necesidad de una cuarentena generalizada a pesar que no somos expertos ni en epidemiología ni salud pública. En ese sentido, la física y otras áreas del conocimiento pueden aportar bastante, cada una desde su propia perspectiva".
“Se ha hablado mucho de la necesidad de establecer una cuarentena a nivel nacional pero el gobierno se muestra reticente. Tratamos de crear una herramienta simple de entender sobre qué tan malo es el panorama, y así ayudar a tomar decisiones fundadas. Nuestro trabajo diario es con simulaciones y modelos, y lo que hemos visto en las redes sociales no se ven confiables, así que nos quedamos con datos y no con simulaciones”, añade Muñoz.
La respuesta de la mayoría de los países de la región ante el rápido brote del Covid-19 ha sido considerada lenta. Los dos Presidentes de las mayores potencias, México y Brasil, se han negado a admitir la explosión del coronavirus. Otros, como Colombia y Argentina, han tomado medidas más drásticas.
A 22 días del primer caso en Chile, el Covid-19 ha mostrado su alta capacidad de contagio. Hoy hay dos regiones en los que parte o la totalidad de sus autoridades están en cuarentena, mientras en el Poder Judicial ya se conocen de los primeros casos. El Poder Legislativo tampoco se salva. Las cifras siguen corriendo.
¿Hasta dónde se puede correr el cerco ampliando beneficios carcelarios con el fin de evitar un brote de coronavirus en las cárceles? El debate motivó esta semana la intervención pública de Klauss Schimidt -Hebbel, padre de una de las víctimas de Pilar Pérez. A su vez, la defensa de la arquitecta que se hizo conocida como "La Quintrala" apuesta a que su representada obtenga el beneficio de arresto domiciliario.
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