La fitotecnología consiste en el uso de especies vegetales, como plantas y microorganismos, para resolver problemas ambientales y rehabilitar ecosistemas. Uno de estos usos es preservar el paisaje en el terreno donde se instalará y operará un depósito de relaves filtrados.

Los depósitos de relaves son una obra de ingeniería que aísla el material sólido de descarte (relave) del material metálico de interés, en este caso el hierro, ya que CMP trabaja con ese material.

Es precisamente el proyecto que lleva a cabo la Compañía Minera del Pacífico (CMP), que ha implementado la fitotecnología a su proyecto “Depósito de Relaves Filtrados” (DRF), ubicado en Huasco, para preservar las especies vegetales propias del sector.

El superintendente de Proyectos Ambientales de CMP, Claudio Masson explica que el DRF “consiste en filtrar los relaves mediante una prensa para luego disponer este material en el terreno”. Al ser filtrado se retira parte importante del agua contenida asegurando una humedad menor al 20% de tal modo que pueda ser compactado y apilado.

Una vez que termina la vida útil del depósito de relave, es decir, cuando alcanza su capacidad máxima, debe cerrarse. En este caso en particular, el cierre del depósito se realiza mediante la cobertura de la superficie visible, primero con material granular y luego con arena.

Al ser cubierto con un medio de características similares al natural, se busca restituir las propiedades del suelo para luego albergar especies vegetales propias de las dunas costeras.

Ahí entra en acción la fitotecnología, que mediante la instalación y operación de un vivero de plantas ubicado en Huasco, pretende reproducir las especies vegetales propias de la zona para plantarlas sobre el DRF cuando se implemente el cierre progresivo del depósito.

“Este tratamiento no solo evita la erosión del viento a medida que crece el depósito, sino que además, restituye el paisaje con el objetivo que al término de la etapa de operación el depósito se integre a la forma de las dunas costeras”, comenta Masson.

Vívero ubicado en Huasco cuyas especies luego serán usadas en el relave. Foto: CMP.

La ventaja de esta técnica es resolver un problema ambiental basado en la naturaleza, que a largo plazo dice ser menos invasiva y con mayores beneficios.

A contar del segundo año, CMP estima que logrará reconstituir de manera natural y en forma progresiva los servicios ecosistémicos del lugar, y recuperará las propiedades del suelo original. Es decir, una duna costera con vegetación propia de su entorno y un suelo que quedará útil para el desarrollo del ecosistema natural del sector intervenido.

Este proyecto está siendo desarrollado con profesionales y/o asesorías especializadas de académicos de la Escuela de Arquitectura de la Pontifica Universidad Católica de Chile, la Facultad de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) y de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile (USACH).

Con una duración de seis años, el programa implica el levantamiento de información, la realización de pruebas piloto y desarrollar una nueva metodología de rehabilitación paisajística, para el cierre progresivo del depósito de relave.

El trabajo considera cuatro fases:

  1. Seleccionar las especies vegetales que se utilizarán durante el cierre progresivo del DRF.
  2. Diseñar y supervisar la instalación y operación de un vivero de plantas en Huasco, para reproducir las especies vegetales seleccionadas y desarrollar la tecnología de re-implantación de ellas.
  3. Diseñar, supervisar y monitorear un piloto experimental del programa fitotecnológico para definir las condiciones de plantación y sostén inicial.
  4. Elaborar una guía con la metodología desarrollada para su aplicación masiva.

A la fecha, el proyecto se encuentra en la fase 2, y los análisis y estudios de la vegetación se realizan en los laboratorios del departamento de Biología de la Universidad de Santiago. Esto ha permitido avanzar en el diseño y piloto del programa fitotecnológico.

Según CMP, actualmente no existen casos de estudios de este tipo y el conocimiento científico relacionado al tratamiento específico de relaves es bajo, por lo que este proyecto trata de una iniciativa innovadora y relevante a nivel nacional.

Plantación en Huasco. Foto: CMP.

“La restauración ecológica es un fin deseable para todo proyecto minero, ya que permite compatibilizar de manera más efectiva, y a largo plazo, los efectos de los residuos masivos mineros, como por ejemplo el depósito de relaves”, comentó el superintendente de Proyectos Ambientales de CMP.

El proyecto cuenta con el apoyo de Corfo bajo la Ley de Incentivo Tributario de Investigación y Desarrollo (I+D), por más de $1.600 millones, que contribuyen de manera relevante a resolver necesidades de la industria minera.