Fluctuaciones climáticas, desapariciones glaciares y rocas erosionadas: así fue la era del hielo en Chile

Cordillera
La cordillera de la Región de O’Higgins cuenta con el mayor y más antiguo registro histórico, ya sea de relatos, mapas y descripciones de Chile Central.

Investigación reconstruye cambios climáticos en la Cordillera de Los Andes a través de registros geológicos dejados por fluctuaciones glaciares, lo que podría permitir entender mejor la evolución actual y futura de este macizo rocoso sudamericano.


La Cordillera de Los Andes, emblema de nuestra zona central y del país, es la cadena montañosa más larga del planeta y –además- la más elevada fuera de Asia. Se originó cuando la Placa de Nazca se deslizó contra el continente sudamericano, hundiéndose bajo él y produciendo una “subducción”. De eso han pasado más de 100 millones de años y, en ese periodo, un sinnúmero de cambios climáticos, de los que poco se sabe.

De allí que Hans Fernández, Doctor en Geografía e investigador postdoctoral del Instituto de Ciencias Agroalimentarias, Animales y Ambientales (ICA3) de la Universidad Estatal de O’Higgins (UOH) trabaja en una investigación que apunta a reconstruir los cambios climáticos de Chile Central (desde Coquimbo al Maule) a través de registros geológicos dejados por las fluctuaciones glaciares hace miles, cientos y decenas de años.

La reconstrucción de la historia glaciar -en el largo plazo- puede permitirnos entender mejor la evolución actual y futura de la Cordillera de Los Andes, en el contexto del calentamiento del clima. “En general no se sabe mucho de las fluctuaciones glaciares de Chile Central, especialmente porque los estudios son pocos y buena parte de los registros geológicos han sido cubiertos o re-trabajados por deslizamientos de laderas, conos de escombros, aluviones, actividad volcánica o caída de rocas generadas por terremotos”, explica Fernández, quien ha centrado su trabajo en geomorfología glacial, geo-cronología y paleoclimatología.

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El investigador en terreno.

En dicho contexto de falta de información, el grupo de investigadores que encabeza Fernández se dio cuenta de que algunas secciones de la cordillera en San Fernando (Región de O’Higgins) tienen excelentes grados de conservación. “Fuimos al valle del Glaciar Universidad y utilizamos aquellos registros -bien conservados- que nos han permitido reconstruir las fluctuaciones del hielo desde los últimos 20 mil años al presente”, explica el investigador UOH.

“Los resultados indican que la culminación del Último Máximo Glacial en la región ocurrió entre 20 mil y 17 mil años atrás. Dichos datos son similares a los obtenidos en otras áreas montañosas del planeta. Luego, ocurrió un breve e interesante retorno a condiciones glaciales, entre los últimos 14 a 10 mil años, lo cual -al parecer- solo pasó en el hemisferio sur”, puntualiza el geógrafo.

Los datos más jóvenes obtenidos por los investigadores corresponden al último milenio. “Entre los siglos XIII y XVI, el Glaciar Universidad tuvo un re-avance, situación que lo hizo 3 kilómetros más extenso que como es hoy. Un segundo re-avance similar ocurrió a comienzos del siglo XIX. Lo llamativo de lo anterior, es que estas fluctuaciones glaciares se circunscriben temporalmente en lo que se conoce como ‘Pequeña Edad del Hielo’, un período de fluctuaciones climáticas que ha sido muy bien descrito para Europa y que ocurrió entre el año 1300 y 1850. De ese periodo sabemos muy poco en Chile. Desde ese momento (siglo XIX), y salvo por un pulso glaciar que data de mediados del siglo XX, la retirada del Glaciar Universidad ha sido continua hasta nuestros días”, señala Fernández.

El mayor y más antiguo registro histórico

Otros de los hallazgos de la investigación, tiene que ver con la forma en que desaparece el Glaciar Universidad. “La investigación detalla que el hielo cordillerano, en periodos cálidos y secos como el actual, tiende a adelgazar, fragmentarse y cubrirse de sedimentos. De esta forma, el hielo de origen glaciar termina como un cuerpo aislado y cubierto por sedimentos. Dichos cuerpos de hielo aislados, que se encuentran bajo tierra, los hemos observado en varias cuencas andinas de Chile Central y creemos que representan recursos hídricos que hasta el momento han sido subestimados”, detalla el investigador.

Fernández indica que la investigación se basó en el mapeo -en detalle- del paisaje de alta montaña. Allí obtuvieron una primera impresión de los registros geológicos generados por el Glaciar Universidad. Además, hicieron una recopilación de relatos y mapas históricos.

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Los resultados indican que la culminación del Último Máximo Glacial en la región ocurrió entre 20 mil y 17 mil años atrás.

“La cordillera de la Región de O’Higgins cuenta con el mayor y más antiguo registro histórico, ya sea de relatos, mapas y descripciones de Chile Central. El mapeo y lo indicado en los registros históricos lo corroboramos con largos trabajos de terreno, que en un caso nos significó estar cerca de un mes en la alta montaña”, señala Fernández.

Una vez confeccionado el mapa de las huellas del Glaciar Universidad, los investigadores utilizaron la técnica de datación por exposición superficial de rocas, un método relativamente novedoso y técnicamente complejo, que aún no se masifica en Sudamérica. “Muchas rocas en la alta montaña fueron arrastradas, erosionadas y depositadas por el Glaciar Universidad varios kilómetros valle abajo. A través de esa técnica de datación, aplicada en rocas con evidencia de trabajo glaciar, logramos saber dónde estuvo el hielo con relativa precisión”, explica.

El investigador de la Universidad de O’Higgins señala que la reconstrucción de la historia del Glaciar Universidad “es la de mayor y mejor precisión en Chile Central, por ende, puede servir como un modelo de trabajo para investigaciones futuras”.

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