Genera corrientes parásitas: alertan que el Sol está emitiendo las llamaradas más intensas en décadas
Un reciente registro de un satélite de la Nasa dio a conocer cuatro nuevas y poderosas llamaradas en dos días. Puede afectar las comunicaciones vía satélite y la red eléctrica. Y podrían ocurrir más
“Una llamarada solar es una potente emisión de radiación, incluidos rayos X. Esta radiación viaja a la velocidad de la luz y se tarda igual que todas las radiaciones emitidas por el Sol, unos ocho minutos, en alcanzar nuestro planeta”, explica Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago
Sin embargo, añade, “las llamaradas solares también coinciden muchas veces con la emisión de partículas cargadas, que se conoce usualmente como emisiones de masa coronal”.
“Estas partículas se demoran en general uno o dos días en alcanzar la Tierra. Al ser partículas con carga eléctrica, son desviadas por el campo magnético de la Tierra hacia los polos”, sostiene Cordero.
Genera corrientes parásitas: alertan que el Sol está emtiendo las llamaradas más intensas en décadas
La explicación del climatólogo radica en el reciente registro del satélite Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la Nasa, que informó de cuatro nuevas poderosas llamaradas solares en dos días, que se suman a otras dos del pasado fin de semana, en pleno peak del ciclo solar.
Tres de las llamaradas se clasificaron como X1.0 y una como X2.2. La clase X denota las llamaradas más intensas, mientras que el número proporciona más información sobre su fuerza. Estos eventos coinciden con el máximo de actividad en el ciclo solar de 11 años, previsto entre enero y octubre de este año.
Las erupciones solares son poderosas explosiones de energía y pueden afectar las comunicaciones por radio, las redes de energía eléctrica, las señales de navegación y representar riesgos para las naves espaciales y los astronautas.
El SDO capturó imágenes de las erupciones solares (a continuación), que muestran un subconjunto de luz ultravioleta extrema que resalta el material extremadamente caliente en las llamaradas. La imagen de la izquierda está coloreada en verde azulado y la de la derecha está coloreada en rojo.
El dato más interesante es que por la magnitud y dirección de este evento que la Agencia Norteamericana de la Atmósfera y el Espacio (Noaa), ha emitido una alerta de “tormenta geomagnética severa” por primera vez desde 2005. Es decir, es la primera alerta en casi dos décadas”, sostiene el climatólogo.
“Es uno de los eventos más intensos en décadas (la última vez fue en 2005, hace 19 años). La radiación puede perturbar la atmósfera y los satélites... se esperan algunas perturbaciones en las comunicaciones más tarde hoy. Lo bueno es que podrían comenzar a llegar fotos extraordinarias de auroras desde los polos”, ratifica Cordero.
Cordero explica que una llamarada solar, “es la interacción de estas partículas cargadas con nuestra atmósfera, las que provocan las llamadas auroras sobre los polos”.
Llamaradas muy intensas y emisión de masa coronal puede dañar o desactivar satélites de comunicación. “Así que podríamos experimentar algunas intermitencias en las comunicaciones internacionales vía satélite en los próximos días”, sostiene.
El climatólogo aclara que en el caso de tormentas solares muy intensas, podría verse efectos en la red eléctrica, pero no se cree que la intensidad del fenómeno de ayer y hoy alcance para algo así. “De cualquier manera si ese fuese el caso, los países más afectados serían los que están en latitudes altas. El riesgo en la zona central de Chile es muy muy cercano a cero”.
“Los países más afectados son los que tienen redes eléctricas más cerca de los polos. Por ejemplo, países nórdicos o Canadá”, indica.
“Estas partículas cargadas también tienen efectos en la composición atmosférica. Se ha verificado, por ejemplo, que pueden afectar temporalmente la concentración de ozono estratosférico, es decir, aquel que forma la capa de ozono que protege la Tierra”, señala.
El Sol emite una gran llamarada, una de las más intensas en décadas
Estas mismas partículas cargadas pueden generar corrientes parásitas en los circuitos de los satélites que orbitan la Tierra. “La posibilidad de dañar satélites en caso de eventos intensos no es menor”, establece el climatólogo.
La llamarada solares y las emisiones de masa coronal son parte de los que se conoce como “actividad solar transiente”. “Esta actividad varía de acuerdo a ciclos de 11 años. El último mínimo de actividad solar transiente se registró en 2019, así que es esperable que durante estos meses se registre mayor actividad solar, a medida que nos acercamos al máximo del ciclo solar”, añade.
La llamaradas y las emisiones de masa coronal se originan en puntos de gran actividad electromagnética en la superficie del Sol. Estos puntos son conocidos como manchas solares. Cordero señala que los humanos llevamos registrando los ciclos solares desde hace siglos, básicamente contando el número de manchas solares. Para observarlas, basta con mirar al Sol utilizando lentes especiales como los que usamos durante los eclipses.
Pese a los diversos efectos que genera este fenómeno, Cordero aclara que no tiene algún tipo de influencia en el fenómeno de La Niña o El Niño. “La actividad solar transiente no afecta el clima de la Tierra, aunque sí puede afectar la concentración de algunos gases en la parte alta de la atmósfera polar”, sostiene.
“Aún así, el evento podría no estar terminado. El origen de esta llamaradas fue una enorme mancha solar que todavía se muestra muy activa. Eso significa que no se pueden descartar nuevas o más potentes llamaradas para los próximos días u horas”, adiciona Cordero.
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