Las infecciones urinarias -también conocidas como cistitis- se producen en la vejiga cuando entra algún germen por la uretra y encuentra un ambiente propicio para reproducirse, generando una serie de molestias. En mujeres son especialmente frecuentes.

En este contexto, Sara Minces, ginecóloga de Clínica Bupa Reñaca, explica qué hacer para prevenirlas y cómo darse cuenta de que estamos en presencia de una infección.

“Las infecciones urinarias se generan habitualmente por bacterias que provienen de la zona perianal. Como las mujeres tienen la uretra corta, esto facilita su llegada a la vejiga. Se producen por varias causas, pero entre las principales están las relaciones sexuales y la humedad en la zona genital, motivo por el que aumentan en época de verano”, señala.

En este sentido, Minces recomienda: Mantener la ropa seca. Cambiar la ropa interior con más frecuencia, preferir la de algodón y sacarse el traje de baño mojado (sobre todo después de nadar en piscinas), aumentar la ingesta de líquido.

Además, preocuparse de beber al menos 2 litros al día y orinar frecuentemente. No esperar períodos prolongados para ir al baño y orinar sobre todo después de una relación sexual.

Los síntomas más comunes

De acuerdo a la ginecóloga, las principales señales de una infección urinaria son ardor o quemazón al orinar, mal olor en la orina, orina turbia, sensación o deseo urgente de orinar, aun cuando la vejiga esté vacía, y malestar general.

“Cuando la infección se complica y sube hacia los riñones, puede aparecer dolor lumbar y fiebre. Es muy importante que las pacientes consulten apenas noten cualquiera de estos síntomas, para iniciar el tratamiento lo antes posible”, dice Minces.

Como los gérmenes que producen la infección urinaria son bacterias, se trata con antibióticos. “Suelen tener muy buena respuesta. Los tratamientos duran entre 5 a 7 días, pero ya desde las primeras tomas los síntomas mejoran rápidamente”, añade.