De acuerdo con los datos liberados por el Departamento de Estadisticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud (Minsal), los fallecimientos de hombres y mujeres a nivel nacional difieren considerablemente. A nivel país, entre el 16 de marzo y el 25 de junio fallecieron más hombres que mujeres (5.088 vs 3.847) por Covid-19.
En el mundo, sin importar la geografía o la edad, los hombres muestran peores resultados que las mujeres ante el Covid-19, tanto en el desarrollo de la infección como en los fallecimientos. Ellos tienen mayores probabilidades de ser hospitalizados con Covid-19 grave, y más probabilidades de morir a causa de éste.
En tanto, las mujeres contraen el virus en las mismas proporciones que los hombres, pero con mayoresprobabilidades de recuperarse. Esta brecha se explicaría por factores biológicos y por razones socio-culturales.
Entre los 20 y los 85 años, los fallecimientos de hombres superan en un 60% los de las mujeres, aunquelas cifras muestran diferencias todavía más importantes a nivel regional y comunal. Así lo establece un estudio realizado por la Asociación Red de Investigadoras y el Observatorio de Género y Equidad, que examina la situación en Chile a partir de los datos del DEIS-Minsal, comparando las personas fallecidas por sexo y edad, a nivel nacional, regional y comunal, en números absolutos y tasas por 100 mil.
Imagen regional
En otros datos, el trabajo indica que en menores de 19 años y mayores de 85 años fallecieron más mujeres que hombres.
Las muertes infantiles debido a la Covid-19 son extremadamente inhabituales y se dan en menos de 1% de los casos, según un estudio europeo. En Chile fallecieron en el período considerado, 34 menores de 20 años, 19 niñas y 15 niños, representando un 0,4% del total de fallecidos.
Las cifras entre hombres y mujeres fallecidas varían entre regiones y comunas. En las regiones Metropolitana, Tarapacá y Antofagasta la tasa de mortalidad por cien mil presenta la mayor brecha de género (RM: 95,3 vs 71,4; Tarapacá: 42,18 vs 20,44; Antofagasta: 46,66 vs 25,54). “Son regiones que concentran, por una parte, la actividad minera, y por otra, la gran masa trabajadora”, detalla el estudio.
La menor brecha se presenta en Los Ríos (10,24 vs 9, 39), el Maule (16,91 vs 16,03) y la Araucanía (16,79 vs 15,91), regiones con alta ruralidad y pobreza. No obstante,en los rangos de edad mayor, los números se invierten y las tasas de mortalidad en mujeres hasta duplican las tasas en hombres. Entrelos 85 a 89 años, las mujeres representan la mayor tasa de mortalidad producto del Coronavirus 2019.
Por ejemplo, en la región de Antofagasta las tasas son de 271,74 en mujeres y 177,15 en hombres, en la Araucanía, son de 276,39 en mujeres y 166,5 en hombres.
Entre 90 y 99 años en la región Metropolitana, las tasas de mortalidad por cien mil son de 856,49 en mujeres y 486,05 en hombres; en Tarapacá, de 240,27 en mujeres y 98,04 en hombres; en la región del Maule, de 234,89 en mujeres y 122,25 en hombres; en la Araucanía, de 243,56 y más que duplica la de los hombres que es de 117,33.
Diferentes respuestas
En lo biológico, las mujeres tendrían una respuesta inmunológica más rápida y robusta que los hombres, causada por diferencias genéticas y hormonales, señala la socióloga Teresa Valdés, Coordinadora del Observatorio de Género y Equidad. Las hormonas femeninas tendrían un efecto potenciador de la respuesta inmunecuando un virus ataca a las células, indica.
“Mientras que la testosterona, la principal hormona masculina, sería mayoritariamente supresora. Las hormonas y un número superior de genes activos ligados al cromosoma X proporcionaríaa las mujeres una mayor protección y capacidad de respuesta frente a esta y otras enfermedades, de acuerdo con la investigación científica” , explica.
La bioquímica Adriana Bastías, de la Asociación Red de Investigadoras, agrega que se ha observado, por ejemplo, que los hombres tienen una mayor concentración en sangre de la enzima ACE2(angiotensin-converting 2), que es el receptor que permite la entrada de este coronavirus SARS-CoV-2 en las células humanas. “Por lo tanto, a mayor número de receptoresdisponibles, más facilidades de que el coronavirus produzca una infección grave. Además, este receptor es altamente expresado en el corazón, testículos, riñones y pulmones”.
También existen enfermedades previas, comorbilidades preexistentes, como la hipertensión, enfermedades coronarias, patologías respiratorias como el EPOC y la diabetes, que afectan, estadísticamente, más a hombres que a mujeres.
Se trata de enfermedades derivadas de mala alimentación, estilos de vida pocos saludables como el sedentarismo, el consumo de tabaco o alcohol, y la falta de acceso oportuno a la atención de salud, especialmente en sectores de pobreza. “Junto con la pobreza, en lo socio-cultural, la variable de género expone a hombres y mujeres de forma diferenciada al virus”, señala Bastías.
En el contexto de la pandemia, indica Valdés, una mayoría de mujeres ha asumido las tareas domésticas y decuidado de niños, niñas, personas adultas mayores y dependientes, “mientras que los hombres, en su rol tradicional de proveedores, se mantienen trabajando, exponiéndose más al virus, como se apreciaen las zonas mineraso portuarias, y también en las comunas de la Región Metropolitana donde vive la gran masa de trabajadores”.
Las brechas de género en las cifras de fallecimientos en las comunas confirman el impacto diferenciado de la pandemia en hombres y mujeres, señalan ambas especialistas. “Un fenómeno que conjuga condicionantes biológicos con la división sexual del trabajo, los niveles socio-económicos y la pobreza, la ruralidad y la estructura productiva comunal yla concentración de población indígena”, indica Valdés.
Resulta necesario, entonces, indica Bastías, “que el Ministerio de Salud entregue y analice los datos desagregados por sexo y edad, de modo de adecuar la prevención de la pandemia, y los tratamientos a las condiciones específicas de mujeres y hombres, de distintas edades y en los distintos territorios”.