En marzo de 2018, la estación espacial china Tiangong-1 (Palacio Celestial 1), caía fuera de control sobre la superficie de la Tierra, generando inquietud entre algunos científicos.

“La caída de este módulo espacial fuera de control no debería provocar daños y ofrecerá un espectáculo ‘espléndido’ similar a una lluvia de meteoritos”, fue la réplica de las autoridades espaciales chinas.

En un comunicado, la Agencia Espacial Europea (ESA) dio una nueva ventana comprendida entre el domingo por la tarde y la mañana del lunes en tiempo universal, explicando que la caída del Tiangong-1 se ralentizó debido a una meteorología espacial más tranquila.

“La gente no tiene que preocuparse”, afirmó la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China (CMSEO) en su cuenta en la red social WeChat. Estas naves espaciales “no se estrellan en la Tierra violentamente como en las películas de ciencia ficción”.

Finalmente, el 2 de abril, la estación impactó en el Pacífico sur. Según la Fuerza Aérea de EE.UU., la mayoría de la estación se desintegró y las partes que sobrevivieron cayeron en el océano, al noroeste de Tahití.

Ahora, nuevamente los restos de parte del programa espacial chino volverán a caer en la Tierra y una vez más, nadie sabe dónde y, según señalaron expertos, el impacto será a gran velocidad.

Se trata del cohete Gran Marcha 5B, que este domingo fue el encargado de poner en órbita su nuevo módulo de laboratorio Wentian al espacio, que se sumó a su creciente estación espacial en órbita.

China usó el cohete de carga pesada Gran Marcha 5B para poner en órbita el laboratorio de Wentian, pero el tremendo peso del cohete de más de 800.000 kilos significa que probablemente no se quemará por completo al volver a entrar.

“Desafortunadamente, es probable que la etapa central de 21 toneladas se quede en órbita baja para hacer un reingreso descontrolado en un lugar impredecible”, tuiteó el domingo Jonathan McDowell, astrónomo del Centro de Astrofísica.

Según el Washington Post, los expertos creen que es muy poco probable que los escombros lleguen a un área habitada, pero el artículo crítica a China por tomar riesgos innecesarios. Un estudio de principios de este año señaló que en 2020 y 2021, partes de los cohetes chinos Long March 5B se estrellaron. Mientras uno aterrizó en el Océano Índico, los escombros del otro dañaron las aldeas de Costa de Marfil.

Bill Nelson, administrador de la Nasa, señaló que China “no estaba cumpliendo con los estándares responsables con respecto a sus desechos espaciales”. El país asiático niega las acusaciones. Es más, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China señaló que las probabilidades de daño son “extremadamente bajas”.

La Estación Espacial China

El módulo Wentian fue lanzado desde la base espacial Wenchang en la isla tropical de Hainan en medio de una multitud de fotógrafos y entusiastas del espacio.

Luego de 13 horas de vuelo, se acopló exitosamente con el módulo principal Tianhe de la estación Tiangong la madrugada del lunes, según la Agencia de Vuelos Espaciales Tripulados de China.

El Wentian está diseñado para experimentos científicos y biológicos. El módulo de 23 toneladas es más pesado que cualquier otra entidad espacial unimodular actualmente en vuelo, según el diario Global Times, un periódico de propiedad estatal.

Otro módulo llamado Mengtian será lanzado en octubre, también con destino a la estación espacial Tiangong, donde viven tres astronautas en una misión de seis meses. Ellos supervisaron la llegada y acoplamiento del Wentian.

Un cohete Larga Marcha 5B-Y3, el más poderoso de China, transportó el módulo en el tercer lanzamiento de este tipo desde que la estación espacial inició su fase de construcción. Fue precedido por el módulo de carga Tianzhou y la nave tripulada Shenzhou-14.

El programa espacial chino es administrado por el Ejército de Liberación Popular, lo que llevó a Estados Unidos a excluirlo de su Estación Espacial Internacional. Debido a ello, China básicamente ha tenido que trabajar sola en su programa espacial, construyendo y abandonando dos estaciones experimentales antes de lanzar la versión más reciente.

China lanzó su primer astronauta en el 2003, siendo así el único otro país en hacer eso por su cuenta aparte de Estados Unidos y la antigua Unión Soviética.