Glaciares: el oro está en la superficie, no debajo
El jueves 17 de septiembre el primer Tribunal Ambiental confirmó la clausura y cierre definitivo de la mina Pascua Lama de Barrick Chile. De acuerdo a las palabras del presidente del Primer Tribunal Ambiental, explicó que el fallo reafirma que Pascua Lama no cumplió a cabalidad con su Resolución de Calificación Ambiental poniendo así fin a 20 años de controversias, juicios y daños al medioambiente de la compañía canadiense Barrick Gold. Ahora es cuando muchos nos preguntamos, ¿por qué desde un inició no se puso un alto al proyecto Pascua Lama?
El primer registro de actividades de exploración minera en la zona es de 1977. En ese año, los geólogos de Compañía Minera San José, recolectaron muestras para realizar los primeros estudios de exploración en el área. Durante los años posteriores las exploraciones continuaron y todos estos activos pasaron a manos de la compañía canadiense LAC Minerals y en 1993 se comenzaron los estudios de línea de base ambiental y factibilidad. Posteriormente en 1994 es cuando Barrick adquirió los activos de LAC Minerals.
El Tratado de Integración y Complementación Minera, celebrado entre Chile y Argentina en diciembre de 1997, y ratificado por ley nacional por ambos gobiernos en el 2000, fijó el marco legal para el desarrollo de la minería a través de la frontera. El Proyecto tenía una vida útil de 20 años según las reservas calculadas. El 2001 las autoridades chilenas aprobaron el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que presentó la empresa Barrick, pero la iniciativa se postergó hasta 2004, cuando se retomó la idea de desarrollarla. En Chile, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) fue aprobado a mediados de febrero de 2006.
El proyecto consistía en la extracción minera de los yacimientos de oro, plata y cobre que están bajo los glaciares chilenos Toro 1, Toro 2 y Esperanza (reserva de Pascua Lama). Sabiendo la destrucción masiva de glaciares y de una importante reserva en Chile, la minera canadiense Barrick S.A justificaba la explotación minera bajo los argumentos de empleo e impuestos que este proyecto significaría para Chile. Según la minera, la explotación privilegiaría la mano de obra local (chilena) y generarían más de 5.500 empleos.
El yacimiento Pascua Lama, que generó muchas dudas en Chile y Argentina, iba a ser el mayor yacimiento de oro y plata a cielo abierto del mundo con una inversión de unos 8.000 millones de dólares y debía estar operativo en 2014. Pero, ¿Qué paso en el camino?
A pesar del compromiso y cláusula antes mencionada, no se cumplieron las regulaciones mínimas y solo con la preparación de este proyecto, ya se provocaron graves daños al medio ambiente. Según un estudio del Ministerio de Obras Públicas, desde el 2005, los volúmenes de los glaciares disminuyeron entre un 60% y 70%.
Fueron estos estudios y los daños evidentes lo que comenzó con el descontento ciudadano, las protestas y la voz por parte de pueblos originarios de la zona que finalmente causaron la clausura del proyecto minero de extracción de oro “más grande del mundo”.
El 2018 tras una serie de polémicas e incumplimientos ambientales, se decretó el cierre total y definitivo del proyecto Pascua Lama. Algo nunca antes visto en Chile y muy pocas veces en el mundo. No importó la inversión, las ganancias y los intereses económicos. Fueron 6 infracciones graves, 14 infracciones gravísimas y 9 infracciones leves, hicieron que las autoridades se pusieran firmes y decretaran la clausura del proyecto. Además, se cursaron multas que superaron los 6.000 millones de dólares. El proyecto Pascua Lama se tomó la actualidad de Chile por años, hasta el cierre definitivo.
Entidades como Greenpeace sostienen que “el impacto directo de la industria minera sobre los glaciares ubica a Chile como triste líder mundial en la destrucción de glaciares. La verdad es que no hay forma de reparar los glaciares dañados, por eso deben ser intocables”.
Iba a ser el primer proyecto minero binacional del mundo, pero tras varios años y largos estudios, se concluyó que no es viable. Con todo, la compañía que opera en 13 países, tiene más motivos para celebrar que de lamentarse. Barrick sigue siendo la minera de oro más grande del mundo. En 2019 facturó US$12.800 millones, un alza de 36% frente al año anterior, y obtuvo utilidades netas de US$5.300 millones.
Chile actualmente enfrenta una grave crisis hídrica que no hará más que profundizarse en el futuro. Por eso es que resulta clave y de vital importancia proteger los glaciares pues no solo representan las más importantes reservas de agua dulce del país, sino que son parte de un ecosistema de enorme fragilidad.
A partir de este año lo más probable es que cambien los puntos de vista de varias empresas en nuestro país. ¿Es este proyecto un ejemplo a seguir?, la respuesta es un rotundo sí, pero como un modelo a no volver a repetir. Claramente se debe mantener un equilibrio entre la búsqueda de recursos minerales y el impacto medio ambiental, quizás, desde que se levantan los primeros informes de recursos en cada proyecto minero e intentar no volver a ser un ejemplo mundial de cómo no se hacen bien las cosas.
* Geólogo, Lic. en Ciencias de la Ingeniería- Universidad de Atacama, candidato doctoral en Ciencias Geológicas- UBA
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