Gunnison, la increíble historia del pueblo que resistió la gripe española, la pandemia más grande de la historia
En 1918 se registró el virus más letal de la historia, afectando literalmente a todo el planeta. Una pequeña localidad en Colorado, EE. UU. no sufrió ningún caso de contagio, una historia que hoy intriga a los científicos.
Lo del coronavirus no es inédito en la historia. Desde la aparición del hombre han existido otros grandes virus como la viruela, el cólera, la peste negra, el VIH y la gripe española. Esta última es catalogada como el virus más mortal del que se tenga registro a la fecha.
Conocida como gripe española, también fue llamada como “pandemia de gripe de 1918” o “la gran pandemia de gripe”. Esta enfermedad no solo afectó a niños y ancianos, jóvenes y adultos en estado saludable también la padecieron. Incluso animales, como perros o gatos. En un solo año se estima que mató a 100 millones de personas. Era similar a lo que hoy conocemos como Influenza tipo A.
Al igual que el actual coronavirus, esta pandemia comenzó a acechar a diferentes partes del orbe, causando mortalidad en París, Berlín, Londres y Nueva York, entre otros. Incluso llegó a Sudamérica, afectando a personas en Lima, en el Amazonas y en Chile, donde murieron 40.113 personas.
En Estados Unidos, el virus afectó hospitales y morgues en ambas costas, desde Boston a Filadelfia y entre Alaska y Texas. Pero una pequeña localidad agrícola y minera llamada Gunnison (en el estado de Colorado, en EE.UU.), fue la única que no registró ninguna víctima, pese a que las ciudades y pueblos vecinos sucumbían al poder asesino del virus.
Con 1.300 habitantes, dos ferrocarriles llegaban a diario desde Denver, ciudad gravemente afectada por la gripe española, por lo que el virus amenazaba fuertemente a la localidad.
“La gripe nos persigue” o “Está circulando en casi todos los pueblos y ciudades que nos rodean”, titulaban algunos periódicos locales de la época.
La clave del éxito de este pequeño pueblo fue su modo de actuar frente al virus. Declaró una cuarentena contra cualquier persona que intentara ingresar, levantando barricadas, cerrando escuelas e iglesias, prohibiendo fiestas y reuniones públicas. Fue un cerco total por cuatro meses. Y funcionó. Esta férrea política estuvo a cargo del médico FP Hanson, a quién posteriormente se sumó el doctor JW Rockerfeller.
La inusual inmunidad de esta comunidad intriga a los médicos y a los científicos. “El manejo de Gunnison de la situación de la gripe española es particularmente impresionante, más aún cuando se considera que casi todas las ciudades y condados cercanos se vieron gravemente afectados por la pandemia. La ciudad de Gunnison fue excepcional”, señaló la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan en un informe que redactó para la Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa del Pentágono de EE.UU.
El virus había llegado a Colorado, cuando 250 soldados proveniente de Montana, arribaron a Boulder (cercana a Gunnison). Esta última, considerando las publicaciones del periódico News Champion, que daba a conocer consejos prácticos sobre el virus, se movió rápidamente para evitar la propagación.
A través de letreros en la entrada del pueblo, las autoridades advertían a los visitantes que para ingresar a Gunnison, debían estar en cuarentena. “Cualquier persona puede abandonar la ciudad, pero ninguno puede ingresar excepto aquellos que estén en cuarentena”, señaló Hanson.
Las medidas fueron severas. Dos automovilistas y un pasajero del ferrocarril se resistieron a la cuarentena, por lo que fueron encarcelados inmediatamente.
Este modo de “defenderse” del virus, está siendo considerado como un buene ejemplo por autoridades actuales frente al coronavirus. Si bien la realidad, 102 años después, es absolutamente diferente, ofrece algunos conceptos que podrían aplicarse hoy en día, y que los científicos están considerando seriamente.
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