Los primeros pronósticos estiman que el huracán Ian toque la costa del golfo de Florida a primera hora de la mañana del miércoles. Su inusitada potencia generó que las autoridades locales instaran a los residentes del litoral del estado a evacuar a terrenos más altos y asegurarse de estar preparados.
Solo “tienes hoy” para prepararte, advirtió Jamie Rhome, director interino del Centro Nacional de Huracanes de EE.UU., respecto a la urgencia que la población tenía para huir o prepararse.
Más de 2,5 millones de habitantes del estado de Florida se encuentran bajo algún tipo de advertencia de evacuación el martes-
A medida que el huracán avanza, se espera que sus condiciones empeoren, con amenazas de vientos huracanados, lluvias torrenciales y marejadas ciclónicas dañinas, un aumento del agua del océano sobre la tierra normalmente seca.
De acuerdo a un reporte de The Washington Post, el centro de huracanes advierte que “existe el peligro de una inundación potencialmente mortal... debido al aumento del agua que se desplaza tierra adentro desde la costa”, con el mayor riesgo entre Fort Myers y Tampa Bay, donde la marejada podría llegar a los 3,5 metros.
“Va a ver impactos hasta la costa este de Florida”, dijo el gobernador Ron DeSantis en una conferencia de prensa el martes. “Es una gran, gran tormenta”, añadió.
Además de los vientos destructivos que podrían superar los 150 km/h, el Centro Nacional de Huracanes también advierte que “se esperan inundaciones urbanas y repentinas generalizadas a mediados o finales de la semana en el centro y norte de Florida”.
Algunos modelos meteorológicos sugieren que es posible que llueva hasta 600 milímetros en el centro-oeste de Florida.
Además, lejos de la zona de impacto del huracán, se teme que se generen tornados, que podrían acompañar las lluvias que generará Ian.
El ojo sigue calentándose
Ian tocó tierra en el suroeste de Cuba la madrugada del martes como un gran huracán. Desde entonces, los satélites han mostrado como el ojo del huracán se ha fortalecido. Los vuelos de reconocimiento nocturnos dentro de Ian encontraron un aumento de aproximadamente 11 o 12 grados en la temperatura del aire dentro del ojo.
Esto significa que es una señal de que el aire se hunde, se calienta y se seca. Cuanto más aire sube por la pared del ojo de una tormenta, más se hunde en el ojo, y más caliente y más claro se vuelve el ojo. Eso es un indicador de qué tan poderoso es un huracán.
Sin embargo, los científicos dicen que predecir la fuerza exacta de Ian es un desafío. Por un lado, se moverá sobre temperaturas muy cálidas en la superficie del mar que lo ayudarán a mantener su fuerza o incluso a intensificarse sutilmente. Por el contrario, un aumento del viento perjudicial, o vientos cambiantes con la altura, combinados con una afluencia de aire seco del norte podrían debilitarlo. Pero parece que lambos fenómenos se contrarrestarán para producir un debilitamiento gradual neto cuando Ian toque tierra.
El Centro Nacional de Huracanes pronostica una llegada a tierra de Categoría 3. Desde 1900, ha habido más de 650 huracanes en el Atlántico. Sin embargo, desde 1995 se han hecho cada vez más frecuentes los de categoría 3, 4 y 5, es decir, los con consecuencias más catastróficas tanto en términos de pérdidas materiales como de vidas humanas.
El Centro Nacional de Huracanes predice marejadas ciclónicas. La marejada ciclónica es un aumento en los niveles de agua por encima del suelo normalmente seco. La batimetría en alta mar de Florida, o la forma del fondo del mar, es extremadamente propicia para inundaciones graves. Eso se debe a la plataforma continental larga, poco profunda y de suave pendiente en el este del Golfo de México.
Impacto del cambio climático
La investigadora de la Universidad de Lousiana (EE.UU.) Jill Trepanier, explicó en un anota a Qué Pasa qué “los huracanes prosperan con el calor, tanto con el calor atmosférico, porque el aire más cálido puede retener más agua, como con el calor oceánico, porque tienen una mayor capacidad para evaporar agua y mover energía. Las temperaturas más altas, tanto en el aire como en el agua, puede aumentar la intensidad de un sistema”, en relación al impacto que puede tener el cambio climático en los hurcanes.