Uno de los grandes efectos de la pandemia es la aceleración de la transformación digital. Para una parte de la ciudadanía ha agilizado un proceso en curso, pero para otra gran parte de ella las tecnologías son aún inalcanzables.

Según el Informe anual del Índice de Desarrollo de la Banda Ancha desarrollado por Banco Interamericano de Desarrollo (BID) -que evalúa el estado de la banda ancha en 26 países de América Latina y el Caribe y la compara con los países de la OCDE-, lograr cerrar la brecha de la región respecto a la OCDE generaría más de 15 millones de empleos directos, impulsaría el crecimiento económico regional (PIB) en un 7,7% y aumentaría la productividad en un 6,3%.

Estos datos son claves, en tanto reflejan que el bienestar social está exponencialmente ligado al desarrollo digital, y nos interpelan a incluirlo en la mirada multidimensional de las problemáticas sociales.

Así lo entendió el Observatorio Iberoamericano de Comunicación Digital -entidad que desarrolla iniciativas con impacto social y tecnológico-, creando Con@cción. El propósito de esta iniciativa es disminuir la desigualdad por medio del fomento de la inclusión digital, situando a la ciudadanía al centro de la transformación digital. Considerando proyectos internacionales con evidencia y la experiencia territorial, se han comenzado a impulsar acciones colaborativas a partir de alianzas con universidades, organismos internacionales, entidades gremiales, reparticiones públicas. organizaciones de la sociedad civil y empresas. Nuestro norte es generar programas innovadores y adaptados a la realidad territorial, en los que los talentos de cada actor del ecosistema estén al servicio del propósito.

Dentro de ello, durante el primer semestre de 2021 junto a la Subtel y académicos de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez desarrollamos el Barómetro de la Brecha Digital Social, un estudio exploratorio que arrojó alertas muy relevantes. Si bien el 87,11% de los encuestados presenta una alta valorización de la digitalización, el 73% presenta dificultades de uso de servicios como el teletrabajo (78%), la educación a distancia (78%), el comercio electrónico (70%) y la realización de trámites virtuales del estado (68%) y de salud (61%), destacándose que las mujeres de menores ingresos y con nivel educacional básico son el grupo que presenta mayores dificultades.

Al mirar estos datos en profundidad, aparecen brechas de infraestructura (falta de equipamiento, baja conexión a internet por acceso, calidad o por no tener los recursos económicos), brechas de uso (desconocimiento, desinterés, miedo a la vulneración de privacidad) y brechas de impacto (no encontrar valor más allá del uso básico).

Sin duda tenemos que avanzar en disminuir estas brechas y la desigualdad digital, y desde conœcción estamos convencidos que la articulación de todos los sectores nos permitirá crear programas e iniciativas más innovadores, con mayor alcance, y así podremos avanzar hacia la inclusión digital de las ciudadanas y los ciudadanos.

*Directora ejecutiva de Conacción