En marzo de este año, a poco de dejar su mandato, el expresidente Sebastián Piñera anunció la creación del Parque Nacional Los Glaciares, en la zona alta, sobre los 3600 metros de altura, de los valles de los ríos Colorado y Olivares, en el Cajón del Maipo.
Si bien es una noticia que dio esperanza, al prometer la protección de 75 mil ha que incluyen 380 glaciares, correspondientes a las principales reservas de agua dulce para la Región Metropolitana, se trata de un anuncio que a la fecha no se ha concretado. Ni siquiera fue enviado el decreto para su creación.
Tras 3 años de la campaña ciudadana Queremos Parque, la creación del Parque Los Glaciares sería un gran hito. Sin embargo, dicho proyecto no permitiría el acceso ciudadano y tampoco aportaría a la protección de la biodiversidad, y deja sin propuesta ni administración la otra mitad del territorio público que está abandonado a su suerte. El polígono propuesto se trata de un verdadero archipiélago de altas cumbres que crearía una figura imposible de administrar.
¿Cómo administrar un área protegida, que solo tiene cerros dispersos?, ¿cómo habilitar su acceso?, ¿cómo establecer senderos? ¿cómo hacer que la gente, efectivamente pueda disfrutar en él?
Uno de los ejes principales de nuestra campaña, es precisamente crear acceso ciudadano a un área protegida cercana a la capital, que aporte al bienestar y esparcimiento en una zona del país que está sobrepoblada y carente de pulmones verdes y naturaleza accesible. Tras la pandemia, se hizo aún más evidente cuán importante y beneficioso es para el ser humano el contacto con la naturaleza.
Sin embargo, El Parque Nacional propuesto sólo podría ser visitado por algunos pocos deportistas de élite y de alta montaña: llegar sobre los 3.600 metros no es fácil.
Además, es bajo los 3.600 metros, donde se encuentran el bosque esclerófilo, los matorrales andinos y los humedales de altura, frágiles ecosistemas que son hábitat de muchas especies endémicas que habitan el territorio, como el Frangel (Kageneckia angustifolia) y la Alstroemeria (Alstroemeria umbellata), y territorio de pumas, golondrinas de mar, chorlitos cordilleranos y el casi extinto gato andino.
La protección de nuestra biodiversidad también es un objetivo relevante en medio de la crisis de extinciones masivas y el cambio climático que golpea.
Estamos a tiempo de hacerlo bien. Invitamos a las autoridades a concretar esta gran oportunidad de conservación del último gran territorio público que queda en Chile Central.
¡Queremos Parque !
142.000 hectáreas para tod@s