“Hasta la década de los 80, 35°C eran muy poco frecuentes”: ola de calor romperá dos récords vigentes hace varios años
El 21 de diciembre comenzó la época estival en el país con la llegada de altas temperaturas y la amenaza de olas calor para enero y febrero. Este es el pronóstico para las próximas semanas.
Este sábado comenzó el verano astronómico, el que se extenderá por 88 días. Lo hace luego de un 2024 récord, y bajo la amenaza de la llegada definitiva del fenómeno de La Niña.
Raúl Cordero, climatólogo de la U. de Santiago, señala que 2024 va a cerrar en Santiago con el récord de número de días con temperaturas superior a los 35°C. Este año se registraron ocho días con temperaturas sobre esa cifra, rompiendo un récord establecido en 2019 (número que aún podría aumentar).
“También es el año con más días con temperaturas máximas superiores a los 30°C. Este lunes se debiese romper el récord de 87 días establecido en 2020″, añade.
La situación va más allá de Chile. “Pues a nivel global, este será el año más cálido jamás registrado”, sostiene Cordero.
“Hasta la década de los 80, 35°C eran muy poco frecuentes”: el verano comienza con temperaturas récord
El calor registrado este domingo en la estación Quinta Normal de la Dirección Meteorológica de Santiago (35,6°C) quedará como una de las más altas desde que hay registros para este mes. “Fue la sexta temperatura más alta registrada en la capital desde 1950 para diciembre, y la temperatura más alta registrada en Santiago desde el 3 de febrero pasado cuando se registraron 36,1°C”. señala el climatólogo.
Cordero dice que para poner en contexto, “hasta la década de los 80, las temperaturas de 35°C eran muy poco frecuentes. En promedio se registraban temperaturas como esa máximo 2-3 veces cada 10 años. Tener ocho días con temperaturas tan altas en apenas un año es extraordinario”, agrega.
Pese a esta situación, el próximo verano, aunque caluroso, no se espera que sea uno con temperaturas extremas frecuentes. “El verano será caluroso, siguiendo la tendencia impulsada por el calentamiento global, pero la influencia moderadora de La Niña hace que los récord de temperaturas sean algo menos probables este verano que el pasado”, explica el climatólogo.
A los ya descrito se suman varios hechos destacados, “el mes de julio más seco más registrado en la capital, con cero precipitaciones. La tormenta de vientos más intensa jamas registrada en la capital en agosto con ráfagas superiores a los 100 km/h. La temperatura más alta jamás registrada para un mes de octubre en la capital con mas 34°C”, considera Cordero.
Pero lo que hizo noticia a nivel mundial en Chile este 2024, fue la ola de calor más intensa, “jamás registrada en la zona central con cinco días consecutivos con temperaturas superiores a 35°C a inicios de febrero en Santiago”, revela Cordero.
Luego de un 2024 récord: empieza el verano bajo la amenaza de La Niña
Este escenario se presenta luego de una “primavera extraordinariamente cálida y seca en la zona central”, sostiene Cordero.
Cordero explica que las precipitaciones estuvieron muy por debajo de los promedios históricos. “En Santiago, por ejemplo, los precipitaciones durante esta primavera meteorológica apenas superaron los 15 mm, esto es solo un tercio de las esperadas típicamente en la capital”.
Además, “la primavera de este 2024 registró siete veces menos lluvia que la primavera pasada, de 2023. En el resto del país, los precipitaciones también han estado durante la primavera muy por debajo de valores típicos, trayendo en buena parte del sur de vuelta los déficits de agua caída. A la fecha, el país presenta déficit, aunque afortunadamente moderados, desde Chillán hacia el sur”, agrega el climatólogo.
Los registros de temperatura y precipitaciones en la primavera fueron consistentes con La Niña y el enfriamiento del Pacífico tropical oriental. “Aunque la temperatura superficial del Pacífico no ha descendido bajo el umbral que permita declarar oficialmente La Niña, la atmósfera del hemisferio presenta una configuración consistente con dicho fenómeno. En otras palabras, para nosotros La Niña ya comenzó”, aclara.
Uno de los fenómenos climáticos que ha producido este situación de calor es denominado “cuña de alta presión”, “que se refiere a una zona específica dentro de un sistema de alta presión donde el aire desciende, comprimiéndose y calentándose”, explica Cordero.
“Esto provoca estabilidad en la atmósfera y reduce la probabilidad de formación de nubes y precipitaciones. Las áreas bajo una cuña de alta presión suelen experimentar cielos despejados y temperaturas más estables, ya que el aire que desciende inhibe el ascenso de aire húmedo, limitando así la formación de tormentas y nubes”, añade.
Si bien La Niña suele moderar las temperaturas durante el verano, Cordero recalca que lo sucedido en la primavera no necesariamente anticipa como será el verano. “Éste último no se prevé que sea, en términos de temperatura, récord debido a la influencia de La Niña”.
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