En 2011 varios restos de fósiles fueron encontrados en una excavación en la ciudad Ramla, al centro de Israel. Aparentemente se trataba de un hallazgo “común y corriente”. Sin embargo, más tarde, un equipo de científicos descubriría algo que ha puesto de cabeza a la ciencia respecto de la evolución humana: se trataba de una nueva especie humana. La antropóloga israelí Hila May junto con su equipo de arqueólogos descubrieron que los fósiles tenían que ver en realidad con nuevos homínidos previos al Homo Neandertal, una especie extinta tras la llegada de los Homos Sapiens: los Homo Nesher Ramla.
May, que dirige el Laboratorio de Biohistoria y Medicina Evolutiva en la Universidad de Tel Aviv, se presentará este martes 18 de enero en el Congreso Futuro 2022 a las 12:25 para exponer sobre este descubrimiento, así como otras investigaciones que combinan tanto la antropología como la biología. A través de los restos de cráneo y mandíbula de los fósiles que encontró esta científica se ha descubierto que los Homo Nesher Ramla vivieron hace aproximadamente 130 mil años.
“Desde un inicio sabíamos que no era un Homo Sapiens, que no era alguien como nosotros. Sin embargo, estamos viendo un grupo que era muy similar a los Homos Neandertales, pero con rasgos más arcaicos. Esto sugiere que ellos son los ancestros de los neandertales, y tal vez no se originaron en Europa como se ha conocido hasta ahora”, explica May a La Tercera vía Zoom.
¿Cómo llegaron a dar con el descubriendo de esta nueva especie de homínido?
Fue un hallazgo que hicimos hace 10 años en Ramla. A través de una excavación preliminar para construir una fábrica detectamos unos artefactos prehistóricos que constituyeron en restos de animales y fósiles de cráneo y mandíbula con algunos dientes, por lo que tuvieron que detener la construcción y sacarlos de ahí. Así es como llegaron a nuestro laboratorio para poder estudiarlos. De hecho, tuvimos que reconstruir la mándibula y unirla con pegamento completamente para poder analizarla, porque venía en muchos fragmentos.
¿Cómo llevaron a cabo la investigación?
Lo que hicimos fue comparar estos fósiles con otros huesos de Europa, África e Israel, y la primera observación confirmada fue que no eran Homo Sapiens, sino algo diferente, más arcaico. Encontramos interesante que si bien eran similares a los neandertales, no eran exactamente ellos. En realidad era un grupo previo a esta especie. Esta evidencia ha sido encontrada por primera vez en Israel, porque se dice que los neandertales se originaron en Europa y llegaron después a Israel, pero ahora aquí lo que se sugiere es que ellos son los ancestros de los neandertales de Europa, por lo que probablemente emigraron a Europa y volvieron.
¿Qué significa para la ciencia el descubrimiento de una nueva especie?
El origen de los Homo Neandertales siempre ha sido aclamado en Europa. Entonces lo que vemos aquí y decimos es que es probable que esta sea una observación errónea. Además sugerimos que este grupo interactuó con el Homo Sapiens al vivir en la misma época. Esto cambia la relación entre las poblaciones y nos dice que es mucho más compleja de lo que pensamos.
¿Cuáles eran las características físicas del Homo Nesher Ramla?
Tenían un cráneo plano y bajo, y la mandíbula muy robusta. Sin embargo no tenían mentón, lo cual es bastante distintivo de los grupos arcaicos. Eran un grupo que morfológicamente podemos identificar como humanos, pero no se parecían en nada a nosotros. Además a través de sus dientes podemos saber que su cultura era similar a los Homos Sapiens de ese periodo. Por ejemplo, que eran cazadores y recolectores.
¿Cómo se sintió personalmente cuando hizo este descubrimiento científico?
Como antropóloga tu sueño es tener en tus manos fósiles únicos. Por lo que esto ha sido una de esas oportunidades que se dan una vez en la vida y me siento afortunada de haber logrado estudiar algo tan especial que puede contar la historia de la evolución humana. Es como haber ganado la lotería.
Su interés por la ciencia
¿Desde pequeña le interesó la ciencia?
Siempre me ha gustado la biología y la ciencia. Las primeras excavaciones que hice fueron cuando tenía 10 años y me pareció algo mágico. Fui con un amigo de mi papá a una excavación que estaba involucrado ya que es geólogo. De hecho ahora es mi colega. En esa oportunidad estaba maravillada por lo que vi, pero tampoco fue que decidiera en ese momento que lo quería hacer profesionalmente.
¿Hay alguna persona en su vida que la haya inspirado a seguir este camino en su vida?
En primer lugar, mi madre, porque cuando iba a entrar a la universidad no sabía si decidirme por humanidades o ciencias. Me dijo que estudiara ambas y después decidiera qué hacer. Así fue como hice mi licenciatura en Ciencias de la Vida, Sociología y Antropología. Pero posteriormente en mi posgrado me encontré en la misma situación entre Antropología y Biología y mi mamá me motivó a buscar alguna forma de conectar a ambas áreas. Logré encontrar a un profesor que me diera el apoyo para hacerlo y encontrar mi camino. Mi madre tuvo un gran rol en darme el ánimo de que podía buscar y encontrar mi camino. La segunda persona importante fue mi mismo profesor, Israel Hershkovitz, del magíster y doctorado que creyó en mí desde el día uno en que podía hacerlo y encontré el lugar donde podía encontrar las dos cosas que me gustaban.
¿Qué es lo que más le gusta de su actual labor?
Que cada día aprendo algo nuevo, nunca es aburrido. Me interesa mucho investigar sobre los humanos, nosotros, nuestros orígenes y cómo afectan en nuestra vida ahora. Además, hago muchas conexiones del pasado y presente; como la evolución cambia nuestra cultura y afecta a la salud o comportamiento hoy en día.
¿Qué ha descubierto del pasado que tiene un impacto ahora?
He estudiado cómo el cambio en nuestros hábitos afecta nuestra salud ahora. De hecho una de las investigaciones que hablaré en la conferencia (Congreso del Futuro 2022) es sobre cómo los cambios de hábitos de dieta afecta a nuestra salud oral. Lo primero que estudiamos y queríamos saber era si la carga que los humanos usan para masticar afecta la forma de la mandíbula, porque si tenemos músculos débiles la forma de la mandíbula será más frágil y pequeña, por ende menos espacio para todos los dientes. Entonces comparamos las mandíbulas de los últimos cazadores y recolectores en el Líbano y de humanos recientes. Vimos que la forma efectivamente cambió de una forma con huesos grandes a unos pequeños. Encontramos que sí hay una relación y además descubrimos de que en los últimos 500.000 años la evolución de la agricultura ha cambiado los hábitos de dieta considerablemente. No es solamente sobre qué comemos, sino también el nivel del proceso de la dieta. Los primeros agricultores comían una dieta más abrasiva de la que tenemos ahora y hoy en día los supermercados venden mucha comida procesada y que es muy suave.
¿Qué se puede esperar de su conferencia en el Congreso Futuro 2022?
Estoy muy emocionada por la invitación y pienso que será una increíble plataforma para darle la oportunidad a las personas de escuchar sobre nuestras investigaciones que tienen un impacto en sus vidas y otras que no, pero son interesantes de conocer, ya que es la historia de los humanos. De hecho estaré hablando de los fósiles, sobre la evolución de la medicina y cómo la vida cambia a través del cambio en nuestros hábitos. Estoy expectante de lo que será.