Hospitales chilenos están probando una revolucionaria vacuna para tratar infecciones urinarias y evitar uso de antibióticos

Hospitales chilenos están probando una revolucionaria vacuna para tratar infecciones urinarias y evitar uso de antibióticos
Hospitales chilenos están probando una revolucionaria vacuna para tratar infecciones urinarias y evitar uso de antibióticos

Especialistas explican cómo funciona esta alternativa terapéutica, para un tipo de infección urinaria que tradicionalmente es tratada con el uso prolongado de antibióticos.


Avanzado el verano, las altas temperaturas de estos días y una mayor humedad favorecen el desarrollo de las infecciones urinarias recurrentes (ITU-R), un tipo de infección urinaria que ocurre al menos dos episodios confirmados en un período de seis meses, o tres episodios en un año.

Estas infecciones que pueden presentarse a cualquier edad y en ambos sexos, afecta a un 50-60% de las mujeres una vez en la vida; a un 30% en dos ocasiones y a un 3 a 6% de forma recurrente, y pueden clasificarse en recaídas, cuando ocurre con la misma bacteria dentro de dos semanas tras el tratamiento, o reinfecciones, que involucran nuevas bacterias o surgen después de dos semanas.

Hospitales chilenos están probando una revolucionaria vacuna para tratar infecciones urinarias y evitar uso de antibióticos

Las infecciones urinarias recurrentes (ITU-R) afectan a una gran cantidad de mujeres, especialmente en ciertas etapas de la vida. “Las mujeres en etapa premenopáusica están en mayor riesgo debido a factores genéticos, anatómicos, mantener relaciones sexuales frecuentes y uso de espermicidas, entre otros, mientras que en mujeres postmenopáusicas influye la disminución de estrógenos, lo que altera la flora vaginal y predispone a infecciones y cambios anatómicos”, explica el Dr. Christian Haussmann, urólogo del Hospital San Juan de Dios.

A esto se suman otros factores como anormalidades anatómicas, disfunción miccional y enfermedades como la diabetes, que afectan la función inmunológica y aumentan el riesgo de infección.

El impacto de estas infecciones va más allá de los síntomas físicos. Dolor persistente, molestias al orinar, daño renal o incluso sepsis pueden derivarse de cuadros recurrentes. Además, muchas pacientes experimentan dolor en las relaciones sexuales y un deterioro en su salud mental, con cuadros de estrés, frustración y una disminución en su calidad de vida por el temor a nuevos episodios.

El tratamiento de las ITU-R ha dependido históricamente de estrategias antibióticas y no antibióticas, adaptadas a cada paciente. La profilaxis antibiótica sigue siendo una herramienta clave, sobre todo cuando las medidas no antibióticas han fracasado. Sin embargo, el uso prolongado de estos medicamentos no está exento de consecuencias.

“El uso de antibióticos para tratar infecciones urinarias recurrentes ha generado una amplia resistencia bacteriana, lo que dificulta su manejo tanto para la paciente como para el sistema de salud, ya sea público o privado”, advierte la Dra. María Gabriela Alarcón, jefa de la Unidad de Uroginecología y Piso Pélvico del Hospital Sótero del Río.

Antibióticos

A estos desafíos se suman los costos económicos asociados. La dependencia de los antibióticos implica gastos prolongados en tratamientos, un aumento en las licencias médicas y una pérdida de productividad en pacientes que enfrentan episodios constantes de infección. Además, la alteración del microbioma normal puede generar efectos secundarios adicionales en la salud de las mujeres.

Ante este panorama, una nueva vacuna de última generación promete cambiar el enfoque en la prevención de las ITU-R. Al estimular la respuesta inmunológica del organismo contra las bacterias responsables de estas infecciones, esta innovación podría reducir significativamente la necesidad de antibióticos, evitando así el problema de la resistencia bacteriana y mejorando la calidad de vida de las pacientes.

Vacuna sublingual de última generación

Una de las estrategias no antibióticas que ha cobrado relevancia en el tratamiento de las infecciones urinarias recurrentes (ITU-R) es la inmunoterapia sublingual. Se trata de un líquido compuesto por bacterias inactivadas de los patógenos más comunes responsables de estas infecciones, como Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Proteus vulgaris y Enterococcus faecalis.

Administrada debajo de la lengua, esta vacuna promete reducir la recurrencia de la patología en un período de tres meses.

“Al administrarse de forma sublingual, el sistema inmunológico entra en contacto con estos microorganismos de manera controlada, lo que genera una respuesta inmune específica y duradera”, explica el Dr. Haussmann. Este mecanismo fortalece tanto la inmunidad innata como la adaptativa, permitiendo al organismo reconocer y combatir rápidamente estas bacterias en futuros episodios.

El principal beneficio de esta estrategia es su capacidad para reducir la dependencia de los antibióticos, que han generado una creciente resistencia bacteriana. “La ventaja de este enfoque es que actúa como una ‘vacuna personalizada’, entrenando al cuerpo para combatir los microorganismos más frecuentes asociados a las infecciones urinarias”, agrega Haussmann. Así, esta innovación podría convertirse en una alternativa efectiva y segura para miles de pacientes que sufren de ITU-R.

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Cabe mencionar, que esta vacuna solo puede ser recetada por un médico, específicamente especialistas en urología, y se compra directamente al laboratorio, donde asesoran al paciente en su uso.

Asimismo, su uso es para hombres y mujeres de todas las edades, “porque es una vacuna muy segura que existe en el mundo desde 2010 y en Chile hace año y medio”, justifica Haussmann.

¿Cómo se aplica la vacuna?

La vacuna MV140, una de las más prometedoras en la prevención de ITU-R, se administra de manera sublingual. Esto significa que el paciente coloca una dosis líquida bajo la lengua, permitiendo que los antígenos bacterianos entren en contacto directo con el tejido linfático oral. Este método estimula una respuesta inmunitaria eficiente sin necesidad de inyecciones ni procedimientos invasivos.

El tratamiento estándar consiste en una dosis diaria durante tres meses, tiempo suficiente para que el sistema inmunológico desarrolle una memoria robusta contra las bacterias más comunes responsables de estas infecciones. Su facilidad de administración y la ausencia de efectos adversos significativos la han convertido en una alternativa atractiva para pacientes con ITU-R.

“Esta forma de administración no sólo es sencilla y bien tolerada por los pacientes, sino que también mejora la adherencia al tratamiento, ya que no requiere visitas frecuentes al médico ni procedimientos complicados”, explica el Dr. Haussmann. Al ser un enfoque profiláctico, la vacuna ayuda a prevenir futuros episodios en lugar de tratar únicamente infecciones ya establecidas.

Tras el tratamiento inicial, los pacientes pasan por un período de seguimiento en el que se evalúa la recurrencia de infecciones. “Estudios clínicos han demostrado que esta inmunoterapia no sólo reduce la frecuencia de infecciones, sino que también mejora la calidad de vida al disminuir el impacto físico y emocional de las recurrencias. Esto representa un cambio significativo en el enfoque de tratamiento, proporcionando una alternativa más segura y eficaz”, concluye Haussmann.

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