Después de secarse en 2018, la Laguna de Aculeo está recuperando su volumen. Así pudieron confirmarlo los satélites de la Nasa, los cuales comenzaron a detectar agua acumulada en el lago chileno a finales de agosto, después del frente de precipitaciones de este invierno que dejó hasta 370 milímetros de lluvia en algunas partes del centro del país.

Cuando el satélite Operational Land Imager-2 (OLI-2) del Landsat 9 tomó un registro el 7 de septiembre de este año, la Laguna de Aculeo cubría unos 5 kilómetros cuadrados hasta una profundidad de aproximadamente 1 metro. Previamente, el mismo satélite fotografió el cuerpo de agua seco, en mayo pasado, antes de que llegaran las lluvias. ¿Se recuperará de la sequía esta conocida laguna de la zona central de Chile?

Pero antes, ¿Cuál es el origen de esta laguna? Según el registro histórico, Aculeo debe su nombre al mapudungun Acum-Leu, que significa “donde finaliza el río. Se han encontrado vestigios de entierros, vasijas y otros objetos en sus alrededores, como también una notable canoa o Wampo hecha de un solo tronco de boldo, donde entran por lo menos dos o tres personas, la cual se conserva en la familia.

Sin embargo, no se sabe de poblaciones estables en las orillas de la laguna, pero ya en 1639 era considerado “pueblo indio” por los españoles y era parte de la Estancia del Capitán español Don Alonso de Córdoba. Fue administrado posteriormente por quien lo adquirió de este último, Don Francisco Gutiérrez de Caviedes de La Torre.

Uno de los registros más antiguos de la laguna es un óleo del pintor Onofre Jarpa, que la muestra con abundante agua y una frondosa y generosa vegetación, que data de 1878.

Óleo del pintor Onofre Jarpa, que la muestra con abundante agua y una frondosa y generosa vegetación, que data de 1878.

La laguna tiene una altitud de 365 msnm y una superficie original de 12 km2, pero por una multiplicidad de factores, se ha ido secando desde el inicio de la llamada megasequía, lo que terminó de concretarse en mayo de 2018. Incluso, las copiosas lluvias recibidas en julio de 2022 alentaron la posibilidad de una recuperación, pero finalmente eso no fue finalmente así.

Pese a esas luvias, el estero Pintué, uno de sus principales afluentes no pudo recuperar ni siquiera un pequeño porcentaje de su capacidad total.

Impresionantes imágenes de la Nasa muestran cómo la laguna de Aculeo se recuperó con las últimas lluvias

El último sistema frontal logró que la tradicional laguna volviera a lucir su espejo de agua. Aunque se ha llenado un poco, el agua cubre sólo la mitad del área que ocupaba hasta 2010 y contiene una cuarta parte del volumen de agua. Junto a eso, los cambios estacionales y la afluencia de agua han provocado un reverdecimiento generalizado del paisaje alrededor del lago.

Landsat 9, el satélite de la Nasa que registró el cambio de la laguna de Aculeo. Imagen: Nasa

En un estudio realizado por científicos de la Universidad de Santiago se evaluó que el desarrollo continuo y el uso del agua en la cercana comunidad de Paine, además del aumento del uso de agua por parte de los agricultores y en los hogares y piscinas, así como varios años de sequía, probablemente contribuyeron al agotamiento del lago. Los déficits de precipitaciones anuales que promediaron el 38% entre 2010 y 2018 probablemente desempeñaron un papel importante, según un análisis de un equipo de investigadores de la Universidad de Chile.

Antes de 2010, el cuerpo de agua poco profundo era un refugio popular para navegantes, nadadores y esquiadores acuáticos, pero el agua aún no se ha acumulado lo suficiente para que los nadadores o navegantes regresen. Tampoco está claro cuánto tiempo persistirá la nueva agua en Aculeo.

“Los ríos atmosféricos en junio y agosto arrojaron precipitaciones sustanciales a lo largo del terreno elevado y las estribaciones que nos han brindado una interrupción bienvenida de la sequía”, dijo en un comunicado de la Nasa el director (s) del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2), René Garreaud.

Sin embargo, también afirma que Aculeo es una laguna pequeña y poco profunda, que puede llenarse rápidamente, y sólo está parcialmente llena. “Los embalses y acuíferos más grandes tardarán mucho más en recuperarse”, añade. Asimismo, Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, cree que no hay que ilusionarse demasiado aún. “La recuperación de embalses, lagos o lagunas, perdidas por la sequia requerirá varios años de superávit de precipitaciones”.

La Dirección Meteorológica de Chile (DMC) ya anticipaba en su último informe la posibilidad de lluvias por sobre lo normal para el país en los próximos meses, pronóstico que ya se cumplió.

Laguna de Aculeo, antes y después del último sistema frontal.