Fundado el 9 de septiembre de 1850, el estado de California, jamás había sido testigo de un incendio tan letal y con semejante nivel de destrucción, desde el ocurrido en Griffith Park, en octubre de 1933, que dejó 29 fallecidos. Catalogado como "Camp Fire", el siniestro que comenzó el jueves pasado, ya registra 45 mil hectáreas de terrenos consumido, 200 personas desaparecidas, más de 48 muertas y más de 6 mil construcciones destruidas.

El fenómeno, que se suma a otros incendios como "Hill Fire" o "Woosley Fire" en la Costa Oeste de EE.UU., se repite año a año. De los diez eventos más dañinos, nueve han ocurrido desde 2000 y cinco desde 2010. Pese a que en muchas oportunidades hay intervención de terceros, gran parte de éstos, se producen por el actuar de la naturaleza, principalmente el clima, la vegetación y el viento.

¿Cuánto influye el cambio climático en el recrudecimiento del fenómeno?

Greenpeace en su sitio web señala que el cambio climático no es una causa de incendio, sin embargo, sí explica los cambios que se están produciendo en los "nuevos" incendios, empeorando las condiciones de inicio y de propagación.

Pablo García, ingeniero forestal de la Universidad de Chile y doctor en Bioingeniería de la U. de Arizona, señala que influye mucho, pero "depende de qué variable hablemos. Más temperaturas se traduce en más sequedad en los combustibles y, para esos climas, menos humedad relativa y más vientos. Pero también pueden cambiar las estaciones y producirse lluvias en épocas distintas. Por ejemplo, la principal razón de que los incendios de la temporada 2016-2017 en Chile se extendieron tan rápidamente, es que llovió en noviembre y se produjo mucho combustible fino".

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El académico establece que el fuego es parte de la ecología de los sistemas, es decir, los incendios ocurren de manera natural. "Son zonas en donde no llueve mucho, pero al haber una estructura de sabana (mayormente pastos y hierbas, con algunos árboles y arbustos), una vez que se genera una ignición, el fuego avanza rápidamente, lo cual se acentúa aún más en esta época, cuando ocurren los famosos 'Santa Ana winds' (vientos de Santa Ana), que hacen que el incendio se expanda aún más rápido, siendo muy difíciles de controlar y es por eso que arrasan tan rápido con todo. Pese a que naturalmente los incendios en Chaparral (Nuevo México) tienen un período de retorno de varios años, la cercanía a centros urbanos hace que ocurran todas las temporadas".

En Chile, según estadísticas de CONAF, el 99,7% del origen de los incendios recae en la acción humana, ya sea por descuidos, negligencias en la manipulación de fuentes de calor, prácticas agrícolas o intencionalidad, muchas veces con origen delictivo. El promedio se superficie afectada por incendios forestales es de 52.00o hectáreas, con eventos que han llegado a 101.000 hectáreas. El mayor daño se produce en praderas y matorrales, mientras que en menor medida arbolado natural y plantaciones forestales.