El desarrollo de nuevas tecnologías digitales asociadas a la manufactura está llevando a la cuarta revolución industrial, como lo anunció el fundador y director del Foro Económico Mundial (WEF) en el año 2016, Klaus Schwab. La Industria 4.0 y la Manufactura Avanzada combinan maquinaria y tecnologías digitales para crear valor, lo que se refleja en cadenas de producciones inteligentes y conectadas que informan y coordinan la producción, distribución y el proceso de postventa.
La primera revolución industrial vino de la mano de la máquina de vapor, la segunda de la electricidad, la tercera de la informática y esta cuarta viene de la mano de la integración de los mundos físico, digital y biológico, afectando todas las disciplinas, economías e industrias y principalmente impactando la productividad y generando espacios para nuevos modelos de negocio. Esta nueva revolución está basada en elementos ciber físicos que son aquellos dispositivos que integran capacidades de procesamiento, almacenamiento y comunicación, con el fin de controlar e interactuar con un proceso físico.
Sin embargo, no es fácil, para nadie, romper el statu quo y avanzar en los nuevos procesos. Menos aún para las pequeñas y medianas empresas que muchas veces luchan con la producción del día a día. Para entenderlo mejor, y aprovechando el momento futbolero que vivimos, propongo analizar lo que hizo FIFA con el fútbol para llevarlo a un modelo de Industria 4.0, para usarlo como un paralelo de lo que podemos hacer con nuestras Pymes.
Uno de los principales problemas históricos de los partidos de fútbol ha sido la aplicación de las reglas del juego, es decir, la FIFA necesitaba mejorar la aplicación de las reglas en los partidos, para que los resultados de un partido se ajusten lo más posible a lo que realmente sucede en la cancha. Consideremos entonces la diferencia entre el resultado óptimo teórico de un partido que se ajusta estrictamente a las reglas del juego versus el resultado real obtenido como una “brecha de productividad”.
Entonces la FIFA planteó la necesidad de desarrollar nuevos mecanismos para la aplicación más exacta de estas reglas -es decir, “mejorar la productividad”- ya que, en determinados partidos, existe una cuestionable aplicación de estas reglas del fútbol, como son: goles, penales, tarjetas rojas y amarillas, entre otras. Para eso la FIFA propone el uso del VAR (Video Assistant Referee), que significa en la terminología de la 4ª revolución industrial, agregar diferentes sensores con capacidades ciber físicas para poder aplicar de mejor forma las reglas cuando se disputa un partido de futbol y poder “disminuir la brecha de productividad”. Los sensores en este caso son: cámaras para captar lo que sucede en los espacios de la cancha de fútbol, sensores de movimiento para verificar goles y una Cabina Arbitral donde a través de herramientas de análisis se procesa toda la información capturada y se hacen recomendaciones de decisiones arbitrales más acertadas (en un 6,88 %) a través de un equipo de árbitros profesionales a cargo.
Pues bien, si FIFA pudo desarrollar esta capacidad para atender las brechas de productividad de los partidos de fútbol, estamos seguros de que Corfo puede hacer lo mismo con las Pymes en Chile. Nuestros sectores industriales que fabrican productos tienen procesos productivos que se afectan por diversas situaciones que requieren ser identificadas y luego atendidas para “mejorar la productividad” como lo ocurrido en la aplicación de las reglas del futbol a través del VAR. Para lograr esto las Pymes nacionales requieren que una institución reconocida en su rol de mejorar la competitividad y las capacidades tecnológicas del país, como es CORFO, las apoye en este proceso de transformación hacia la Industria 4.0.
¿Qué necesitan las Pymes? En una sola línea “generar datos y hacer análisis de ellos para tomar decisiones informadas”, para eso requieren equipamiento que permita identificar las variables críticas de sus procesos, como: Temperatura, Presión, Fuerza, Velocidad, etc. y de esa forma con su capacidad inherente, ciber-física, procesar, almacenar y transmitir esa información a un Centro de Control de Datos de la propia Pyme donde un equipo ad-hoc pueda con herramientas de Analítica de Datos tomar decisiones mejor informadas para impactar positivamente el proceso productivo, tal como lo hace el VAR.
Que nuestras Pymes avancen hacia la conceptualización de la Industria 4.0 es clave para el futuro productivo del país, y prosperar en esa línea significa como mínimo poder disponer de datos para tomar decisiones informadas, ya que estos registros serán nuestra cédula de identidad en el futuro. Si nuestras Pymes logran avanzar en esta línea podrían claramente impactar sus resultados entre un 3% a un 5% en productividad, reducir costos de mantenimiento entre un 10% a un 40% y el time to market entre un 20% al 50% de acuerdo con estadísticas de McKinsey del año 2015.
Chile necesita acelerar el tranco para subirse a la 4ª Revolución Industrial, hoy estamos avanzando con iniciativas en diversas instituciones, pero resultan insuficientes, necesitamos acelerar como lo hizo FIFA con el VAR y transformar nuestra industria productiva en una Industria 4.0.
* Ingeniero civil electricista / magíster en Innovación, Especialización en Industria 4.0 / Manufactura Avanzada / Transformación Digital Asesor Programa Estratégico Manufactura Avanzada, Comité de Transformación Digital