Cuando recibieron el material, no lo podían creer. Eran casi dos decenas de cajas, con más de 15.000 fotografías de Chile, correspondiente a los años 1950, 60, 70, 80 y 90. Se trataba de un inédito registro perteneciente al arquitecto y fotógrafo Luis Mitrovic (1911-2008), el que llegó a manos de la Fundación Enterreno.
Consistía en fotografías, negativos, placas de vidrio y positivos, además de cartas y correspondencia personal.
Muchas de las unidades del material recibido, no cuentan con información referencial, por lo que no existe manera exacta de saber a qué zona o año corresponden, salvo algunas que resulta evidente debido a alguna construcción o lugar histórico.
Inédito registro guardado por 40 años: así lucían Chiloé y la Carretera Austral en los años 80
Debido a la gran cantidad de imágenes recibidas, a medida que han ido revisándolas, han aparecido nuevos registros. El más reciente dice relación con la isla de Chiloé y la Carretera Austral.
Las fotografías muestran distintos viajes que hizo Mitrovic en esa zona, evidenciando notables diferencias con la actualidad, cuatro décadas después.
“Se debe considerar que la Carretera Austral fue siempre un imaginario de los chilenos que no era muy alcanzable para recorrer hasta mediados de los 80, donde se construyeron grandes tramos de rutas de esta carretera y se despejaron caminos, habilitando el paso a los nuevos aventureros de la Patagonia”, señala Felipe Bengoa, director de Enterreno.
La elaboración de la carretera fue por tramos. “En 1976 se iniciaron los trabajos, construyéndose, hasta el año 1982, 420 kilómetros entre Chaitén y Coyhaique. Luego, desde esa fecha hasta 1988, 140 kilómetros más, adicionándose también tres trasbordadores marítimos para el cruce de los fiordos allí ubicados”.
“Finalmente, en 1990, se realizó la apertura para el uso público del tramo comprendido entre Vista Hermosa y Cochrane, de 270 kilómetros. De esta manera se logró conformar un sistema troncal, al cual se le siguieron sumando caminos transversales hasta principios del siglo XXI”, explica.
Raúl La Torre, historiador y coordinador de Extensión Cultural de la Universidad de los Andes, sostiene que el Chile de los 80 tiene varios hitos significativos que van desde la crisis económica del 82 hasta el Plebiscito que inicia la transición a la democracia. “Era una sociedad principalmente rural, con ciudades pequeñas y bajos índices de delincuencia; también una sociedad que venía saliendo de lo que fueron unos convulsos años 70 en materia política, económica y de bastante efervescencia en numerosos aspectos”.
Así lucían Chiloé y la Carretera Austral en los años 80
Estas fotografías, que ya tienen el valor de ser del fotógrafo Luis Mitrovic, que incansablemente recorrió el país en busca de sus registros y plasmar su estado en diferentes décadas, además tienen el valor de ser de los registros iniciales de esta famosa ruta. “Los cambios tecnológicos, paisajísticos, sociales, han hecho que al ver estas imágenes nos transportemos en el tiempo en búsqueda de otros recuerdos, imaginarios y reflexiones”, agrega Bengoa.
“Hacia mediados de la década se comienza a percibir un cierto bienestar económico que se manifiesta en el crecimiento de las urbes. Santiago parte, lentamente, a expandirse hacia sus periferias y su zona oriente va tomando una incipiente fisonomía que intenta emular a las grandes capitales mundiales, sus calles arboladas, centros comerciales y edificios de gran altura”, señala La Torre.
Bengoa dice que archivos tan grandes y valiosos como el de Mitrovic requieren un cuidado y proceso especial. “Estamos hablando de miles de fotografías en placas de vidrio y películas que están guardadas hace años”.
“Los detalles de modernización en las grandes urbes que vemos hoy en día, son iniciados en muchos aspectos en los 80. Un modelo de urbanismo, las ampliaciones de las líneas del metro de Santiago, el desarrollo inmobiliario -en una escala bastante limitada aún, del litoral central y hasta las bases de la gestión patrimonial cultural que se verá reflejado en los fondos concursables del estado, y en la colaboración público-privada”, añade el historiador.
Según Bengoa, tuvieron la fortuna de que el archivo venía ordenado, al parecer, por el mismo Mitrovic, aunque sin catalogar. “Las placas de vidrio son las primeras en ser sopladas (para eliminar polvo y fibras) y digitalizadas en conjunto a los formatos de 120 Kodak, donde hay registros en blanco negro y a color de todo Chile”, añade.
“Cada negativo o placa de vidrio demora alrededor de 4 minutos en ser digitalizado por completo, por lo que estamos hablando de unas 1.000 horas en digitalización para tener todo preservado y rescatado. Luego, el plan es abrir el archivo al público y ojalá realizar una exposición de su vida y obra. Un proyecto editorial también sería idóneo para mostrar el gran registro de Mitrovic y su talento fotográfico”, establece Bengoa.