Inéditas fotos muestran una desconocida ciudad minera abandonada en el sur
Con piques submarinos y túneles, que la conectaban con el puerto, cuenta aún con muchos vestigios de sus tiempos de gloria: muelles, galpones y un policlínico.
Enacar, la Empresa Nacimiento del Carbón, fue la más importante empresa estatal carbonífera chilena. Fue una empresa industrial de explotación de los principales yacimientos carboníferos del país, ubicados en Lebu, Colico, Trongol, Lota y Schwager. Una de sus faenas más relevantes estaba situada en Lota, por ello mismo se asocia culturalmente Enacar a Lota.
La extracción del carbón comienza a mediados del siglo XIX, con la llegada de los primeros barcos a vapor, de origen inglés, a las costas de Talcahuano. Esto provocó un aumento de su demanda del carbón, en ese entonces la explotación era de bajo costo y principalmente se extraía de vetas a nivel del suelo.
Una reciente expedición urbana a cargo del investigador, ingeniero civil y fotógrafo Camilo Barra (Provinciano en la ciudad), recorrió el abandonado recinto. A esta práctica se le denomina urbex (urban exploration), la que se realiza en todo el planeta.
Inéditas fotos muestran una desconocida ciudad minera abandonada en el sur
Durante el siglo XIX en la región del Biobío emergieron las ciudades de Lota y Coronel para contar con mano de obra para la extracción del carbón. ”Esta zona terminó convirtiéndose en el corazón de la minería del carbón en Chile”, señala Barra.
El aumento de la demanda del “oro negro”, provoca el interés de los empresarios industriales Matías Cousiño y Federico Schwager. Cada uno inicia sus respectivas operaciones mineras en la denominada zona del carbón en 1852. Cousiño y Schwager crearon las compañías, Compañía Cousiño & Garland y Compañía y Fundición Schwager, respectivamente.
Es en 1964 que ambas compañías se unen formando Carbonífera Lota-Schwager, y luego, en 1970, durante el gobierno de Salvador Allende, que la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) se convierte en el accionista mayoritario y cambia la razón social a Empresa Nacional del Carbón, Enacar.
¿Qué función cumplía? ¿Cuándo vivió su tiempo de mayor apogeo? “Se dedicaba a la extracción de carbón submarino. Entre 1979 y 1981, fue el período donde más se explotaron los yacimientos, alrededor de 500 mil toneladas anuales”, explica Barra.
En la ciudad de Lota, se encontraban los piques Alberto y Carlos Nuevo 1 y 2, allí trabajan cerca de 4.000 operarios y 100 carros de material. Los mineros y carros se movilizaban horizontalmente bajo el mar, cerca de 11 kilómetros hasta Laraquete.
¿Qué características tenía? ¿Qué infraestructura conserva aún? “Fue una especie de ciudad industrial, contaba con piques, sistemas de ventilación, termoeléctricas, maestranzas, central de arenero, lavado y policlínico”, sostiene el explorador urbano.
Cierre de la mina: la desconocida ciudad abandonada en Lota
El material extraído desde los piques, viajaba en carros por vías ferroviarias a nivel del suelo y subterráneo, desde Enacar hasta llegar al muelle de embarque, un trayecto de cerca de 1 kilómetro. Luego el material era embarcado en naves para ser distribuido.
El pique Carlos Nuevo 1 y 2, contaba con dos torres enormes para acceder verticalmente mediante ascensores. “Ambas torres daban acceso a los piques que se encontraban a 540 metros de profundidad bajo el mar”, indica el investigador.
Una de las torres es de hormigón armado y tiene una altura de 47 metros, fue terminada su edificación en 1960 y tenía la tarea de dar ventilación y transportar el material a la superficie. La otra torre es de metal y tiene una altura de 56 metros, ésta fue construida en 1955, y su función era transportar al personal desde y hacia la mina (ver fotografías).
Uso de petróleo: la desconocida ciudad abandonada en Lota
La producción inicial de carbón estaba centrada en el suministro para las embarcaciones. Sin embargo, la expansión de las redes ferroviarias a lo largo del país abrió nuevos mercados, generando un aumento significativo en la demanda interna de carbón fósil.
Hasta la primera mitad del siglo XX, la demanda se mantenía relativamente estable. “No obstante, la generalización del uso de petróleo y energía eléctrica en procesos industriales y en el transporte ferroviario condujo a problemas crecientes para las empresas carboníferas”, señala Barra.
A mediados de 1996, el costo de producción por tonelada en Enacar alcanzaba los US$140 de la época, en comparación con el costo de importación, que era de US$57.
Estos desafíos culminaron con el cierre definitivo de la mina. El 16 de abril de 1997, el Directorio de Enacar, ante la imposibilidad de cumplir con las metas propuestas de producción y compromiso de déficit operacional, decidió el cierre definitivo e irrevocable del lugar.
Actualmente, está en estado de abandono, “existen proyectos para conservar lo que fue Enacar, con fines turísticos y de memoria. Lamentablemente, pasan los años y los lugares son vandalizados, y el mismo paso del tiempo genera el deterioro de las construcciones”, finaliza Barra.
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