El robot explorador Perseverance ya está en Marte. El vehículo no tripulado de la Nasa llegó al planeta rojo el 18 de febrero con la misión de buscar rastros de vida que datarían de 3 mil millones de años atrás.
Perseverance despegó desde Cabo Cañaveral en Florida, Estados Unidos hace siete meses. Dentro del “vientre” del rover, una “maravilla de la ingeniería”, según la Nasa. Y es que “Ingenuity” tiene por objetivo demostrar que el vuelo de un helicóptero es posible y utilizar esa información para futuras misiones.
Leidy Peña, astrónoma de la Universidad de Concepción e investigadora del Centro de Excelencia en Astrofísica CATA explica que Perseverance tiene como gran objetivo recopilar muestras del planeta rojo que puedan asegurar que hay (o hubo) algún tipo de vida microbiana. El rover, durante su tiempo de trabajo, que será de un año marciano (aproximadamente 687 días terrestres), buscará porciones del suelo marciano del tamaño de un tubo de ensayos que puedan servir para el análisis, los depositará en un lugar específico y otra misión en 2026 que será la encargada de traer estas muestras a la Tierra en el 2030-2031.
El vuelo del drone es netamente “experimental”. Håvard Grip, piloto jefe de Ingenuity en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL, sus siglas en inglés) en el sur de California, hizo una comparación con el vanguardista proyecto de los hermanos Wright, responsables del primer vuelo propulsado en la atmósfera de la Tierra. Grip señaló que “intentamos hacer lo mismo, pero en Marte”.
La aeronave robótica tiene la aparentemente “sencilla” meta de lograr volar a no más de 9 metros de alto, y trasladarse por aproximadamente 300 metros en menos de 90 segundos seguidos. La misión del helicóptero es más corta que la de Perseverance, solo 30 días marcianos, en los que realizará un máximo de 5 vuelos con una duración máxima de 3 minutos cada uno.
Si bien parece una idea “simple”, conlleva un gran esfuerzo logístico, ya que las reglas de la aeronáutica no son las mismas que en la Tierra, y los ingenieros tuvieron que adaptar la nave para que el “asequible” objetivo se pudiera cumplir.
Ingenuity: el “ingenio” puesto a prueba
El helicóptero cuenta con cuatro palas de fibra de carbono especialmente diseñadas y dispuestas en dos ejes que giran en direcciones opuestas a unas 2.400 rpm (revoluciones por minuto), mucho más rápido que las hélices de una aeronave común en la Tierra. El drone también cuenta con placas fotovoltaicas, baterías y otros innovadores componentes.
Las características del planeta marciano dificultan la misión de Ingenuity. Esto, debido a que la atmósfera por la que circulará es 99% menos densa que la de la Tierra. Además, en las noches, la temperatura puede descender a los -90 grados Celsius.
Diego Mardones, astrónomo de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile señala que las particularidades de Marte hacen que la misión del drone sea desafiante ya que deberá volar en un planeta donde la presión atmosférica es un noventavo de presión atmosférica terrestre en la superficie del mar.
La distancia también será un problema para la pequeña nave. El robot no podrá ser controlado mediante un mando normal debido a los retrasos en la comunicación, por lo que los comandos tendrán que enviarse con mucha anticipación, y los datos recopilados de cada movimiento también llegarán a la Tierra con un significativo retraso.
Las adversidades climáticas y logísticas pondrán a prueba el diseño de la aeronave y la inversión de 80 millones de dólares destinados a construirla. No obstante, y pensando en las dificultades, los ingenieros a cargo decidieron darle autonomía al drone, el cual podrá tomar decisiones por sí solo basado en parámetros establecidos desde la Tierra, analizando el territorio por medio de los sensores que tiene incorporados.
Puesta en marcha: el gran desafío de Ingenuity
Las complicaciones no terminan ahí, ya que para que Ingenuity pise tierra roja debe salir desde el interior de Perseverance y confirmar que las condiciones para explorar son óptimas. El problema es que para lograrlo, el helicóptero marciano deberá descender de la nave no tripulada por medio de un sistema “muy intrincado’' que demorará 10 días en completar para que salga a superficie.
El momento en que ocurre esa “caída” es el instante en que el drone tendrá que operar de manera independiente sin la ayuda de Perseverance, explicó en una conferencia de prensa Mimi Aung, gerente del proyecto Ingenuity del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa en Pasadena, California.
Si la aeronave logra superar estos desafíos, la próxima misión al planeta rojo incluiría una ambiciosa arista aérea, entregándole data relevante a futuros vehículos voladores robóticos aún más avanzados poder adentrarse a espacios más difíciles de llegar por los rovers actuales.
Mardones asegura que a pesar que todavía no se ha visto si Ingenuity puede volar en tierras marcianas, la misión ya es un éxito. Y que la tecnología de navegación automática para amerizar va a tener implicancias en el desarrollo de técnicas similares en la Tierra, por ejemplo, en autos sin motor.
Peña agrega que Ingenuity puede abrir camino a otros vehículos voladores robóticos más avanzados que puedan ofrecer una visión más clara y precisa que los actuales orbitadores que actualmente observan nuestro planeta a gran altura. Además, la autonomía de los vehículos puede ser de mucha utilidad en el diseño de futuras misiones al planeta rojo o ser usada en robots en la Tierra o en imágenes aéreas con aeronaves autónomas para entender el contexto geológico de grandes concentraciones rocosas terrestres.
El equipo detrás de Ingenuity ha hecho todo lo posible para probar el helicóptero en la Tierra y el poder agregar “otra dimensión” a la forma de explorar los mundos es la “máxima recompensa” para el grupo humano, indicó Aung.
“El ingenio y la brillantez de las personas que trabajan duro en superar los desafíos de los viajes interplanetarios son lo que nos permite a todos experimentar las maravillas de la exploración espacial”, escribió Vaneeza Rupani, estudiante de secundaria de Northport en Alabama, Estados Unidos y quien fue encargada de nombrar al helicóptero marciano “Ingenuity”.