Subirse al auto y seguir las instrucciones de una voz que proviene del teléfono celular para llegar al destino por la mejor ruta. O consultar en cuántos minutos más pasa el bus que espera por el paradero en el que está esperando.
Estos son solo dos ejemplos de Inteligencia Artificial (IA), un concepto que reúne datos, algoritmo, máquinas y seres humanos y que será clave en el desarrollo de futuro cercano de las naciones.
Los países desarrollados ya están trabajando en una legislación que les permite enfrentar todos los cambios que ya están ocurriendo y los que vienen. Chile recién está empezando.
En marzo de este año, académicos y científicos de distintas universidades comenzaron a reunirse convocados por la Comisión Desafíos del Futuro y coordinados por el exrector y Premio Nacional de Ciencias Aplicadas (2014), José Rodríguez, para crear una Estrategia Nacional de Desarrollo de la IA para Chile.
Los participantes ya tienen un documento que están afinando y entregarán al gobierno en las próximas semanas.
Por su parte, el viernes de la semana pasada, el presidente Sebastián Piñera pidió al ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Andrés Couve, impulsar un Plan de Trabajo de IA en el que trabajarán la Unidad Futuro del Ministerio de Ciencia, junto a representantes del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, del ministerio de Desarrollo Social, del ministerio del Trabajo, del ministerio de Educación, del ministerio Secretaría General de la Presidencia, y de Conicyt. ¿El objetivo? Tener una Política Nacional de Inteligencia Artificial y un Plan de Acción en abril del próximo año.
El ministro de Ciencia, Andrés Couve, dijo a Qué Pasa que la primera etapa de este plan está a cargo de la Unidad Futuro del Ministerio de Ciencia y finalizará en diciembre de este año. "Este equipo trabajará con un grupo de expertos en inteligencia artificial y representantes de distintos ministerios para elaborar un diagnóstico y un documento base para la Política de Inteligencia Artificial que presentaremos en abril de 2020".
Según el senador Guido Girardi, presidente de la Comisión, la IA es la base de la innovación que está cambiando al mundo y será fundamental para la sobrevivencia la humanidad.
El país que desarrolle la inteligencia artificial más potente va a ser dueño del futuro. La geopolítica del siglo 21 ya no es el petróleo, es la inteligencia artificial. Esa es la guerra, los datos y quién maneja los datos y es por lo que en definitiva, pelean hoy China y Estados Unidos, dice Girardi.
El grupo coordinado por el exrector de la U. Técnica Federico Santa María y de la U. Andrés Bello, explica que el documento en el que trabajan incluye una muestra del impacto de la IA en la era moderna y cómo han legislado otros países en esta materia. "Queremos entregarlo a mediados de septiembre el gobierno. Nuestra intención es que haya un plan de trabajo a nivel país. La IA nos está remeciendo los cimientos en materias laborales, legales, tributarias, éticos, filosóficos…hasta una nueva definición de lo que es trabajo. Se trata de una nueva tecnología que está exigiendo a todos los países ", indica.
La propuesta de Rodríguez y los académicos es crean un plan que incluya la consulta a distintos actores, la capacitación y formación de personas, creación de centros de investigación y desarrollo y la creación de empleos.
La automatización y la IA más que terminar con algunos puestos de trabajo, es para el exrector una oportunidad para que el país desarrolle una industria digital. "Lo único que necesita es gente bien educada e inteligente, además de instituciones que puedan hacer el trabajo y para eso tenemos universidades buenas", dice Rodríguez.
Plan de gobierno
El plan de gobierno considerará tres ejes principales: factores habilitantes (como el capital humano especializado, redes de fibra óptica e infraestructura computacional), el uso y desarrollo de IA en Chile (para fortalecer y conectar a los actores) y un eje que abordará la ética, estándares, seguridad y regulación de esta tecnología (impacto de estas tecnologías desde sus implicancias éticas).
Lo primero es hacer un diagnóstico y un documento base para la discusión de una política de IA que debiera estar lista para fines de este año. También se desarrollará un proceso de participación de la sociedad civil que incluirá a la academia, al mundo privado y al sector público durante enero de 2020.
Posteriormente, en abril se haría entrega de la Política Nacional de IA y un Plan de Acción que detalle las medidas y sus plazos de ejecución.
Desde el Ministerio de Ciencia ya han identificado más de 30 iniciativas en curso de distintos ministerios y servicios, como es el Sistema Nacional de Información Territorial del Ministerio de Bienes Nacionales, el modelo de atención del Hospital Digital del Ministerio de Salud o un plan piloto de machine learning para niños en el que trabaja el Centro de Innovación del Mineduc. "Todos estos proyectos o programas utilizan inteligencia artificial, desarrollan sus factores habilitantes o mitigan posibles riesgos asociados para favorecer el bienestar de las personas porque vemos en este plan una gran oportunidad para Chile", dice Couve.
Además, existen varias iniciativas del Ministerio del Trabajo en el ámbito de la capacitación como cursos gratuitos en programación y diseño web, entre otras."Sabemos que si bien un 70% de las personas temen perder su empleo a causa de la inteligencia artificial y los robots, esto se soluciona a través de una ciudadanía informada y con un país decidido a proveer las condiciones para enfrentar los desafíos de la 4ª revolución industrial".
Según Rodríguez, "el gobierno debe establecer metas medibles y verificables, pero con asignación de presupuesto". La estrategia recién presentada por Francia, dice a modo de ejemplo, está acompañada por 1.500 millones de euros. "Una estrategia país sin presupuesto, es muerta, no pasará nada", añade.
Consultado por los recursos que incluiría el plan de Gobierno, Couve señaló que el plan de acción que se presentarás junto a la Política Nacional de Inteligencia Artificial incluirá medidas concretas que se desarrollarán en el corto y mediano plazo. "Algunas de estas medidas corresponderán a proyectos de ley, otras serán de carácter administrativo, otras de formación de personas y capacidades de I+D o para desarrollo territorial. Los presupuestos asociados dependerán de la naturaleza de cada una de estas iniciativas", dijo.
Sobre el trabajo que vienen realizando los científicos, el ministro Couve indicó que éste es un trabajo valioso y "por supuesto" será considerado. "La Política Nacional de Inteligencia Artificial debe recoger las diferentes visiones y por ello la participación de otras autoridades, académicos y la sociedad civil, está considerada y será parte esencial de este proceso. Estamos convencidos que debemos enfrentar desafíos de esta envergadura de manera colaborativa", añadió.
Ética y democracia
"La IA son máquinas que están entrenadas, que aprenden con datos. Esos datos, los obtienen de la actividad humana pero más rápido de lo que podríamos hacerlos nosotros y se refieren a decisiones que las personas toman y por lo tanto, contienen sesgos", dice Pedro Maldonado, investigador del Centro de Ciencias Instituto de Neurociencia Biomédica (BNI), de la Facultad de Medicina de la U. de Chile y uno de los académicos participantes de la Comisión Desafíos del Futuro.
Los sesgos a los que se refiere Maldonado, podrían hacer que la máquina, al buscar –por ejemplo- "logros exitosos profesionales" aprendan que los hombres tienen más capacidades que las mujeres dado que el resultado de esa búsqueda entregará datos estadísticos que mostrarán más hombres que mujeres.
"Hay que velar porque durante el entrenamiento de algoritmos de IA este tipo de sesgos, o el de sexo, raza, religión no estén presentes" y para eso es necesario discutir el tema, crear una estrategia y normativas que resguarden los derechos de las personas, señala el neurocientífico. Las máquinas de IA aprenden solas por lo que el tipo de datos que recojan es clave.
Según Maldonado, si los datos son públicos o privados (manejados por empresas) es una decisión política que los países ya están fijando. Estados Unidos, decidió que sean privados, mientras que en Japón son públicos, por lo tanto, cualquier grupo los puede utilizar. En Francia, "han adoptado una estrategia más restringida al acceso porque quieren proteger a las personas y su privacidad".
Al igual que Maldonado, Rodríguez dice que la IA cambia la forma de relacionarnos en muchos ámbitos, redefiniendo conceptos de trabajo y privacidad de los datos.
"Este tipo de definiciones las debe tomar cada país, dentro de un marco ético valórico propio de cada sociedad. En algunos países es ilegal que se grabe a las personas en espacio público; en otros, sí se puede", señala el Premio Nacional de Ciencias exactas.
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