Inteligencia artificial en tu smartphone o la llegada de Pepe Grillo 2.0
En los próximos años nuestro smartphone podría transformarse en nuestro Pepe Grillo personal, que, si bien no sería nuestra conciencia, sí se convertiría en nuestro asistente personal gracias a la IA (inteligencia artificial) aplicada.
Pepe Grillo es el famoso personaje de Disney. El nombre es, a su vez, una adaptación libre del original inglés Jiminy Cricket y quien acompaña fielmente a su amigo Pinocho. Él se transforma en su conciencia. Guardando las diferencias, en los próximos años nuestro smartphone podría transformarse en nuestro Pepe Grillo personal, que, si bien no sería nuestra conciencia, sí se convertiría en nuestro asistente personal gracias a la IA (inteligencia artificial) aplicada.
Año tras año, la industria móvil evoluciona a pasos agigantados, innovando permanentemente, ya sea en el diseño, procesamiento o calidad de la cámara. Sin embargo, actualmente, un punto de inflexión que seguramente marcará la pauta del mercado es la mayor cantidad de funcionalidades de inteligencia artificial que tienen los equipos.
Ya a comienzos del 2018 la consultora Gartner estimaba que hasta un 80% de los smartphones estarán dotados de inteligencia artificial en 2022 y toda esta revolución tecnológica viene a consolidar aún más esta predicción. Pero ¿qué significa que nuestro smartphone tenga IA incorporada? Los usos son variados, pero básicamente nos ayuda a facilitar nuestras tareas diarias, además de interpretar nuestras rutinas.
Si bien desde un comienzo todos los smartphones poseían funciones de esta naturaleza, no es hasta hace algunos años que la industria empezó a visibilizar el concepto en los equipos.
Hoy en día la IA permite el uso de tecnologías tales como un aprendizaje mucho más profundo para la detección de rostros, identificar objetos, un texto predictivo más preciso, mejores opciones de seguridad y geolocalización, y una aceleración de la AR/MR, (Realidad Aumentada y Realidad Combinada), que sirve para mejores tomas en tiempo real de fotos y videos gracias a la capacidad de reflejar en nuestra pantalla entornos virtuales.
Todas estas funciones nos ayudan, por ejemplo, a eliminar archivos innecesarios (incluso, Android Pie nos advierte cuando tenemos muchos memes en el celular), encuadrar mejor nuestras fotos, además de utilizar de mejor manera los enfoques de balance de blancos y a organizar nuestras notificaciones; acciones que realizamos todos los días, ya sea en nuestro trabajo, vacaciones o en el hogar.
Pero si esto es solo el comienzo, ¿que esperamos a futuro? Podemos vislumbrar varias cosas, pero el uso de la IA aplicada a los teléfonos inteligentes tal y como la conocemos ahora es el resultado de años de conocimiento e información acumulada.
Esto se ve ejemplificado en la detección de objetos a través de tecnologías como Google Lens, con la cual tu equipo reconoce una bicicleta al haber tomado capturas de miles de bicicletas anteriormente, lo mismo ya sea con una mesa e incluso una persona. Asimismo, esta tecnología se incorpora los sistemas de navegaciones GPS a través de Apps que se transforman en verdaderas guías turísticas en tiempo real. El siguiente paso podría ser el reconocimiento de emociones.
A esto se sumaría el reconocimiento del lenguaje natural, respecto del cual nuestros equipos pueden comprender nuestras ordenes de voz de una forma mucho más dinámica y precisa.
Y, en seguridad, a futuro y específicamente para ya para 2019 nos encontraremos con una evolución del sistema actual de huellas dactilares, a través del desbloqueo por reconocimiento facial y una mejor detección de contenido peligroso gracias a una censura inteligente, lo que es ideal para nuestros hijos e incluso para los adultos mayores, que pueden ahorrarse acceder a contenido innecesario.
Gracias a todos estos avances, estamos ante una aplicación evolucionada de la inteligencia artificial en nuestro día a día. Sin embargo, solo es el punto de partida de esta tecnología en nuestros teléfonos inteligentes, que a futuro se transformaran no solo en un asistente, sino quizás en nuestro propio Pepe Grillo personal.
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