En las festividades de fin de año, se produce un aumento significativo de la ingesta de comida y tragos. Es por esto que debemos tener algunas consideraciones para evitar enfermedades alimenticias o intoxicaciones.
Uno de los problemas de salud más comunes que se pueden producir a raíz del consumo excesivo de alimentos y alcohol son las transgresiones alimentarias que se manifiestan como molestias digestivas, crisis de dolor estomacal, pesadez abdominal, acidez y vómitos, debido a las altas cantidades de grasas y azúcares adquiridas.
Es por esto que es importante moderar la cantidad de alimentos y cócteles durante las cenas navideñas y fiestas de año nuevo.
Otra de las patologías frecuentes que suelen producirse en esta época del año son las intoxicaciones por consumo de alimentos contaminados con algún microorganismo (virus, bacteria, parásito, o toxina), lo que puede producir síntomas agudos y de inicio brusco, como son el dolor abdominal repentino, diarrea, vómitos o fiebre.
Además, esto se puede ver agravado debido a las altas temperaturas del verano, que facilitan la descomposición de los alimentos. Es por esto que aquí entregamos algunos consejos importantes de tener en cuenta a la hora de su conservación, compra y consumo:
1. Lavar siempre manos con agua y jabón antes de comer.
2. Lavar siempre frutas y verduras antes de consumirlas.
3. Consumir carnes, huevos y pescados bien cocidos.
4. En el caso de los mariscos se recomienda hervirlos por al menos 5 minutos.
5. Separar los alimentos crudos de los cocidos.
6. Limpiar superficies y utensilios que estén en contacto con alimentos crudos antes de volver a usarlos.
7. Mantener los alimentos siempre refrigerados, especialmente si se trata de pescados y mariscos.
8. Usar y consumir agua potable o previamente hervida.
9. Comprar alimentos en lugares establecidos y autorizados.
10. No consumir mayonesa casera.
¿Molestias estomacales?
Generalmente, estas molestias son transitorias y de carácter leve, por lo que bastará con tomarse un descanso de uno a dos días, acompañado de una dieta liviana, principalmente compuesta por la ingesta de sopas, jalea, mucha agua, té y galletas, y una muy buena hidratación para lograr mejorar su estado de salud.
Cuando estemos frente a casos de niños pequeños, adultos mayores o personas con enfermedades previas y las molestias persisten por varias horas, se sugiere trasladarlos al servicio se urgencia de atención primaria más cercano al domicilio, ya que al tratarse de población más vulnerable podría eventualmente necesitar hidratación endovenosa y mayores cuidados de carácter especializado.
En este sentido, es importante recordar que las urgencias hospitalarias están destinadas sólo a casos de extrema gravedad y riesgo vital, por lo que le recomendamos antes de acudir a ellas llamar al servicio de Salud Responde (600 360 7777) donde le atenderá telefónicamente un equipo de profesionales clínicos.
* Jefe de la Unidad de Urgencias y Apoyo Clínico en Atención Primaria del Servicio de Salud Metropolitano Occidente