Una interesante cooperación científica se está llevando a cabo en la Antártica. México y Chile trabajan de igual a igual con el objetivo de profundizar la investigación y establecer nuevas conclusiones y aristas sobre la diversidad microbiana. Los responsables de este proceso son la bióloga Patricia Valdespino, doctora en Ciencias del Mar y Limnología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Dr. Marcelo González, jefe del Departamento Científico del INACH, y la Dra. Luisa Falcón, del Instituto de Ecología de la UNAM.

El proyecto se ha gestionado a través de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID), del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile. El proyecto "Impactos de la diversidad microbiana de ecosistemas polares frente al cambio ambiental" tiene una duración de dos años y durante febrero colectó material en la isla Rey Jorge.

En terreno, los profesionales recolectaron muestras de tapetes microbianos (conocidos también como biofilms o matas microbianas) junto a su ambiente circundante, en este caso suelos antárticos. La actividad que realizó a fines de febrero en la isla Rey Jorge, también contó con la colaboración del biotecnólogo del Instituto Antártico Chileno (INACH), Alejandro Font. El material será sometido a un análisis de metagenómica, es decir, el secuenciamiento de todo el material genético que contengan las muestras, para su posterior análisis bioinformático colaborativo.

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Los investigadores Marcelo González y Patricia Valdespino.[/caption]

"Un estudio así requiere de un grupo grande de científicos, en este caso, mexicanos y chilenos", indica Valdespino. La investigadora señaló que las interrogantes que se encuentra explorando, se relacionan con la biogeoquímica: ella pretende indagar en el entendimiento del rol que cumplen los microbios en el reciclaje de algunos elementos principales de la vida, así como ver sus patrones de diversidad, las estrategias de supervivencia que poseen y su adaptabilidad a las condiciones del cambio climático.

Tapetes microbianos antárticos

Los tapetes microbianos pueden congregar cientos o miles de especies diminutas. En una película tan delgada es posible encontrar una gran diversidad de microorganismos. Ello hace que los tapetes sean los ambientes más diversos en la Antártica terrestre. "La Antártica ofrece una oportunidad única en los objetos de estudio para los científicos. En mi caso, al haber estudiado en sistemas tropicales, esto resultó un cambio significativo", agrega.

Ante ello, destaca el aporte que profesionales del Instituto Antártico Chileno realizan en el análisis de la diversidad del microbioma de organismos antárticos como las esponjas y otros invertebrados marinos, utilizando para ello herramientas de secuenciación masiva del ADN, así como análisis bioinformáticos, todos ellos llevados a cabo desde Punta Arenas en el Edificio de Laboratorios Antárticos "Jorge Berguño Barnes", del INACH.

Por otro lado, entre las interrogantes que Valdespino busca resolver están los patrones de distribución, presencia o ausencia de microorganismos, caracterización de la diversidad y conductores ambientales.

Luego de lo anterior y tras el análisis metagenómico, los científicos trabajarán en la descripción de las estrategias de supervivencia para los ambientes extremos de baja disponibilidad de nutrientes, los ciclos de congelación y circulación, algunos aspectos de la colonización y las estrategias de respuestas al cambio ambiental.

Este proyecto forma parte del Programa Nacional de Ciencia Antártica 2019 y se encuentra en su último año de ejecución.