Investigadores usan modelos matemáticos de un posible megaterremoto en Iquique para prevenir desastres en el resto de Chile
Estudio sobre escenarios sísmicos en el norte del país permitió demostrar cómo el uso de algoritmos puede servir para el desarrollo de ciudades más resilientes ante futuras catástrofes.
Un grupo de investigadores chilenos busca escalar a nivel nacional el uso de un modelo matemático que ayuda a estimar las pérdidas provocadas por desastres de origen natural, luego de estudiar las consecuencias de un posible megaterremoto en Iquique, donde existe una de las lagunas sísmicas más grandes del Pacífico, que no ha experimentado un terremoto mayor a Mw 8,5 desde 1868.
Se trata de Hazus, una aplicación formulada por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias de Estados Unidos, que permite a las autoridades y científicos estimar las pérdidas humanas y económicas de los terremotos, huracanes e inundaciones, entre otros, sobre una ciudad o zona determinada.
“Este modelo permite ingresar información, calcular el daño de cada elemento y tener una suma total de los daños y pérdidas en la región que uno está estudiando, desde el punto de vista físico, social y económico”, destacó Paula Aguirre, académica del Instituto de Ingeniería Matemática y Computacional de la Universidad Católica (UC).
La investigadora asociada además al Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales (Cigiden) precisó que un estudio sobre escenarios sísmicos en Iquique, permitió demostrar cómo el uso de esta herramienta puede servir para el desarrollo de ciudades más resilientes ante futuras catástrofes.
En el caso de Iquique, agregó la especialista en riesgo y resiliencia, el modelo matemático permitió estimar las áreas de mayor y menor riesgo frente a distintos escenarios sísmicos, entre ellos uno de magnitud Mw 8,9.
“Para estimar las pérdidas de un posible megaterremoto en esta ciudad, utilizamos una gran cantidad de datos públicos y locales para desarrollar un inventario detallado de activos físicos y sociales, incluido un recuento agregado de edificios, instalaciones esenciales, infraestructura, líneas de vida y datos demográficos”, explicó Aguirre.
El impacto en Iquique
De acuerdo al estudio publicado en 2018, si ocurriera un terremoto de alto impacto, los daños extensos se extenderían a lo largo de Iquique, con una mayor concentración en las áreas sur y norte, pero de considerable importancia también en los distritos Centro Oriente y Centro Histórico, donde la densidad de propiedades comerciales aumenta. Por lo tanto, no solo se perderían más hogares, sino que la actividad comercial y las fuentes de empleo también se verían significativamente afectadas.
Con respecto a la situación post-terremoto, un total de 38 escuelas tendrían una probabilidad de exceder daños extensos mayores al 50%, por lo que se espera que su funcionalidad se reduzca a menos del 10%. durante los primeros treinta días después del evento.
La red de emergencias sanitarias, en tanto, sigue un patrón similar a las escuelas, con instalaciones más severamente dañadas ubicadas en el área sur de la ciudad.
Asimismo, en un nivel de alto impacto alto, unas 184 personas requerirían atención de emergencia, lo que duplica con creces la tasa media de 84 pacientes (sin pandemia) que normalmente atiende el sistema de salud de Iquique. Dado que se espera que tres establecimientos de atención en el sur de Iquique pierdan funcionalidad debido a daños estructurales, se prevé que el Hospital Regional y los centros de atención primaria de la zona centro y norte de Iquique estarán sobrecargados.
Todos los resultados anteriores corresponden al escenario nocturno, cuando es probable que la mayor parte de la población esté en casa. Durante el día, la población de Iquique aumenta debido a la afluencia de las comunidades aledañas, principalmente por motivos laborales o educativos, y también se redistribuye de acuerdo con las actividades habituales de las personas. Por lo tanto, el número de víctimas esperadas para un terremoto dado cambia en una situación diurna. Por ejemplo, la estimación de siniestros se reducen ligeramente. Esta disminución se explica porque, una fracción importante de habitantes se traslada al Centro Histórico, donde el daño a las construcciones sería moderado.
La profesora UC adelantó que ahora están analizando cómo actualizar y utilizar el modelo matemático aplicado en Iquique, con el propósito de escalarlo y sistematizarlo a nivel nacional. La idea, añadió, es que las autoridades y la comunidad científica puedan aplicarlo en cualquier ciudad.
Los alcances de esta iniciativa fueron presentados en Conecta Resiliencia, una plataforma del Instituto de Resiliencia ante Desastres (Itrend) que busca posicionar el conocimiento, la investigación y el desarrollo de proyectos de base científica y tecnológica frente a eventos extremos en Chile.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.