Invierno en cuarentena: ¿Se puede tener la estufa encendida todo el día?
El hogar, es un espacio seguro en las actuales condiciones. Pero no está exento de contaminación, la que afecta el desarrollo de enfermedades respiratorias, incluyendo el coronavirus, dicen expertos. Sepa qué calefacción es mejor y por cuánto tiempo usarla.
La llegada de las bajas temperaturas este año tuvo otro escenario: el confinamiento por coronavirus. Miles de personas en todo Chile están en sus casas como medida preventiva, y lo más probable se mantengan así buena parte del invierno.
Pero el hogar, pese a las condiciones de seguridad sanitaria que hoy ofrece, no está exento de contaminación, lo cual afecta la incidencia de enfermedades respiratorias, incluyendo el actual coronavirus. Por ello, dicen los expertos, no se puede dejar de lado qué tipo de calefacción usar y por cuánto tiempo.
La contaminación de interiores es un riesgo para la salud. Situación que se acentúa por la permanencia en el hogar y la deficiente ventilación.
La contaminación intramuros en época invernal se vincula a los métodos de calefacción y el consumo de tabaco. Incluso, se pueden encentrar niveles más altos de contaminación dentro de la casa que afuera.
Felipe Rivera, broncopulmonar del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, explica que los riesgos del uso de la calefacción dependen del tipo elegido, del tamaño del hogar, de si es ventilado o no, de cuánto tiempo esté el calefactor encendido y de si ha personas con enfermedades.
Algunas investigaciones han demostrado que el uso de carbón, leña y parafina como combustibles, incrementan la prevalencia de enfermedades respiratorias. Estos combustibles son más económicos que el gas y la electricidad, y son también los que se usan con mayor frecuencia en hogares más pobres.
En el caso del gas licuado y el natural también generan algunos contaminantes nocivos intradomiciliarios, en especial cuando no disponen de ductos de evacuación de gases al exterior.
El tipo de calefacción de productos fósiles es el más contaminante, “el carbón es prácticamente un veneno”, advierte Rivera. Las estufas a parafina, que suelen ser las más usadas como método de calefacción en los hogares en Chile, producen una combustión que produce las mayores emisiones de monóxido de carbono y material particulado fino (MP2,5).
Se conoce como material particulado (PM) a la mezcla de pequeñas partículas sólidas y pequeñas gotas, tales como ácidos, compuestos orgánicos, metales, polvo, entre otros. Mientras más pequeñas sean esas partículas, más dañinas. Las que tienen un diámetro superior a 10 micrones no son "respirables”, porque no pueden ingresar al sistema respiratorio. Aquellas que tienen un diámetro igual o inferior a 10 micrones (milésima parte de un milímetro), sí se consideran como “respirables”. Por su minúsculo tamaño pueden llegar hasta los alvéolos pulmonares y la sangre.
“Las nuevas estufas con una parte eléctrica que tienen un ventilador son menos contaminantes, pero sí contaminan, porque hay combustión y también consumen oxígeno. Los calefactores a gas también tienen llama y la calefacción eléctrica es la más segura desde el punto de vista de consumo de oxígeno, porque no tiene llama, prácticamente no consume, el problema es que es caro”, explica Rivera.
Isabel Largo, broncopulmonar de Clínica Universidad de los Andes, señala que la calefacción en casa deber ser a una temperatura que permita andar con menos ropa que en el exterior y sin sentir enfriamiento. “Si se tiene la posibilidad de calefaccionar la casa con un método que no contamine, es lo mejor, porque la contaminación intradomiciliaria es peor que la exterior”, indica.
Sistema de calefacción
En el año 2018 un estudio realizado por el Centro Mario Molina Chile, del mexicano Mario Molina, Premio Nobel de Química 1995, realizado en conjunto realizó junto a Enel X, analizó el mejor tipo de calefacción intradomiciliaria.
Según el informe, los energéticos como leña, kerosene, pellet y gas presentaron un impacto estadísticamente significativo, mientras que la electricidad presentó un impacto menor. El escenario con electricidad resultó ser la mejor condición de ambiente intradomicilario.
La alternativa de calefacción eléctrica sería la más indicada, coinciden los especialistas, pero tiene un costo más elevado. “Abrigarse y calefaccionar en ciertas horas, es la recomendación que le doy a mis pacientes, porque ahora con el invierno van a aparecer otros virus, y si están todas las personas en casa es más fácil infectarse, siempre abrigarse va a ser más sano que tener la estufa prendida todo el día”, indica Largo.
En el hogar, al ser un espacio cerrado lo ideal sería una calefacción eléctrica, central o de caldera, dice Largo, para que no existan contaminantes en el ambiente. “Desgraciadamente son sistemas caros y con los otros métodos las casas están muy calientes, la gente sale se enfría y eso produce disminución de las defensas del sistema respiratorio y con esta baja de defensa hace que la persona se enferme”.
¿A qué temperatura mantener la calefacción? Una temperatura máxima de 20 grados recomienda Largo, “y para que el ambiente se mantenga limpio abrir las ventanas y prender la calefacción máximo tres horas".
Cada habitación del hogar se debería ventilar dos veces, detalla Largo “para que salgan los gases y entre aire limpio o relativamente limpio, porque tenemos contaminación, pero la contaminación intradomiciliaria es peor, porque muchas personas usan estufa a parafina, se encierran y no abren la ventana”.
Ventilar, es abrir las ventanas, dice Rivera por dos o tres minutos, cada dos a tres horas.
Si se trata de un espacio más grande, explica Rivera, hay menor posibilidad de que haya daño, porque los productos que se producen estarán diluidos en el espacio, “el daño depende de la concentración del tóxico, a menor espacio más posibilidad, por eso es más complejo cuando la gente vive más hacinada”.
Efectos en la salud
Quienes tienen más probabilidades de tener daño en su salud en esas condiciones, son las personas que tienen patología respiratoria y cardiovascular. Si un ambiente está contaminado, explica Rivera, existen mayor cantidad de partículas que llegan al pulmón y producen obstrucción bronquial. “Si la persona hace ejercicio en un ambiente pequeño con un sistema de calefacción inadecuado, respira más partículas, por eso los niños que tienen más actividad y pulmones más pequeños, el daño es mayor, lo mismo con los ancianos”, aclara.
Y en el caso coronavirus que tiene como vía de entrada el aparato respiratorio, bronquios y vías áreas inflamadas producen una disminución de la respuesta del aparato defensivo, “en la medida que está inflamado por el contaminante es evidente que su mecanismo defensivo esta distraído y menor capacidad de combatir y el virus entra más fácilmente”, indica Rivera.
Las consecuencias sobre la salud dependen en gran medida del tipo de contaminante, concentración, tiempo de exposición y de las reacciones con otros contaminantes, como por ejemplo, humo del tabaco.
En hogares con sistemas de calefacción contaminantes se experimenta irritación de ojos y nariz, aumento de las infecciones respiratorias agudas, de enfermedad pulmonar obstructiva crónica y de cardiopatías. En niñas y niños asmáticos se pueden exacerbar sus síntomas, produciendo deterioro significativo de la función pulmonar, lo que favorece la aparición de cuadros respiratorios de mayor gravedad.
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