Sin duda, el gran hito de la pasada COP27 fue la creación del Fondo de Daños y Pérdidas. Fueron semanas de discusiones y negociaciones lideradas por la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas. Pero a su lado, en esa misma mesa, también estuvo Jennifer Morgan, exdirectora de Greenpeace Internacional y que ahora negocia con las potencias para mitigar el cambio climático.

Es norteamericana, pero actualmente trabaja para el gobierno de Alemania como Enviada Especial para la Acción Climática Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores. Ahora, en su paso por Chile buscará reforzar los logros realizados en la conferencia celebrada recientemente en Egipto. Hace unos días estuvo en Colombia y próximamente estará en Argentina buscando los mismos objetivos.

Según cuenta en entrevista con Qué Pasa, el acuerdo es significativo pero aún falta mucho para que éste se pueda concretar. Además, a pesar de la creación del fondo de Daños y Pérdidas, Morgan confiesa que la COP27 no fue la más exitosa de todas. De acuerdo a lo expresado en la Coalición para la Ambición en Cambio Climático, integrada por Chile y Alemania, es esencial mantener el aumento de la temperatura media por debajo de 1,5°C, muy distante de los 2,6°C acordados en la pasada conferencia.

Para definir cómo este fondo de Daños y Pérdidas será operado, su sistema de gobernanza y de qué manera lo financiarán, deberán acordarse con las recomendaciones del Comité de Transición dentro de un año, en la siguiente cumbre climática COP28 que se realizará en Emiratos Árabes Unidos en noviembre de 2023. El reloj corre más rápido que nunca para Morgan en su misión.

-¿Qué le trae a Chile y cuál es la relación con Alemania en este tema?

Creo que para Alemania, Chile es un socio muy importante. Tenemos un largo tiempo en cooperación en términos de energía y otros temas. Ahora hay dos nuevos gobiernos que tienen más cosas en común. Quería venir para reunirme con personas acá, en su país, y explorar cómo podemos trabajar juntos para impulsar de manera más efectiva el cambio que tratamos de hacer en nuestros países.

He estado muy inspirada por este gobierno y su foco inclusivo y de transición justa en el campo de la energía, y también socialmente. Alemania también está pasando por una importante transición, por lo que es muy importante sentarnos y ver cómo podemos trabajar juntos.

-¿Cuáles son las principales diferencias de trabajar para Greenpeace y para el gobierno de Alemania?

Creo que hay algunas similitudes y los objetivos son los mismos por los cuales trabajo, que es mantener el aumento de la temperatura media como límite de 1,5°C, impulsando la salida de combustibles fósiles. La diferencia es que representando a Alemania, el cual es un honor, me da nuevas oportunidades para trabajar con otros países y tomar nuevas responsabilidades.

Es una gran oportunidad para impulsar y trabajar por el cambio, desde un gobierno que entiende la crisis que estamos pasando y donde ese tema tiene una prioridad.

Pero aún utiliza las habilidades que adquirió en Greenpeace para este nuevo trabajo, en el gobierno de Alemania.

Absolutamente. He estado en ONG durante 25 años trabajando sobre cambio climático, y las habilidades que se aprenden allí son muy importantes para mí. Tiene que ver con escuchar, tener claros los objetivos y construir coaliciones para lograr esos objetivos. Tiene que ver también con encontrar soluciones.

Las ONG tienen la habilidad de combinar la experticia técnica-científica y ver la mejor forma de que la gente lo entienda. Todas estas cosas las aprendí en ONG, que son de gran utilidad para hacer mi trabajo ahora.

-¿Qué tan importante fue este hito de crear el Fondo de Pérdidas y Daños y la pasada COP27?

Primero que todo, fue un placer trabajar con la ministra Maisa Rojas. Creo que hicimos un gran equipo y entendimos que es una gran responsabilidad responder por un tema que tiene tanta importancia para los países más vulnerables del mundo. Tratando de obtener financiamiento para pérdidas y daños durante tres décadas. La desconfianza que existía por parte de los países en vías de desarrollo, que no creían que los países desarrollados los apoyarían.

Maisa Rojas y Jennifer Morgan. Foto: AP.

Creo que fue realmente un logro histórico e inaudito, porque ahora el foco principal debe estar en reducir emisiones para evitar pérdidas y daños. Ahora Pérdidas y Daños tiene un status que ahora está reconocido dentro del Acuerdo París y creo que eso es lo más importante.

-¿Qué países fueron los principales detractores de este fondo y cuál es el mensaje para ellos?

Hay un números de países que no estaban muy entusiasmados con los aspectos de este fondo. Son los países que actualmente son los emisores más grandes. Hay grandes emisores que están preocupados con la creación de este fondo y que les tendría que obligar a agregar dinero.

Lo más importante que ocurrió en la COP27, que más allá del trabajo que hicimos junto a Maisa Rojas, fue que la Unión Europea reconoció lo importante que era este fondo para los países más vulnerables. Eso creó una oportunidad para los países de trabajar juntos e hizo que fuera más difícil para los países detractores que pudieran imponer sus discrepancias al respecto.

-¿Cuánto dinero tiene que tener este fondo para que pueda operar?

Lo que estamos viendo ahora es que la crisis climática está golpeando en todas partes, y los costos son muy altos. La decisión de la COP fue cómo financiar el fondo y de qué fuentes. Eso debe ser negociado ahora, y está claro que no solo debe venir de países desarrollados, sino que de otros países también.

La decisión habla de fuentes innovadoras, no solo de dinero público. Creo que es importante que el próximo año se siga negociando eso, y que surjan nuevas formas de cómo crear este fondo, más allá de las arcas fiscales de cada país.

-¿En cuánto tiempo podríamos empezar a ver los beneficios de este fondo de Pérdidas y Daños?

El objetivo es que al menos podamos tener la dirección de este fondo durante este año. Luego, tener que empezar a ver de dónde vamos a obtener los fondos. Tomará un poco de tiempo.

Ahora, hay 250 millones de dólares comprometidos para apoyar a los países más vulnerables. Alemania quiere asegurarse de que se haga algo en el corto plazo, pero también estamos en búsqueda de cómo realizar mejor la dirección de este fondo.

-Considerando la formación de este fondo ¿La COP27 fue una de las más exitosas?

Desgraciadamente no. Estuvimos muy claro que las decisiones de la COP no entregó lo suficiente para las acciones mitigadoras. Sabemos que tenemos que tener disminución de emisiones para el 2030, y mientras menos emisiones tengamos, menos pérdidas y daños vamos a tener. Pero la COP no hizo lo suficiente en ese sentido.

Había algunas decisiones buenas, como el objetivo de bajar el aumento de la temperatura media a 1,5°C. Hay países que quieren aumentar sus acciones para el próximo año, sobre todo en energías renovables, y habían muchas buenas iniciativas. Pero estamos apuntando a 2,6 o 2,8°C, y desde esa perspectiva tenemos mucho que hacer.

Somos más de 80 países, incluido Alemania y Chile, que apoyan la salida de los combustibles fósiles. Pero también hay otros países, economías mayores, que bloquean esto.

-¿Cuáles deberían ser los principales desafíos para la siguiente COP y para los próximos años?

La cosa ahora es cómo vamos a trabajar en una transición energética justa, en nuestros países. Lo que hacemos ahora para determinar el éxito de la COP en el futuro. Debemos saber cómo Alemania y la Unión Europea pueden impulsar para lograr los objetivos y empezar a hacer acciones de mitigación ahora.

También la idea es crear empleos en países en vías de desarrollo. La discusión en Chile es similar, de crear una transición energética justa y limpia. Saliendo del carbón y combustibles fósiles. En los países desarrollados tenemos esa meta al 2030, pero creo que la clave es que el próximo año debemos trabajar en asociación con otros países en vías de desarrollo para impulsar estos objetivos también.

Demostramos en nuestros países lo que podemos lograr, y eso puede generar la confianza para hacer coaliciones para la COP del próximo año, que será en Dubai.