La multinacional estadounidense, Johnson & Johnson, solicitó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) la aprobación de su vacuna contra el Covid-19 para uso de emergencia.

Este viernes J&J relató que su filial Janssen-Cilag International ya presentó ante la OMS los últimos datos necesarios de los ensayos clínicos sobre la eficacia e inocuidad de su vacuna, completando así la solicitud de la empresa radicada en New Brunswick, Nueva Jersey (EE.UU.) para obtener aval en su uso de emergencia.

La vacuna de J&J es de una sola dosis. De aprobarse su uso, esta sería administrada por los organismos especializados de las Naciones Unidas y decenas de países. El plan de la empresa es también suministrar dosis al Mecanismo COVAX, -proyecto respaldado por la OMS para garantizar el acceso equitativo a las vacunas para unos 190 países de bajos y medianos ingresos. De hecho, en diciembre Johnson & Johnson acordó proporcionar hasta 500 millones de dosis de su vacuna a COVAX, hasta 2022.

“Si queremos acabar con la pandemia, las innovaciones que salvan vidas, como las vacunas, deben estar al alcance de todos los países”, enfatizó el doctor Paul Stoffels, director científico de Johnson & Johnson.

J&J señaló la vacuna se proporcionará a precios no lucrativos durante la fase aguda de la pandemia.

¿Qué se señala la evidencia?

Además de requerir una sola dosis, la vacuna de J&J puede almacenarse durante al menos tres meses a la temperatura de un refrigerador normal, lo que la convierte en una buena opción para las zonas pobres y rurales, y para los países en desarrollo que carecen de infraestructura para el almacenamiento, así como lo requieren otras vacunas contra el Covid-19.

Los resultados preliminares de un ensayo de fase avanzada, con 44.000 voluntarios, revelaron que la vacuna de Johnson & Johnson era un 66% eficaz para prevenir los casos moderados y graves de Covid-19 en América Latina y un 57% en Sudáfrica, donde se está extendiendo una variante más contagiosa. Por su parte, en Estados Unidos la eficacia fue del 72%.

Las pruebas también indicaron que la vacuna protegía en un 85% contra los síntomas más graves, y a partir de los 28 días posteriores a la inoculación, los investigadores comprobaron que nadie requirió hospitalización ni murió.