Con 32 años, un sobrepeso de apenas tres kilos, visitas al gimnasio tres veces a la semana, mínimo 10 km de bicicleta diarios que es la distancia que separa su casa de su oficina y dos partidos de babyfútbol durante los fines de semanas, Alejandro se consideraba una persona sana, no le habían diagnosticado ninguna enfermedad crónica, no fumaba y solo bebía algunas cervezas los viernes o sábado.

Siempre usé mascarillas, me lavaba las manos a cada rato, siempre andaba con la botellita del alcohol gel. Pero me enfermé. Mi pareja también. Me sentía más o menos bien, un poco de fiebre, dolor muscular y de cabeza, pero en una tarde empeoré. Me costaba respirar, me dolía el pecho. Llegué a la urgencia, en menos de cuatro horas me pasaron a la UCI y en las dos horas que siguieron me intubaron. Ya no podía respirar. Estuve 10 días en ventilación mecánica. Ya llevo un mes de rehabilitación, y creo que he recuperado el 50% de lo que era”, se lamenta Alejando Candia.

Él representa muy bien al paciente que hoy, en plena segunda ola de la pandemia de Covid-19 en el país, requiere atención médica debido al nivel de gravedad que desarrolló frente al contagio del virus Sars-CoV-2.

A diferencia de la primera ola (junio-agosto del año pasado), hoy los pacientes que deben ser intubados son más jóvenes, sin enfermedades de base, con sobrepeso. Los especialistas señalan que en general, consultan más tarde, por lo que llegan más grave y muchas veces deben ser intubados en la misma urgencia.

Algunos médicos creen que llegan más tarde y más agravados porque la juventud, los hace aguantar más, otros creen que se debe a que la variante que los está afectando es más agresiva y avanza más rápido.

Rodrigo Cornejo, jefe de la Unidad de Pacientes Críticos del Hospital Clínico de la U. de Chile, dice que hay varias diferencias entre los pacientes que necesitan ser intubados. “Estamos teniendo pacientes cada vez más jóvenes en la UCI, de 20-30 años”, dice. Para él, una explicación puede ser la alta exposición o un efecto de las nuevas variantes, falta aún tiempo para definirlo.

En su experiencia, entre los jóvenes, aquellos que son obesos parecen ser de particular riesgo: llegan más inflamados, con más fiebre, mayor compromiso pulmonar y requieren de un rápido manejo de ventilación pulmonar. “Los jóvenes llegan más graves, pero en general, la recuperación es un poco más rápida, tienden a estar menos tiempos en ventilación, pero también hay otros casos en que se prolonga por tres o cuatro semanas”, explica el médico.

El doctor Cornejo divide en dos grupos a estos pacientes más jóvenes: aquellos que en 10 días ya están saliendo del ventilador mecánico y otros que están en promedio entre los 21 y 28 días.

Juan Keymer, jefe técnico de kinesiología de la Unidad de Pacientes Críticos de Clínica Alemana, también destaca la juventud de los pacientes. Si el año pasado en promedio tenían más de 60 o 70 años, hoy fluctúan entre 35 y 55 años. A él le ha tocado ver incluso pacientes que son deportistas, sanos e incluso pacientes que no tienen problemas de sobrepeso ni obesidad. ¿El más joven que han intubado? “19 años”, responde.

El kinesiólogo Juan Keymer de Clínica Alemana, prueba los equipos de ventilación mecánica.

Según la experiencia de este kinesiólogo, los pacientes jóvenes no siempre llegan con un bajo nivel de oxígeno, pero sí con una mayor frecuencia respiratorio (respiración corta y rápida). “En esas circunstancias el costo respiratorio que tienen es muy alto y se empiezan a fatigar. Es ahí cuando iniciamos el soporte ventilatorio. Se va aumentando la entrega de oxígeno, se conecta a un ventilador no tan invasivo y si necesita, se intuba y conecta al ventilador mecánico. Esta precocidad en la disposición de oxígeno, permite que puedan salir en menos días del ventilador”, indica.

En su unidad, dice Keymer, hoy el paciente de más edad que está intubado tiene 49 años y el más joven 32. “Son las personas que tienen que salir a trabajar, los que corren más riesgo”.

Lo que sí se repite hoy, al igual que en la primera ola, es la ausencia de predictores. Los especialistas no tienen elementos que les permitan predecir o tener una idea sobre cómo evolucionarán los pacientes.

1, 2, 3... intubado

Para la doctora Leonila Ferreira, Jefe de la Unidad de Pacientes Críticos Adultos de Clínica Biobío la baja de edad es clara. En su unidad, hoy menos del 7% de los pacientes son mayores de 70 años, mientras que el promedio de edad de los pacientes intubados es de 49 años. El cambio de la edad, sospecha se debe a la vacunación en el grupo de los adultos mayores.

“Hoy día estamos viendo una consulta más tardía en los jovenes. Llegan después de 24 horas de estar con insuficiencia respiratoria, quizás porque subestiman los síntomas, es difícil saber la razón”, dice Ferreira. Reconoce que a veces han debido intubar en la urgencia, mientras que el año pasado tenían más tiempo desde que llegaba el paciente a consultar hasta que requería la asistencia de un ventilador mecánico. “Los atendíamos, se entrega el oxígeno con métodos menos invasivos, los preparábamos, hablábamos con la familia, hacíamos videollamada para que pudieran hablar antes de intubarlo, pero ahora no alcanzamos porque son intubaciones rápidas”, comenta la especialista.

En la Clinica Bíobio (Octava Región), el promedio de tiempo de conexión a ventilador mecánico es hoy de 11 o 12 días, menos tiempo que en el invierno pasado. Lo que se podría explicar, según Ferreira, por la ausencia de enfermedades de base y disfunción orgánica, “son pacientes más respiratorio puros”.

La neumonía bilateral con la que llegan es importante, y el grado de compromiso de los pulmones es tanto que le ha pasado que en algunas oportunidades ni siquiera alcanzan a tomar imágenes de sus pulmones (TAC de tórax).

Esta segunda ola nos trar más estrés a la emergencia en la intubación. En Concepción, es la primera vez que estamos con ocupación en todas las camas críticas”, señala la especialista.

¿Los más jóvenes que se han tenido que conecta a ventilador? “Tienen entre 20 y 23 años. Afortunadamente, la mortalidad se ha mantenido baja”, indica Ferreira.

Las secuelas más frecuentes del “síndrome post UCI” son motoras y de la deglución de alimentos. Foto: Andrés Pérez

Aldo Bavestrello, kinesiólogo de la Unidad de Cuidados Intensivos de Clínica Vespucio, cree que la rapidez con la que empeoran y la gravedad con la que están ingresando puede tener una respuesta en las variantes que hoy están circulando en el país.

Con una baja tasa de mortalidad, el período que pasan conectados al ventilador es menor que la primera. “La vez anterior tuvimos pacientes que estaban dos o tres meses intubados. Hubo uno incluso que pasó 10 meses en total”, hoy salen más rápido, menos de 10 días”.

Adultos mayores

El jefe de UPC del Hospital Clínico de la U. de Chile, señala que los adultos mayores tendían a pasar más tiempo en ventilación y como tienen menos masa muscular que los jóvenes, están más expuesto a otros riesgos, porque tienen menos defensas y traen más enfermedades de base como diabetes, hipertensión, problemas renales y cardiacos que los hacen más propensos a tratamientos más invasivos porque sus órganos se ven afectados y agravados en su condición por el Covid-19.

La afectación que produce la intubación en los pacientes, más que por la edad, depende del tiempo que los pacientes tuvieron que pasar sedados neuromuscularmente para estar ventilados. “Mientras están intubados y con ventilación mecánica, los pacientes deben estar con medicamentos para paralizarar sus músculos, y en todo ese tiempo se pierde mucha masa muscular”, indica Cornejo.

En otras palabras, “dos pacientes con igual gravedad y el mismo tiempo de intubación, pero diferente edad, pueden tener diferente evolución”, dice el especialista del Hospital Clínico de la U. de Chile. El paciente joven podría responder mejor a una misma terapia, porque tienen una mayor reserva orgánica, menos daño por otras enfermedades que sí pueden afectar a los adultos mayores.

El kinesiólogo de Clínica Alemana, dice que jóvenes y adultos mayores quedan muy débiles tras la intubación y tienen un despertar muy difícil por lo que en ambos grupos el trabajo de rehabilitación, con kinesiólogos, fonoaudiólogos, terapeutas es clave y dura varios meses. “Te sanas de Covid, pero la debilidad muscular sigue y se pueden demorar meses en lograr hacer la actividad que tenían antes de enfermar”, señala.