Júpiter y Marte tendrán su mayor aproximación en décadas con la Tierra: sepa cómo ver este espectáculo celestial
Mientras Júpiter logrará su mayor acercamiento en 70 años, el planeta rojo no volverá a estar tan cerca de la Tierra hasta el año 2031.
Marte está en boca de todos. El planeta rojo se ha convertido en la gran obsesión espacial y científica. Diferentes misiones intentan ahondar en los misterios de su presente y pasado, es el caso del rover Perseverance, el módulo de aterrizaje Insight o el telescopio James Webb, entre otros.
Pero existen otros planetas que generan un constante interés. Es el caso de Júpiter, el más grande del Sistema Solar y el quinto en orden de lejanía al Sol.
Ahora, ambos planetas durante estos días (y meses) presentarán una espectacular coincidencia celestial: estarán muy cerca de la Tierra.
Marte, ubicado a 225 millones de kilómetros, tendrá su mayor aproximación con nuestro planeta, una cercanía que no volverá a repetrise hasta 2031, es decir, prácticamente en una década. No es un fenómeno frecuente, ya que el acercamiento u oposición entre ambos ocurre aproximadamente cada 26 meses. Marte aparece diametralmente opuesto al Sol en el cielo, luego cuando este último se pone, sale Marte, alcanzando su punto más alto durante la mitad de la noche.
Debido a que las órbitas de Marte y la Tierra son levemente elípticas, algunos acercamientos son evidentemente más cercanos que otros. Los mejores vienen en grupos de dos o tres, que se repiten en un ciclo de 15 a 17 años en promedio.
En julio de 2018, Marte se acercó a 57,58 millones de km de la Tierra, y en octubre de 2020 se produjo otro inusual acercamiento a 62,06 millones de km. En esta próxima ocasión (que ocurrirá entre septiembre y diciembre), Marte se acercará más a la Tierra, alcanzando nuevamente 62 millones de km.
Juan Carlos Beamin, astrónomo Fundación Chilena de Astronomía, explica que Marte, “el próximo 8 de diciembre se encontrará en el punto más cercano a la Tierra, será en torno a esa fecha el mejor momento para observarlo, pues se verá más brillante y en caso de usar un telescopio, también se puede ver ligeramente más grande”.
Si bien es lo más cerca que estará este año, en 2003 se produjo uno de los mayores acercamientos, a unos 56 millones de km. “Las distancias mínimas y máximas cambian cada año debido a que recorren órbitas elípticas y no circulares en torno al Sol, y por ende, depende de en que parte de su órbita se encuentran los planetas. Los máximos acercamientos se dan cuando se encuentra la Tierra en su punto más lejano al Sol (el afelio) y cuando Marte está en su punto más cercano (el perihelio)”, añade Beamin.
Mientras que Júpiter, tendrá el mayor acercamiento a nuestro planeta en 70 años. El 26 de septiembre se producirá esta máxima aproximación, la que coincide con la oposición astronómica de este planeta, que se da cada 13 meses. Estará aproximadamente a 587 millones de kilómetros de distancia de la Tierra.
Desde el punto de vista de la superficie de la Tierra, la oposición ocurre cuando un objeto astronómico sale por el este mientras el Sol se pone por el oeste, quedando el planeta y el Sol en lados opuestos de la Tierra.
Beamin señala que “este año justo coincide que nos encontramos con Júpiter cuando está pasando más cerca del Sol, y esto no es tan habitual, pues este planeta se demora 12 años en completar una vuelta al Sol (a diferencia de Marte que solo le toma poco menos de dos años terrestres)”.
Debido a lo anterior, “estos son los mejores días para salir a observar Júpiter, que es el punto más luminoso del cielo nocturno, después de la Luna evidentemente. Se puede ver hacia el este, en dirección a la cordillera de los Andes, a partir de las 19.30 o 20.00 aproximadamente. Durará por lo menos un mes más”, explica el astrónomo.
“Utilizando buenos binoculares, las bandas (al menos la banda central) y tres o cuatro de los satélites galileanos (lunas) deberían ser visibles”, explicó Adam Kobelski, astrofísico investigador del Centro Marshall de Vuelos Espaciales de la Nasa en Huntsville, Alabama. “Es importante recordar que Galileo observó estas lunas con óptica del siglo XVII”, añadió.
Kobelski recomienda un telescopio más grande para ver la Gran Mancha Roja y las bandas de Júpiter con más detalle; un telescopio de cuatro pulgadas o más y algunos filtros en el rango de verde a azul mejorarían la visibilidad de estas características.
Según este último, un lugar de observación ideal será una gran elevación en un área oscura y seca. “Las vistas deberían ser excelentes durante unos días antes y después del 26 de septiembre. Fuera de la Luna, debería ser uno de los (si no el) objetos más brillantes en el cielo nocturno”, esxplicó el astrofísico de la Nasa.
Júpiter tiene 53 lunas con nombre, pero los científicos consideran que se han detectado 79 lunas en total. Las cuatro lunas más grandes, Io, Europa, Ganímedes y Calisto, se denominan satélites galileanos. Llevan el nombre del hombre que los observó por primera vez en 1610, Galileo Galilei. Con binoculares o un telescopio, los satélites galileanos deberían aparecer como puntos brillantes a ambos lados de Júpiter durante la oposición.
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