Kevin White, no solo es el director de Data Science del AI for Good Lab de Microsoft, además de uno de los expositores de hoy a las 10:30 am en Congreso Futuro. También ha dedicado parte de su vida a levantar una viña en el noroeste de Estados Unidos, en el estado de Washington. Hace unos días, cuando White respondió parte del cuestionario que se le envió, fue rápido en separar las aguas: “No mezclo mi trabajo en Microsoft con lo que se hace en la viña”.
Con las esperanzas derrotadas de preguntarle por su cepa favorita y si tiene alguna opinión sobre vino chileno, White de todas formas se animó a responder las siguientes preguntas sobre el trabajo que ha modelado por más de veinte en la industria tecnológica, que ha desembocado en su rol protagónico en el laboratorio que Microsoft ha levantado para enfrentar los diversos desafíos que el desarrollo de la inteligencia artificial ha traído y traerá al mundo.
La tecnología ha cambiado mucho durante los últimos veinte años, que fue cuando empezaste en esta carrera. ¿Cómo miras el camino que has dejado atrás?
Empecé mi carrera en Microsoft hace más de dos décadas y en ese tiempo he trabajado consistentemente y la intersección entre la ciencia de computadores y los datos. Siempre he sido un apasionado en construir soluciones que aprovechan el poder de los datos para desarrollar ideas que benefician a las personas.
Cuando empecé, mi carrera se enfocaba en recolectar y guardar información estructurada en bases de datos, las que eran robustas pero aisladas. Desde esos tiempos, he sido testigo de un crecimiento exponencial en la disponibilidad y accesibilidad a los datos. Con la llegada de los computadores conectados a la nube, hemos sido capaces de desarrollar soluciones cada vez más avanzadas, que van desde la analítica predictiva al lenguaje natural de los procesadores que tenemos hoy día.
Este ha sido un gran viaje del que he sido parte. Aunque este campo continúa con cambios a medida que los avances en IA se ponen más accesibles, el empuje de AI for Good Lab es colaborar con organizaciones sin fines de lucro, ONG y organizaciones intergubernamentales para encontrar caminos para aplicar y apalancar estos avances y así, ayudar a enfrentar los desafíos que caen sobre la sociedad.
¿Fue el año que recién pasó un momento bisagra para la inteligencia artificial?
El último año marcó un avance significativo en el campo de IA. Mientras muchos de nosotros hemos estado usando IA en varias formas por años, como cuando buscamos algo en la web, descubrimientos en Modelos de Lenguaje de Gran Tamaño han sido realmente transformadores.
Estos modelos han demostrado asombrosas capacidades para leer y escribir, llevando al desarrollo de grandes experiencia de usuario como Bing Chat y ChatGPT. Como resultado, la IA se ha convertido cada vez más en una herramienta tangible que todo el mundo puede usar.
Desde su creación en 2018, en el AI for Good Lab de Microsoft hemos estado aprovechando la inteligencia artificial para enfrentar varios de los mayores desafíos que tiene el mundo. Los avances recientes en Modelos de Lenguaje de Gran Tamaño han abierto aún más posibilidades para nuestros proyectos. Por ejemplo, cuando organizaciones internacionales trabajan con personas afectadas por conflictos o cambios climáticos, las barreras de lenguaje ponen obstáculos. La habilidad de estos modelos de transformarse en herramientas que pueden traducir y resumir textos pueden ser una gran ganancia. Mientras seguimos explorando estas tecnologías, el potencial de usarlas para enfrentar desafíos sociales es inspirador y entusiasmante al mismo tiempo.
Han habido voces disonantes dentro del mundo de la tecnología sobre los avances en IA. ¿Debiesen tomarse en serio esas advertencias?
Microsoft cree que, cuando desarrollas tecnologías que pueden cambiar el mundo, también debes asegurarte que esa tecnología es usada responsablemente. Nuestro trabajo es guiado por una lista de principios: justicia, confiabilidad, seguridad, privacidad, inclusividad, transparencia y rendición de cuentas.
Me entusiasma que nuestro laboratorio esté dedicado a aplicar IA para enfrentar los desafíos globales más urgentes, que incluyen sostenibilidad, ayuda humanitaria, además de construir resiliencia para enfrentar el cambio climático.