La advertencia de expertos: “A menos que las vacunas se distribuyan de manera equitativa, podrían pasar años antes de que el coronavirus se controle a nivel mundial”
De los 128 millones de dosis administradas hasta ahora, más de las tres cuartas partes se encuentran en solo 10 países que representan el 60% del PIB mundial. Una estrategia de inmunización global eficaz, dicen autores en un artículo en The Lancet, debe ser equitativa.
Tener nuevas vacunas contra Covid-19 significará poco si las personas de todo el mundo no pueden vacunarse de manera oportuna.
Las vacunas deben ser asequibles y estar disponibles para todos los países, y los gobiernos deben tener las capacidades administrativas y políticas para administrarlas localmente para garantizar una estrategia de inmunización global eficaz contra Covid-19, dicen los autores de un artículo de política de salud publicado en The Lancet.
La distribución global de vacunas seguras es imperativa para estimular la recuperación económica, proteger vidas, lograr la inmunidad colectiva y minimizar el riesgo de que surjan nuevas variantes contra las cuales las vacunas existentes son menos efectivas.
Los siete autores, expertos en vacunas, políticas de salud y enfermedades infecciosas, discuten los desafíos potenciales para la producción, la asequibilidad, la asignación y el despliegue de una estrategia de vacunación global eficaz contra Covid-19.
Olivier Wouters, autor principal de la London School of Economics and Political Science, en Reino Unido, destaca que varios fabricantes han desarrollado con éxito las vacunas Covid-19 en menos de 12 meses, un logro extraordinario. “Pero la cruda realidad es que el mundo ahora necesita más dosis de vacunas Covid-19 que cualquier otra vacuna en la historia con el fin de inmunizar a suficientes personas para lograr la inmunidad mundial de la vacuna. A menos que las vacunas se distribuyan de manera más equitativa, podrían pasar años antes de que el coronavirus se controle a nivel mundial. Las preguntas ahora es cuándo estarán disponibles estas vacunas ya qué precio“.
Desafíos de producción
Aumentar la producción de vacunas para satisfacer la demanda mundial es un desafío monumental. La mayoría de los países todavía carecen de la capacidad nacional para producir rápidamente vacunas Covid-19 por sí mismos, y la gran cantidad de vacunas que se necesitan ejerce una enorme presión sobre las cadenas de suministro mundiales de materiales como viales de vidrio y jeringas.
Los autores también señalan que ha habido varias iniciativas para facilitar la ampliación de la producción global. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a los estados miembros y fabricantes que se comprometan a compartir conocimientos, propiedad intelectual y datos sobre las vacunas Covid-19, pero las respuestas a esta iniciativa han sido limitadas.
Acceso universal y oportuno
El suministro escaso, junto con los pedidos anticipados de las naciones más ricas del mundo de miles de millones de dosis de vacunas, lo suficiente para proteger a algunas poblaciones varias veces, crea desafíos para lograr el acceso universal y oportuno.
De los 128 millones de dosis de vacunas administradas hasta ahora, más de las tres cuartas partes de esas vacunas se encuentran en solo 10 países que representan el 60% del PIB mundial. Hay casi 130 países, con 2.500 millones de habitantes, aún no han administrado una dosis única, advierte la OMS.
“Asegurar grandes cantidades de vacunas de esta manera equivale a que los países antepongan la vacunación generalizada de sus propias poblaciones a la vacunación de los trabajadores de la salud y las poblaciones de alto riesgo en los países más pobres”, añade el coautor, el profesor Mark Jit de London School of Hygiene & Tropical Medicine, Reino Unido: “Con base en acuerdos conocidos, los gobiernos de los países de altos ingresos que representan el 16% de la población mundial han asegurado al menos el 70% de las dosis disponibles en 2021 de cinco candidatos a vacunas líderes”.
“Las vacunas desarrolladas por fabricantes chinos, indios y rusos también pueden ofrecer un salvavidas para las naciones de ingresos más bajos si muestran buenos resultados en los ensayos de fase 3, lo que les permite adquirir dosis abundantes de vacunas”, señala Wouters.
Debería ser asequible para todos
La asequibilidad también sigue siendo una preocupación importante, advierten los autores. Algunos fabricantes de vacunas establecen precios para las vacunas Covid-19 que se encuentran entre los más altos jamás cobrados por una vacuna.
Sin controles de precios, es poco probable que los países de bajos ingresos puedan pagar o acceder a suficientes vacunas para proteger a sus poblaciones, con los precios más bajos que los desarrolladores han ofrecido a cualquier país o bloque de compras que van desde los US$ 5 a los US$ 62 por dosis.
“La amplia participación de los financiadores públicos en el desarrollo de la vacuna Covid-19 brinda la oportunidad de hacer que estas vacunas estén disponibles y sean asequibles en todo el mundo. Los gobiernos pueden insistir en que, como condición para obtener financiación pública, las empresas se comprometan con licencias suficientes para permitir una producción mundial generalizada y deben fijar precios asequibles“, dice el coautor, el profesor Kenneth Shadlen de la London School of Economics and Political Science, Reino Unido.
Confianza del público para optimizar la aceptación
La implementación exitosa también puede verse obstaculizada por los prejuicios con respecto a la vacunación.
Los nuevos hallazgos de una encuesta de 32 países sobre la posible aceptación de las vacunas Covid-19 (que involucró a casi 27.000 adultos), realizada por los autores entre octubre de 2020 y diciembre de 2020, sugieren que Vietnam (98%), India, China (ambos 91%), Dinamarca y Corea del Sur (ambos 87%) tuvieron la mayor proporción de encuestados que dijeron que se vacunarían “definitivamente” o “probablemente” cuando una vacuna Covid-19 esté disponible; mientras que Serbia (38%), Croacia (41%), Francia, Líbano (ambos 44%) y Paraguay (51%) reportaron la mayor proporción de personas que dijeron que “probablemente no” o “definitivamente no” serían vacunadas.
La profesora Heidi Larson London School of Hygiene & Tropical Medicine, Reino Unido señala que para superar los desafíos en la vacilación de las vacunas y garantizar que se administren a la mayor cantidad de personas posible, los gobiernos deben generar confianza pública en la seguridad de las vacunas y combatir la información errónea y los rumores sobre Covid-19: “Esto requerirá aumentar el conocimiento y la conciencia sobre la vacunación, promover la participación de la comunidad y hacer que las vacunas estén disponibles en lugares convenientes y accesibles. Los fabricantes de vacunas deben aspirar a la máxima transparencia y el escrutinio de los datos de sus ensayos clínicos, y la vigilancia de la seguridad posterior a la comercialización con esquemas de compensación para casos graves eventos adversos en países de escasos recursos con poca protección al consumidor”.
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