La advertencia de los médicos: “Personas vacunadas todavía pueden poner en riesgo la salud de familiares y amigos”
Hasta ahora se sabe que la vacunación genera protección frene a casos graves y muerte, pero no está claro si evita la propagación. Especialistas explican por qué se debe continuar con los cuidados y precauciones más allá de la inoculación.
Definitivamente no. Sin mayor introducción, ante la pregunta de si después de vacunarse las personas pueden regresar rápidamente a la normalidad, y visitar por ejemplo, a familiares y amigos, todos los especialistas señalan que ninguna vacuna entrega carta blanca para dejar de lado las medidas preventivas como el distanciamiento físico, el uso de mascarillas y el lavado de manos frecuente.
Y es que después de inocularse con alguna vacuna contra Covid-19, la enfermedad que produce el virus Sars-CoV-2, todavía es importante tomar precauciones de seguridad, como evitar el contacto estrecho con los demás, para prevenir la propagación del virus.
¿Por qué? Primero porque la inmunidad que entregan las vacunas no es inmediata ni total y porque todavía no está claro si, una vez puesta la vacuna (en una o dos dosis, según el tipo de vacuna), la persona inoculada es capaz de transmitir el virus si llega a contagiarse.
La doctora María Luz Endeiza, infectóloga y jefa del Vacunatorio de Clínica Universidad de los Andes, señala que por ningún motivo las personas que se pusieron la primera dosis, se pueden relajar. Tampoco con la segunda. “No hay que olvidar que nos estamos vacunando en pandemia, mientras el virus sigue circulando entre la población. En promedio la protección de las vacunas se logra dos semanas después de la última dosis, pero no es tan exacto. En las personas mayores, por ejemplo, el sistema inmune puede demorar un poco más en lograr un buen nivel de protección”.
En el caso específico de la vacuna de Sinovac Biotech, con la que mayoritariamente se está inoculando a la población chilena, la protección se alcanza, en promedio, a las dos semanas después de la segunda dosis y es una inmunidad a nivel personal que implica que la persona tiene menos riesgo de hacer síntomas graves de la enfermedad y menos hospitalización y según los estudios, sin mortalidad, pero en ningún caso, garantiza que no se contagie, enferme leve o contagie a los demás.
“Hay estudios que dicen que también protege de las formas leves de Covid-19. Con Sinovac tenemos un poco menos de información, porque los estudios van más lento y no publican tanta evidencia como lo hacen las otras vacunas”, dice la especialista.
Inmunidad con otras vacunas
Después de recibir ambas dosis de una vacuna de ARN mensajero contra Covid-19 (que fueron las primeras vacunas autorizadas para administración en Estados Unidos), el cuerpo necesita aproximadamente dos semanas para desarrollar completa inmunidad, dice el doctor Daniel DeSimone, especialista en Enfermedades Infecciosas de Clínica Mayo en Rochester, Minnesota.
Con la vacuna de la farmacéutica Janssen (Johnson & Johnson), hay que esperar hasta cuatro semanas para desarrollar completa inmunidad, añade.
“No obstante, incluso después de vacunarse, aún se puede contraer la infección, porque no hay que olvidar que la vacuna de Pfizer-BioNTech tiene una eficacia del 95% en la prevención de la enfermedad del coronavirus con síntomas. La vacuna de Moderna, tiene una eficacia del 94,1% para prevenir una enfermedad del coronavirus con síntomas. La vacuna de Janssen, tiene una eficacia del 66% para prevenir una enfermedad del coronavirus con síntomas. Por ello, aunque el riesgo de contraer Covid-19 sea bajo después de vacunarse, todavía puede ocurrir”, explica el DeSimone.
Propagación del virus
Según este especialista, tampoco queda claro si las vacunas contra este coronavirus reducen la propagación del coronavirus y, por lo tanto, no se sabe si una persona vacunada puede ser portadora del virus y contagiar a los demás, aunque él mismo o ella misma no enfermen. Es necesario investigar más para determinar si una persona puede seguir contagiando después de recibir la vacuna.
“Debido a estos factores, las personas ya vacunadas todavía pueden poner en riesgo la salud de otros familiares y amigos no vacunados si los visitan en persona. Las personas mayores son las que más riesgo tienen de enfermar gravemente de Covid-19. Asimismo, los residentes de asilos para ancianos y convalecientes corren alto riesgo, porque conjuntamente a la edad avanzada, también suelen tener varios problemas de salud subyacentes”, señala DeSimone.
Incluso después de la vacuna, es necesario seguir con las precauciones de seguridad y considerar abstenerse de visitar en persona a amigos y familiares hasta que se sepa más acerca de la inmunidad que brindan las vacunas. En caso de querer hacer una visita en persona, hay que recordar mantenerse a distancia de los demás (2 metros), usar mascarilla, hacer que dentro de lo posible la visita sea al aire libre o abrir ventanas y puertas para que el espacio esté bien ventilado, además de lavarse las manos con frecuencia, insisten los expertos.
En la medida en que más población esté vacunada, existe menos circulación del virus y por lo mismo, menos posibilidad de contagio. “Recién se está demostrando que las personas vacunas eliminan menos virus si se contagian, pero faltan estudios”, agrega Endeiza.
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