La bitácora del doctor Hofer: Día menos 200, regresar sin haberse ido
Hace poco más de 60 días abandoné la Antártica y faltan muchas semanas para volver. Todavía hay materiales viajando a su destino final o en cajas a la espera de ser almacenados, y aún restan muchas muestras y datos por analizar. Quizás todo esto hace que mi espíritu aún no se haya ido del todo y necesite un poco más de tiempo para regresar totalmente.
Son las once de la noche de un día cualquiera de abril y tras cenar y preparar las clases del día siguiente, un pequeño pitido me avisa que mi colega y amigo se ha conectado desde el otro lado del mundo. Para mí es tarde por la noche, mientras que para él es temprano por la mañana, pero las ventajas de la nueva tecnología y nuestras ganas de avanzar hacen que el encuentro sea posible. Faltando un poco más de 200 días hasta la siguiente expedición al continente blanco, comienza la maravillosa y extenuante aventura que es organizar y preparar mi siguiente viaje antártico. El sexto de mi vida.
Con una infusión de rosa mosqueta, un cuaderno y un lápiz comenzamos a pensar los experimentos que podemos realizar y las muestras que deberíamos tomar. Luego viene la ingrata tarea de decidir si todas estas ideas son factibles o no en términos logísticos, económicos y científicos. El papel soporta cualquier cosa, pero una vez estemos allá la realidad es distinta. Como hace tan poco que he regresado del viaje anterior tengo la suerte de que las cosas por mejorar aún están firmemente gravadas en mi memoria a corto plazo. Eso nos ayuda a centrar la discusión sobre qué cosas pueden o no pueden funcionar para las nuevas ideas que queremos implementar durante la próxima expedición. Han pasado casi dos horas: el tiempo vuela cuando uno hace algo que le entusiasma y está en buena compañía. Es la una de la madrugada y hora de terminar esta primera reunión. Uno tiene que dormir y el otro asistir a una reunión.
Fue un encuentro virtual provechoso y avanzamos. Nos despedimos con ánimo alegre y nos emplazamos para una próxima reunión en dos semanas, tras haber reflexionado y pulido ideas. Luego de tres reuniones nocturnas y transpacíficas, definimos un producto final que nos convence y que esperemos que nos lleve al éxito. Además, no hay tiempo para más diseño y planificación, debido a que las fechas mandan. En el calendario la hoja de mayo nos indica que debemos pasar a la fase de hacer el inventario, evaluar qué necesitamos y comenzar el largo y tedioso proceso de comprar todos los materiales para llevar a cabo los objetivos que hemos propuestos.
Faltan menos de 200 días para que partamos, pero el viaje ya ha comenzado. Este año hemos iniciado la travesía (o su relato) antes y puede ser que nos demoremos un poco más en llegar, pero el destino final es el mismo: la Antártica y sus misterios.
* El Dr. Juan Höfer, es oceanógrafo del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (IDEAL) de la Universidad Austral de Chile (UACh) y académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
Revisa el video del doctor Hofer invitando a leer su bitácora:
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