¿La calidad del sueño puede generar alteraciones fonoaudiológicas?

Una importante línea de investigación asociada al impacto de la mala calidad del sueño en la salud es la que está llevando adelante la carrera de Fonoaudiología de Universidad Autónoma de Chile en Temuco.

Según explicó Juan Bastías, director de esta unidad académica, “esta área de la fonoaudiología, que es principalmente desarrollada por investigadores brasileños, es la que pretendemos posicionar con los académicos e investigadores de la Autónoma, gracias a una serie de estudios aplicados principalmente en nuestra comunidad estudiantil local. Esto nos permitirá desarrollar un área de estudio y eventuales terapias fonoaudiológicas para usuarios que consulten por alteraciones en el lenguaje, motricidad orofacial, la voz o la audición que, posiblemente, se asocien a alteraciones del sueño, quedando para una próxima etapa el análisis del equilibrio en estas mismas condiciones”.

El sueño es un proceso fisiológico de vital importancia para la salud del ser humano, permitiendo restablecer la homeostasis y preservar aspectos vitales, tales como la cognición, metabolismo, función cardiovascular, entre otros.

Desde esta definición las fonoaudiólogas María Paz Moya, Valentina Novoa y el tecnólogo médico Ramón Silva, analizaron las alteraciones de sueño durante la pandemia Covid-19 en estudiantes universitarios, considerando a 76 alumnos de Temuco que actualmente cursan estudios en las diversas facultades la Autónoma.

Al respecto, Moya indica que “los núcleos mediales del tálamo, amígdala cerebral, hipocampo, estructuras parahipocampales, corteza orbitofrontal y cortezas asociativas monomodales se activan durante el sueño y también están implicadas en procesos de memoria y aprendizaje. La falta de sueño es nociva para la salud emocional, física y cognitiva, siendo los estudiantes universitarios una población susceptible a estos efectos”.

La encuesta aplicada a jóvenes entre 18 y 23 años determinó que 61,8% presentó somnolencia anómala y solo un 25% somnolencia normal. Cabe referir además que 36,8% del total de la muestra reportó sobrepeso, 42,1% cansancio y 36,8% haber dormido 5 horas o menos, la noche anterior a la aplicación de los instrumentos de medición.

Mientras que el estudio desarrollado por la fonoaudióloga María Victoria Díaz y la Dra. María Inés Carmona, denominado Análisis del trastorno del sueño con actividad neural auditiva y discriminación de la palabra, donde se evaluaron a 30 jóvenes universitarios sin patologías asociadas, utilizando entre otros, un equipo de Potenciales Evocados Auditivos y la prueba de Discriminación de la Palabra, mostró que la privación y/o restricción del sueño generan alteración en la conducción del estímulo eléctrico a nivel de tronco encefálico, específicamente en los relevos intermedios del complejo olivar superior, lemnisco lateral y colículo inferior.

Lo anterior, implica una disminución en la velocidad del impulso eléctrico en la vía auditiva, afectando la audición direccional, la estereofonía, el análisis temporal del sonido y la ubicación espacial de la fuente sonora. En otras palabras, un aumento en el tiempo de respuesta ante una tarea específica que involucre un estímulo acústico.

En tanto, los fonoaudiólogos Miguel Sepúlveda, María Paz Moya y el estudiante de quinto año de la carrera Erwin Erices actualmente desarrollan un estudio sobre las características de la voz hablada en 50 sujetos universitarios con y sin trastornos del sueño. Lo que se busca es efectuar una asociación entre calidad del sueño y la voz en jóvenes universitarios.

Esta línea de investigación pionera en Fonoaudiología, espera generar en los próximos años un núcleo de investigación multidisciplinaria en el sur de Chile y contribuir a la calidad de vida de los jóvenes universitarios y en la población en general.

Estas temáticas, además, fueron parte de las investigaciones que se presentaron en el Primer Encuentro Latinoamericano de Estudiantes de Fonoaudiología 2022 (ELATAM FONO 2022) que se realizó el 9 y 10 de junio en formato online, y el cual fue organizado por 16 casas de estudio de Latinoamérica, siendo la sede organizadora la U. Autónoma de Chile en Temuco.