En la naturaleza, algunos pájaros machos suelen interpretar complicadas melodías para atraer a la hembra. En la especie humana, un hombre que canta y toca guitarra, puede ser más atractivo que otro que no lo haga.
Diferentes estudios han intentado explicar qué ocurre con los seres humanos en determinadas situaciones en los que interviene la música.
Una investigación reciente realizada por la Universidad de Viena (Austria) señala que la música puede volver más atractivos los rostros masculinos. El estudio, investigó impacto de la exposición musical en las evaluaciones subjetivas de las caras del sexo opuesto. En el experimento, los científicos presentaron a los participantes heterosexuales extractos musicales instrumentales que variaban en su contenido emocional, seguidos de una fotografía de una cara del sexo opuesto con una expresión facial neutral.
Para evaluar ese atractivo se pidió calificarlo según una escala. Además, se les pidió a las participantes que calificaran si saldrían con la persona fotografiada. Hubo tres grupos de participantes: mujeres en la fase fértil de su ciclo, mujeres en la fase no fértil de su ciclo y hombres. Estos grupos fueron similares en sus preferencias musicales y entrenamiento musical, así como en su estado de ánimo antes del experimento y en su estado de relación. ¿Los resultados? Las participantes femeninas calificaron las caras masculinas como más atractivas y estaban más dispuestas a tener una cita con los hombres fotografiados cuando antes de ver la foto, escuchaban música. El ciclo de fertilidad no tuvo una gran influencia en las calificaciones. Sobre el tipo de música, aquella que fue altamente estimulante y compleja, generó mayor efecto en comparación con la condición de control.
"Hay un número creciente de hallazgos empíricos que muestran que la música tiene el poder de influir en el comportamiento humano con respecto a la selección de pareja. Pero, ¿cómo puede la Teoría de Darwin conciliarse con otras teorías biológicas y sociales sobre la génesis de la música? "La música puede promover la cohesión social, y también desempeña un papel en la relación madre-hijo. Hasta que entendamos estas conexiones, habrá un largo camino por recorrer", señaló Manuela Marín, una de las investigadoras.
Analgésico
Otro estudio realizado por investigadores de las universidades Queen Mary de Londres y Brunel de Uxbridge y publicado en la revista The Lancet, mostró que la música puede ayudar a mitigar el dolor y el miedo de los pacientes que son sometidos a una cirugía, lo que se traduce en menos medicamentos y mayor bienestar de ese paciente. El estudio evaluó lo que ocurría con estos pacientes cuando escuchaban música tranquila y escogida por ellos, antes, durante y después de la intervención, incluso en pacientes que estaban inconscientes. Aunque a todos tuvieron que indicarle medicamentos para el dolor, aquellos que escucharon música, necesitaron menor cantidad.
Científicos estadounidenses también comprobaron que en pacientes oncológicos, la música puede reducir la cantidad de medicamentos analgésicos y anestésicos y calmar la ansiedad que general en tratamiento contra el cáncer.
Hipertensión
A comienzos de este año, científicos brasileños y británicos mostraron que fármacos antihipertensivos mejoran más la frecuencia cardíaca cuando los pacientes escuchan música después de ingerirlos. "Observamos que la música mejoró la frecuencia cardíaca y aumentó el efecto de los antihipertensivos durante aproximadamente una hora después de su administración", señala Vitor Engrácia Valenti, profesora de Universidad Estatal Paulista (Brasil) y coordinador del estudio. Lo que vieron fue que la música clásica activa el sistema nervioso parasimpático y reduce la actividad simpática, lo que ayuda al equilibrio del sistema por lo que los latidos del corazón y la tensión arterial permanecen estables y sin alteraciones al alza.