Experimentar con el nitrógeno en el laboratorio del colegio y recorrer ríos, bosques y montañas durante su período como scout despertaron la pasión por la ciencia en Yeanice Vásquez Pino, Químico Ambiental y doctora en Química Calidad del Aire y Cambio Climático de la Universidad de Chile, además CEO y fundadora de la startup tecnológica Airflux.

Vásquez recuerda que durante la época escolar a ella le impactaba mucho cada vez que había preemergencia ambiental, ya que la suspensión de las actividades deportivas siempre coincidía con la imagen de un Santiago oscuro y permeado por una densa capa gris que observaba desde las alturas del edificio donde estudiaba.

“La prohibición de hacer actividad física, el pertenecer a un grupo de scout y el que me gustaran las ciencias se conjugó en cuarto medio, cuando descubrí que existía una carrera llamada Química Ambiental en la Universidad de Chile; supe inmediatamente que era para mí, ya que tenía mucha ciencia y porque que la química se relaciona con la atmósfera, el suelo, el agua y la contaminación…” confiesa.

A pesar de que siempre contó con el apoyo de su familia, estudiar una carrera científica -atípica para una mujer- no fue fácil. “No siempre tuve una buena acogida entre mis profesores, que a veces cuestionaban mi conocimiento o incluso cómo me vestía. Al igual que muchas otras mujeres que se han atrevido a incursionar en un campo tradicionalmente masculino, ha sido difícil sobresalir en el mundo científico, debido a que siempre hay que demostrar más”, comenta.

El trabajo también se realiza con drones.

Luego de titularse como Químico Ambiental trabajó en el prestigioso Centro de Investigación y Desarrollo Mario Molina, donde se dedicó durante 10 años a la investigación, con foco en el monitoreo ambiental y la contaminación. “Conocer su origen, qué la provoca y cuál es su impacto en la vida cotidiana me impulsó a profundizar los aspectos relacionados con el monitoreo medioambiental”, dice. Y a relacionar temas como humedad, radiación, precipitaciones y condiciones basales de la atmósfera, por ejemplo, para comprender cómo esas condiciones van interactuando con la contaminación e impactando a los seres humanos y al medioambiente.

Salto al emprendimiento

Luego de realizar su doctorado en Química, Calidad del Aire y Cambio Climático de la Universidad de Chile -y tras haber establecido redes de contacto con los mejores institutos relacionados con el medioambiente en Suecia, Finlandia y Estados Unidos-, Yeanice se dio cuenta que había una necesidad abismante de información y educación medioambiental en Chile.

Y que gracias al avance de la tecnología, también había una gran oportunidad. “Me di cuenta de que si éramos capaces de crear un servicio de bajo costo para enfrentar el analfabetismo medioambiental podíamos ser un gran aporte para mejorar la calidad de vida de las personas y el desempeño de empresas e industrias”, señala.

Así nació Airflux SpA en mayo de 2020, una startup chilena que desarrolla soluciones de monitoreo ambiental utilizando Inteligencia Artificial (IA), Ciencia de Datos, Internet de las Cosas, y Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).

Liderada por mujeres, desarrolla una solución de medición inteligente, tecnología portátil y autosuficiente energéticamente que permite visualizar en tiempo real las mediciones y generar alertas para una oportuna toma de decisiones.

¿Su gran diferenciación? Puede ser hasta 360 veces más económica que una estación de monitoreo tradicional y tiene la factibilidad de instalarse en ciudades, faenas productivas o en cualquier fuente que emita contaminantes: minería, extracción de recursos naturales, generadoras de energía, manufactureras, refinería de combustibles y constructoras, entre otras.

Equipo de medición.

Utilizamos las tecnologías más avanzadas en el desarrollo de un sistema inteligente y efectivo para la medición de contaminantes”, destaca Vásquez, quien explica que pueden medir en tiempo real y a costos competitivos variables como material particulado, ruido, humedad, presión, temperatura y diversos gases con sensores que pueden instalarse en industrias, equipos móviles y en distintos puntos de las ciudades.

Minería, energía y construcción

Debido a la innovación de los equipos Airflux, que han sido diseñados en base a la Inteligencia Artificial (IA), han recibido reconocimientos, como el premio de “Escalamiento HUB Global” - Smart Araucanía, y el apoyo de Corfo.

Hoy se encuentran desarrollando varios proyectos y pilotos para empresas mineras, de energía, constructoras y con municipalidades del país para potenciar las ciudades inteligentes o “Smart Cities”.

“Nuestro sello es movernos en proyectos que tengan un impacto, es decir, que generan algún beneficio social o medioambiental. Por esto, ponemos el corazón en todo lo que hacemos”, confiesa Vásquez, quien asegura que con su equipo están constantemente innovando y haciendo nuevas cosas, siempre de la mano de la ciencia y la tecnología. “Si encontramos una herramienta que nos ayude a mejorar la ocupamos, ya que somos flexibles y no tememos al cambio”.