La científica que estudia los genes sexuales de animales exóticos: "Ellos pueden hablar mucho sobre nosotros"

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Entre canguros, aves y lagartos, Jenny Graves ha estudiado distintos tipos de genes sexuales que dan luces de cómo funciona el desarrollo evolutivo de distintas especies, incluso la humana.


El interés de Jenny Graves (78) por conocer sobre genes sexuales la ha llevado a entender el funcionamiento del desarrollo de muchas especies endémicas de su natal Australia. El canguro, así también como el estudio de aves y lagartos, la ha acompañado durante toda su carrera como investigadora genetista. En 2017, fue reconocida con el Prime Minister's Prizes for Science por su trayectoria y descubrimientos al estudio de los genes sexuales. A esto, se ha sumado otro interés a Graves: la promoción de una educación científica, y sobre todo que mejoren las oportunidades de acceso a hacer ciencia para las mujeres.

La científica y profesora de la Universidad de La Trobe, conversó con Qué Pasa para hablar detallar un poco sobre su campo de trabajo, así también como su rol de promotora de la educación científica y la igualdad de de género. Desde la Embajada de Australia, Jenny Graves relata parte de su camino recorrido y sus objetivos futuros que ya no son solamentes animales exóticos y genes sexuales.

¿Qué respuestas han dado los animales australianos a través de tus estudios?

Sorpresivamente, los animales australianos han dado muchas respuestas a interrogantes profundas sobre cromosomas sexuales. De los canguros hemos aprendido sobre el funcionamiento del gen candidato para la determinación sexual, que tiene ciertas similitudes con la del humano. Hemos visto también que a través de los años, el cromosoma Y se ha ido degradado. Podría ser que en cuatro millones de años exista otro tipo de combinación genética en los humanos, que exista un nuevo género, o nos terminemos extinguiendo como raza humana. Es un poco incierto pero entusiasma a saber más.

¿Por qué el interés en investigar sobre cromosomas sexuales?

Investigar sobre cromosomas sexuales es un poco loco. Da muchas luces para entender las determinaciones de cómo evoluciona un sistema. Por ejemplo, las lagartijas australianas pueden cambiar el funcionamiento de sus cromosomas sexuales por la temperatura en el ambiente que viven. Si viven en un ambiente caluroso, se desarrollan principalmente como hembras; en cambio, si habitan un lugar frío, se determinan más como machos. Tenemos la oportunidad de saber cómo funciona eso, por ejemplo. Y es muy importante porque podemos ver cómo el medio ambiente nos puede afectar desde un punto de vista genético. Trabajar con animales exóticos puede hablar mucho sobre nosotros.

¿Cómo estos estudios pueden ser comparados con los genes humanos?

Si los comparas con un ratón, un elefante o un caballo, los genes sexuales son iguales a un humano. Por ende, si establecemos similitudes entre el genoma humano y el de otras especies semejantes, podríamos predecir los cambios en los genes sexuales que podría experimentar la especie de aquí a millones de años más.

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Jenny Graves, en su paso por Chile. FOTO: JOSE LUIS MUÑOZ[/caption]

¿Cómo ve la participación de mujeres en ciencia?

Existen pocas mujeres en puestos de liderazgos en ciencia. Pero eso está cambiando, estoy esperanzada en que cada vez hay más promoción para que mujeres se interesen por la ciencia desde niñas. En Australia tenemos un programa que promueve la igualdad de género en desarrollo científico. Me gusta, porque las instituciones educativas han hecho investigaciones sobre la posición de la mujer en la ciencia, y recomiendan a las instituciones hacer cambios en la práctica. Hacer que los lugares reciban de manera más amigable a las mujeres, y particularmente permitir que las mujeres se accedan a altos cargos.

¿De quién es trabajo preocuparse por la igualdad de género en la ciencia?

Creo que todos deberían preocuparse, porque es una gran forma de contribuir y evitar la pérdida de talento, al dificultar a las mujeres la posibilidad de investigar en las mismas condiciones. Si las universidades aplican un trabajo equitativo, creo que después todos lo harán.

¿Y ha visto cambios durante sus años como científica?

Hace cuarenta años nosotras hablábamos, escribíamos reportes y seguíamos hablando, y no pasaba nada. Creo que ahora hemos hecho cambios significativo para que la igualdad de género ocurra en la práctica.

Nuestra academia está muy involucrada en la educación, porque queremos cambiar la cultura científica en Australia. La alfabetización científica es bastante pobre, así que nos gustaría cambiar. Invertir en programas de educación para niños de 4 o 5 años, que produzca interés por hacer ciencia desde los primeros años. Además, hay que invertir en educación docente, para hacer que la educación resulte más divertida, y más interesante para los niños.

¿Cuál cree que deben ser los siguientes pasos para que Chile avance, tanto en educación científica, como en el acceso de mujeres a la ciencia?

Esa una discusión muy interesante lo de las mujeres en la ciencia. En alguna forma, ustedes nos llevan la delantera porque tienen menos problemas con el cuidado de los hijos. Probablemente la primera barrera a saltar en Australia sería esa también.

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