Dexametasona es el fármaco más efectivo para combatir el Covid-19; la hidroxicloroquina promocionada por Trump ya es historia y la inmunidad dura muy poco: tres cosas que aprendimos del coronavirus esta semana

An ampoule of Dexamethasone is seen in this picture illustration
Foto: Reuters

Mientras el primer antídoto se constituye en el tratamiento más esperanzador para la enfermedad, el segundo se queda sin apoyo.


En una frenética búsqueda, la U. de Oxford, apoyado por el Servicio Nacional de Salud británico (en inglés National Health Service o NHS) sometió a prueba cinco de los más prometedores fármacos para combatir el coronavirus.

La ya desprestigiada hidroxicloroquina -el promocionado compuesto catapultado por Trump y Bolsonaro-, el redemsivir, una de las primeras tabletas que funcionó modestamente como un antídoto para la actual pandemia, y algunas pastillas más desconocidas, como el lopinavir-ritonavir (tratamiento comúnmente usado para el VIH), la azitromicina (antibiótico de uso común), el tocilizumab (tratamiento antiinflamatorio administrado por inyección), y hasta el plasma convaleciente.

Lo que no se esperaba, es que de esta amplia lista de antídotos, el que mostró los resultados más alentadores, fue tal vez, del que menos se esperaba: la dexametasona, un esteroide de más de 50 años de uso para una amplia lista de enfermedades, como artritis y cáncer.

A pharmacist displays an ampoule of Dexamethasone at the Erasme Hospital amid the coronavirus disease (COVID-19) outbreak, in Brussels
Una ampolla de dexametasona. FOTO: REUTERS

El ensayo, denominado Recovery, incluyó a más de 2.000 pacientes reduciendo la muerte en 30% entre los que estaban intubados y 20% entre los que requerían oxígeno. Es, de todos los fármacos que se han probado hasta ahora, es el de mejores resultados.

Fue tal el entusiasmo de los británicos, que el gobierno anunció que comenzará inmediatamente a suministrar el esteroide a los pacientes más graves.

Lo mejor de todo, aseguraron, es que la dexametasona es barata, ya se comercializa “y puede utilizarse de inmediato para salvar vidas en el mundo”, anunciaron sus promotores.

En Chile, los médicos criollos trataron de temperar el entusiasmo de sus colegas británicos. Muchos reconocieron que el tratamiento ya era utilizado en algunos pacientes locales, pero como muchos médicos alrededor del planeta, pidieron más estudios para verificar la efectividad de la dexametasona.

Pero a la espera de esos estudios, el fármaco es lo más esperanzador conocido hasta ahora para combatir la enfermedad.

La lapida para la hidroxicloroquina

Qué sí, luego que no. Después que tal vez, luego por ningún motivo. En una interminable saga sobre la efectividad o conveniencia de la hidroxicloroquina, ahora la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo el miércoles que los ensayos que realiza a pacientes con Covid-19 con el fármaco contra la malaria hidroxicloroquina en varios países fueron suspendidos después de que los resultados de otras pruebas no mostraron beneficios.

hidroxicloroquina
Hidroxicloroquina.

“La rama de la hidroxicloroquina del ensayo Solidaridad ha sido detenido”, dijo la experta de la OMS Ana María Henao Restrepo en una conferencia de prensa, en lo que pareció el mazazo final para un medicamento que pasó por todas las fases.

Primero fue bendecido por Donald Trump, quien aseguró consumirlo a modo de prevención, cuando la comunidad científica aún dudaba de su eficacia. Más tarde se sumó Jair Bolsonaro, que aseguró algo similar.

Hasta que un estudio publicado en la revista The lancet, desestimó su efectividad, sobre la base de una amplia evidencia en hospitales y clínicas del mundo. La OMS, casi inmediatamente, canceló los ensayos que auspiciaba con el medicamento. Pero por después se supo que los datos no eran verificables. La revista se disculpó, retiró el estudio y la OMS, reactivó las investigaciones.

La semana pasada, La Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA, su sigla en inglés) canceló su apoyo a la droga, sembrando una vez más dudas respecto a su eficacia, lo que pareció impulsar la decisión final de la OMS.

Breve inmunidad

Una de las preguntas más apremiantes, pero a la vez, una de las menos respondidas que se conocen del Sars-CoV-2: ¿cuánto dura la inmunidad una vez que una persona se contagia con el virus?

Un nuevo estudio, publicado en la revista Nature Medicine y dirigido por científicos chinos, no respondió certeramente la pregunta, pero arrojó algunas pistas sobre cuánto duran los anticuerpos en un contagiado.

Según esta investigación, los anticuerpos contra el coronavirus pueden durar un máximo de tres meses después de que una persona se infecta con Covid-19.

De esa forma, el estudio contradijo a quienes estimaban que la inmunidad del virus sería similar a la del Sars y el Mers, inmunidad que dura aproximadamente un año para ambos coronavirus. Los científicos esperaban que los anticuerpos contra el nuevo virus pudieran durar al menos el mismo tiempo, lo que ahora se sabe con más certeza, no es así, y echa por tierra a quienes aún apoyan la idea de la inmunidad de rebaño.

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