Los rinocerontes podrían desaparecer en Botsuana para 2022 si se mantienen los graves niveles de caza furtiva actuales, un problema que viene en aumento desde hace un año, según confirmaron organizaciones conservacionistas.
A día de hoy, la población actual de rinocerontes de este país del África meridional se sitúa solo ligeramente por encima de los 400 ejemplares y la mayoría viven en la zona del delta del Okavango (norte).
Es un área muy extensa y rica en fauna donde la caza furtiva se ha "profesionalizado", según indicó Map Ives, director de la ONG Rhino Conservation Botswana.
Así, desde septiembre del año pasado -mes en el que Ives sitúa el inicio del actual auge de la caza furtiva de rinocerontes-, hasta 17 animales perdieron la vida en el país, más de uno por mes.
De mantenerse esas cifras, de acuerdo a esta organización conservacionista, para 2022 ó 2023 los rinocerontes botsuanos podrían prácticamente desaparecer.
El propio Gobierno del país también ha lanzado un mensaje de alerta ya que, según datos revelados este miércoles por el Ministerio de Medioambiente, desde abril pasado, 9 animales murieron a manos de los furtivos.
Especialmente preocupante fue el periodo entre finales de septiembre pasado y el comienzo de este mes, cuando dos rinocerontes murieron en solo una semana.
Estos números son "inaceptables", según el director del Departamento de Fauna Salvaje del Ministerio, Mmadi Reuben, que aseguró que podrían desembocar en una extinción de los rinocerontes incluso ya en 2021.
La desaparición de la especie sería para Botsuana una "inmensa pérdida" -según incidió esa institución gubernamental en un comunicado-, a pesar de las "estrictas" políticas y los "vastos" fondos dedicados en el país a combatir la caza furtiva de rinocerontes.
"Necesitamos más sofisticación, más equipamiento. Tenemos los recursos humanos pero necesitamos más equipamiento para ayudar en la batalla (...) Las intenciones del Gobierno de Botsuana son buenas y las fuerzas de defensa lo hacen lo mejor que pueden, pero necesitamos más", detalló el director de Rhino Conservation Botswana.
"Es un área muy extensa y muy difícil (de controlar), es un humedal con bosques densos (...). Necesitamos vigilancia aérea porque el terreno es muy complicado así que estamos buscando donaciones para ello", agregó Ives, antes de lanzar un llamamiento al "sector privado" a colaborar.
Pese a la delicada situación, Rhino Conservation Botswana considera que aún se puede revertir la situación para la especie en este país africano, que posee un importante sector turístico dependiente de la fauna salvaje.
Botsuana es, por ejemplo, famosa por ser el país del mundo con mayor población de elefantes.
En cuanto a los amenazados rinocerontes, la gran mayoría de los ejemplares que aún existen en el mundo están en la vecina Sudáfrica, una nación en la que la caza furtiva también viene en aumento desde hace una década.
Los cazadores buscan los cuernos de los rinocerontes, que se venden sobre todo en los mercados asiáticos, donde se le atribuyen propiedades curativas y afrodisíacas.
En el mercado negro, el cuerno alcanza valores de entre 60.000 y 80.000 dólares por kilo.