En 1502, el sultán otomano Beyazid II le encargó a Leonardo da Vinci el diseño de un puente de 240 metros para franquear el estuario conocido como Cuerno de Oro. El célebre inventor diseño un modelo que, sin embargo, Beyazid desestimó, por considerar su construcción como imposible.

Pero su maqueta fue resucitada en 2001, cuando Noruega construyó un pequeño puente basado en su concepto y el 17 de mayo de 2006 el gobierno turco anunció finalmente la construcción del puente tal como Da Vinci lo imaginó.

Sus conocimientos en arquitectura son una de las tantas esferas que el genio renacentista dominó en el campo de la ciencia, que además abarcó conocimientos en paleontología, botánica, anatomía, ingeniería, geología, física y matemáticas, entre otras.

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