El Gobierno de Chile busca postular ante la Unesco la isla Madre de Dios, en un archipiélago de la Patagonia chilena, como Patrimonio Natural de la Humanidad, con la intención de que sea el primer lugar del país en recibir esta acreditación gracias a sus características únicas.
La caverna más profunda del país, las particulares formaciones de roca caliza únicas en el mundo o los bosques magallánicos prístinos que cubren la superficie erosionada por siglos de este archipiélago austral son algunos de los atractivos constatados sobre el terreno y que podrían ser buenas premisas para la propuesta.
La decisión fue tomada luego de una expedición franco-chilena que después de dos meses sobre los islotes de Madre de Dios ha certificado el potencial del lugar.
El líder de esa expedición, Bernard Tourte, quien también es presidente de la asociación Centre Terre -que por más de 20 años ha realizado expediciones de espeleología en la Patagonia chilena-, destacó que el territorio insular es "una maravilla".
"La isla Madre de Dios es una maravilla en la superficie. Es una cosa totalmente espectacular. Para los espeleólogos, siempre cuando exploramos, lo hacemos en macizos que son de caliza, pero una superficie caliza como la de Madre de Dios no la conocemos en ninguna otra parte del mundo", explicó Tourte.
El líder de la expedición, que tiene a sus espaldas trabajos en Papúa Nueva Guinea, Asia y África, reconoció que las condiciones geográficas y meteorológicas de este lugar, a casi 2.000 kilómetros al sur de Santiago, son "únicas" gracias a su exposición directa al océano Pacífico y su composición caliza.
"Se forman (composiciones rocosas de formas inverosímiles) por la influencia de la meteorología, la cantidad de agua que cae en esta zona que es altísima, caen 10 metros de altura de agua por año. Esto es un nivel de caída de agua de los más altos del mundo", detalló Tourte.
Dichas condiciones han generado grandes rocas con forma de hongo, huecos abismales socavados por el agua de los glaciares que existen en el archipiélago o bosques exclusivos que todavía permanecen vírgenes en las escarpadas laderas.
"Esto hace que las formaciones de la superficie, por la disolución, sean tan excepcionales en Madre de Dios", dijo el experto francés.
Todos estos descubrimientos realizados por la expedición franco-chilena fueron presentados este mes ante el Ministerio de Bienes Nacionales de Chile.
El titular de la cartera, Felipe Ward, recibió a los espeleólogos de Centre Terre y confirmó la postulación de la zona ante la distinción de la Unesco.
"Esto es un trabajo que se realiza coordinadamente con Cancillería y con el Ministerio de las Culturas. Es un bien nacional protegido el archipiélago Madre de Dios y en esa perspectiva entra en la conversación el Ministerio de Bienes Nacionales, porque nos interesa postular oficialmente", señaló Ward.
El ministro puntualizó que gracias a la expedición se ha descubierto, por ejemplo, la caverna más profunda de Chile, con más de 3,5 kilómetros de profundidad, por lo que confirmó que se renovará el acuerdo con Centre Terre para una nueva expedición en dos años.
"Se da la oportunidad para que se pueda seguir profundizando. Hay un trabajo científico, un patrimonio arqueológico natural de pinturas rupestres, de piedra caliza que no existe en otro lugar del mundo y que hay que proteger, cuidar y difundir", indicó el ministro Ward.
Una decisión del Gobierno de Chile que también aplaudieron los espeleólogos, como Natalia Morata, vicepresidenta de Centre Terre y presidenta de la Asociación Espeleológica de Patagonia, quien afirmó que esta decisión del Gobierno de Chile les da "ganas de seguir".
"Madre de Dios es como un paraíso espeleológico kárstico. Es un lugar único y maravilloso y si podemos colaborar y trabajar para seguir explorando y que esto sirva para que se preserve un lugar único en el planeta, nosotros estamos encantados", dijo Morata.