La inquietante cara en la superficie de Júpiter: sonda de la Nasa sigue captando impresionantes fotos del planeta
La nave de la agencia espacial ha estado orbitando Júpiter desde 2016, obteniendo información sobre su atmósfera, estructura interior, campo magnético interno y sus impresionantes nubes.
Oculto bajo las nubes de amoníaco pardusco que cubren a Júpiter hay nubes que, como en la Tierra, que están hechas de agua. Y como en la Tierra, los relámpagos a menudo se generan dentro de estas nubes: una vista espeluznante detectada por varias naves espaciales que han visitado el planeta más grande de nuestro Sistema Solar, incluida la sonda Juno de la Nasa.
Los datos obtenidos por Juno brindan nueva información sobre cómo los procesos de rayos en Júpiter son similares a los de la Tierra a pesar de las dramáticas diferencias entre los dos planetas, según los científicos.
La inquietante cara en la superficie de Júpiter: sonda de la Nasa sigue captando impresionantes fotos del planeta
La Tierra es un mundo rocoso relativamente pequeño. Júpiter, cuyo antiguo dios romano homónimo lanzaba relámpagos, es un gigante gaseoso tan inmenso que todos los demás planetas de nuestro Sistema Solar podrían caber perfectamente en su interior, incluidas más de 1.300 Tierras.
Aprovechando cinco años de datos de alta resolución adquiridos por el receptor de radio de Juno mientras la nave espacial orbita Júpiter, los investigadores descubrieron que los procesos de iniciación de rayos del planeta pulsan con un ritmo similar al observado dentro de las nubes en nuestro planeta. Los pulsos observados en Júpiter como relámpagos se iniciaron con separaciones de tiempo de alrededor de un milisegundo, similar a las tormentas eléctricas en la Tierra.
Los rayos son la fuente eléctrica natural más poderosa de la Tierra.
“El rayo es una descarga eléctrica que se inicia dentro de las nubes de tormenta. Las partículas de hielo y agua dentro de la nube se cargan por colisiones y forman capas de partículas con la carga de la misma polaridad”, dijo la científica planetaria Ivana Kolmasova de la Academia Checa de Ciencias. Instituto de Física Atmosférica de Praga, autor principal del estudio publicado en 2023 en la revista Nature Communications.
“Mediante este proceso, se establece un enorme campo eléctrico y se puede iniciar la descarga. Esta explicación se simplifica un poco porque los científicos aún no están completamente seguros de qué sucede exactamente dentro de las nubes tormentosas”, agregó Kolmasova.
La existencia de rayos en Júpiter se confirmó cuando las emisiones de radio reveladoras en frecuencias audibles fueron registradas en 1979 por la nave espacial Voyager 1 de la Nasa mientras se aventuraba a través del sistema solar.
También se ha demostrado que los otros planetas gaseosos del sistema solar, Saturno, Urano y Neptuno, tienen rayos. Hay alguna evidencia de rayos en las nubes del planeta rocoso Venus, aunque todavía es un tema de debate.
La inquietante cara sobre la superficie de Júpiter
Ahora, las nubes del planeta vuelven a asombrar a los científicos, tal como en octubre de 2023, cuando la Nasa compartió una inquietante foto de Júpiter con motivo de Halloween. La imagen que tomó la sonda Juno muestra la región del extremo norte llamada Jet N7. Los científicos observan los torbellinos habituales en el planeta gigante del sistema solar, pero con algo de imaginación, cualquier observador puede identificar un rostro sobre la superficie del planeta.
Vladimir Tarasov, científico civil responsable de generar la imagen, utilizó los datos sin procesar capturados por la sonda Juno. Según la Nasa, la panorámica fue tomada el 7 de septiembre de 2023, cuando la nave no tripulada se encontraba a 7.700 km sobre la atmósfera de Júpiter, a 69° al norte.
Y ahora, durante su 61º paso cercano por el planeta, el pasado 12 de mayo, Juno capturó una imagen en color mejorada del hemisferio norte del planeta gigante. Proporciona una vista detallada de las nubes caóticas y las tormentas ciclónicas en un área conocida por los científicos como una región filamentosa plegada. En estas regiones, los chorros zonales que crean los patrones de bandas familiares en las nubes de Júpiter se descomponen, lo que da lugar a patrones turbulentos y estructuras de nubes que evolucionan rápidamente en el transcurso de solo unos pocos días.
El científico ciudadano Gary Eason creó esta imagen utilizando datos sin procesar del instrumento JunoCam, aplicando técnicas de procesamiento digital para mejorar el color y la claridad.
En el momento en que se tomó la imagen sin procesar, la nave espacial Juno se encontraba a unos 29.000 kilómetros sobre las cimas de las nubes de Júpiter, a una latitud de unos 68 grados al norte del ecuador.
Juno ha estado orbitando Júpiter desde 2016, obteniendo información sobre su atmósfera, estructura interior, campo magnético interno y la región a su alrededor creada por su magnetismo interno.
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